Robby Keene-Cobra Kai

7.7K 218 0
                                    

Advertencias: torcedura reproductiva, sexo sin protección, asfixia leve, azotes, dom!robby

( hay algo mal pido disculpas ya que jamas he visto Cobra kai)



Robby había estado visiblemente tenso recientemente. Obviamente entiendes por qué. Desde que salió del reformatorio había estado saltando de un lugar a otro, tratando de mantenerse al día con las citas de libertad condicional, su complicada relación con Johnny.

Hiciste lo mejor que pudiste para mantenerlo ocupado con diferentes cosas. Llevarlo a pequeñas salidas, hacerle ver películas contigo y algo que siempre funcionó, el sexo.

Robby había estado mucho más frustrado sexualmente, y tú estabas más que dispuesta a ayudarlo cuando lo necesitaba.

Robby te envió un mensaje de texto diciendo que iba a ir, también preguntó si tus padres estaban en casa para que pudieras averiguar qué estaba insinuando. Decidiste ponerte una de sus camisas con las que le encantaba verte, y unos pantalones cortos de dormir que simplemente mostraban tu trasero.

Tú en tu cama, hojeando tu teléfono, esperando la llegada de Robby. Decidiste enviar algunas fotos a Robby para que esté aún más nervioso. La imagen era tuya tirada en la cama, con la camisa ligeramente levantada. Se lo enviaste con la esperanza de que lo hiciera llegar más rápido.

Y funcionó, en 2 minutos Robby estaba llamando a tu puerta. Saltaste y rápidamente vas a la puerta, abriéndola para ver la cara de Robby.

Ni siquiera te dio tiempo a saludarlo. Inmediatamente te agarró, colocando sus labios sobre los tuyos bruscamente. Sus brazos se enroscaron ligeramente alrededor de tu cuello para acercarte a él.

Una vez que se apartó, te habló en voz baja.

- Bonitas fotos, eres un poco bromista, ¿no?- preguntó, moviendo su mano a tus mejillas, haciéndote mirarlo.

Asentiste.

- Supongo que tendré que darte una lección-

Te recogió echándote sobre su hombro, llevándote a su habitación. Podías sentir la emoción creciendo en tu estómago mientras te cargaba. Te colocó en la cama, trepando encima de ti.

- Te voy a follar muy fuerte- te lo dijo, inclinándose hacia tu cuello para besarte, sus labios dejando marcas mientras mordía la suave piel.

- Mm por favor, he estado pensando en ti toda la noche- gemiste suavemente mientras continuaba con sus acciones.

Su mano inmediatamente comenzó a jugar con el dobladillo de sus pantalones cortos. Sus manos frías vagan por tus desechos. Finalmente llegó a bajarlos solo con tu ropa interior.

Sus manos comenzaron a abrirse camino hacia tu coño, jugueteando con tus pliegues húmedos. Los movimientos te hicieron soltar suaves gemidos. Sabía todas las formas de hacer que emitieras esos pequeños sonidos.

Lentamente comenzó a hacer su camino hacia tu clítoris, haciendo movimientos circulares.

- Mm Robby...- gemiste.

- ¿Te gusta? Acabo de empezar- dijo- Es tan patético lo mojado que te pones. Estás tan emocionado de que te llenen con mi polla, ¿no es así? Te dijo, yendo un poco más rápido-

- Sí, por favor- gritaste suavemente.

- Dime que necesitas- él te exigió.

- ¡Necesito tu polla, Robby, por favor!- gemiste más fuerte.

- Buena niña- dejó de tocarte y se levantó.

Gimoteaste por la pérdida del contacto. Se quitó la camisa y se desabrochó los pantalones, sacando su dura polla.

- Giro de vuelta- él ordenó.

Seguiste sus órdenes y te pusiste boca abajo. Sus manos inmediatamente fueron a tu trasero, dándole un pequeño golpe antes de abrir las piernas.

Sus manos estaban firmemente agarradas a tu cintura, acercándote a él. Lo sentiste entrar lentamente en ti, jadeaste levemente al sentirlo. No importa cuántas veces te cogió, siempre se sintió tan grande.

Una vez que ha entrado completamente en ti, comienza a empujar a un ritmo constante.

- Te sientes tan bien bebé, apretando mi maldita polla- él gimió.

Dejas escapar fuertes gemidos.

- Se siente tan bien, eres tan bueno conmigo-

- ¿Sí? Soy el único que puede hacerte sentir tan bien, ¿verdad?- preguntó.

Seguiste gimiendo y no respondiste. Esto te dio una fuerte bofetada en el trasero.

- Respóndeme- demando.

- ¡Tú! Tú Robby- gemiste por la bofetada.

- Buena niña- él te elogió.

Empezó a acelerar el ritmo rápidamente, golpeando cada punto que te hacía gritar de placer.

- Joder, no puedo esperar para correrme en ti, me veré tan bonita con mi semen en ti-

- Por favor, lo necesito- suplicaste.

- Te lo voy a dar. Llénate por completo...- gruñó, empujando descuidadamente.

El sonido de la piel golpeando y los gemidos de ambos resonaron en la habitación. Sentiste el nudo familiar formarse en tu estómago. Tu clímax se acercaba.

- Me voy a correr, Robby- le dijiste.

Su mano alcanzó tu cabello, haciendo que tu cabeza se inclinara hacia él. Se inclinó cerca de tu oído.

- Hazlo, córrete justo en mi polla bebé- gimió.

Su empuje te llevó directamente a tu clímax, liberándote sobre él. Gemiste en voz alta mientras él continuaba embistiéndote mientras llegabas al orgasmo.

Sintió que su orgasmo se acercaba poco después del tuyo.

- Me voy a correr bebé- te dijo.

- Adelante- jadeaste, todavía recuperándote de tu euforia.

Dejó escapar un gruñido bajo mientras sujetaba tus caderas, derramándose sobre ti. Lentamente se retiró, volteándote sobre tu espalda para ver su semen salir de ti, admirando el desastre que hizo. La vista casi lo puso duro de nuevo. Pero él te miró, notando que todavía estabas jadeando y tratando de recuperar el aliento. Supuso que la ronda dos podía esperar.

Se inclinó hacia ti, dándote un beso en la cabeza.

- Lo hiciste tan bien por mí bebé, gracias‐ dijo, acariciando tu mejilla.

Tarareaste en respuesta, todavía confuso.

- Vamos a meterte en el baño- dijo, recogiéndote al estilo nupcial y llevándote al baño.

No importa lo rudo que se pusiera Robby, siempre se aseguraba de que te cuidaran.

One shot- Smut ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora