Resumen: ¡dom! Gareth, chupetones, sexo en el baño, negación del orgasmo, elogios y degradantes, calentamiento de pollas.
- Siempre podríamos tener a T/N como sustituta para Lucas- Mike se encoge de hombros hacia Dustin.
- ¡Absolutamente no!- Gareth gime, tu rostro estaba pegado en su mente.
Él te odiaba. Él te odiaba. Él estaba resentido contigo. No, no lo estaba, simplemente no le gustó la forma en que lo hiciste sentir. La forma en que le apretabas los pantalones. La forma en que te burlaste de él. La forma en que corriste tu boca hacia él. Cómo podría arruinarte por completo y aun así, sin fallar, se te ocurriría un comentario sarcástico de que te jodería una vez más. Le encantaba, pero no podía dejar que sus amigos se enteraran de su calvario. Sí, pensarían que era genial como la mierda, pero tú eras el manager de sus bandas rivales. Ellos lo odiarían.
Tal vez si se hubieran tragado su orgullo masculino, te tendrían a ti como su mánager, pero una vez Eddie odiaba la idea de que una chica más joven que él fuera su mánager. Entonces, encontraste otra banda y rápidamente los ayudaste a reservar concierto tras concierto. Eran populares, a veces tocaban en lo que solían ser Bennys Burgers para los deportistas, y otras veces en las fiestas de las porristas en la mansión. En cualquier otro lugar en el medio. Eddie, oh, te detesta a ti y a su decisión. Tal vez si la campaña saliera bien podría preguntarte una vez más y disculparse…
- Sí, T/N puede reemplazar a Lucas- afirma, Gareth lo mira con traición.
Le gustaba tenerte para él solo. Su pequeño secreto de zorro.
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- ¿Así que me van a pedir que sustituya a Lucas en algún momento de hoy?- preguntas, jugando con el cabello de Gareth mientras te sientas en su regazo.
Actualmente, ustedes dos se escondieron en un cubículo de uno los baños más abandonados. Él asiente en tu pecho.
- ¡Y Eddie dijo que sí de inmediato!- exclama, mirándote.
Entrecierras los ojos con desconfianza.
- ¿Inmediatamente? Pensé que me odiaba-
- Es lo que pensaba- Él suspira mientras chupa un chupetón en tu escote expuesto.
Dejaste escapar un gemido entrecortado, lo que provocó que él sonriera para sí mismo. Sus manos agarran tu cintura, moviéndote de un lado a otro sobre su regazo. Se estremece por la fricción y te levanta, colocándote contra la pared del establo. Instintivamente, tus piernas encuentran su lugar alrededor de sus caderas y tus manos en su cabello, besándolo bruscamente.
- Vas a ser mi muerte- murmura, mordiendo tu labio.
- ¿Sí? Apuesto a que te gustaría eso, ¿eh? Qué manera de morir- sonríes, él rápidamente se muele contra tu centro para callarte y comienza a desabrocharte los jeans y los suyos.
Iba a ser fácil contigo, pero creo que preferiría no hacerlo. Él mira.
- ¿Bien? Decídete- chasqueas, jadeando mientras la cabeza de su polla se arrastra a través de tus pliegues.
- Esa es mi niña buena, quédate callada, ¿sí?- Él arrulla.
Gimes en voz alta en protesta, empujando tus caderas contra las suyas, solo para que él se aleje.
- Tomarás lo que te doy-
Algo se mueve en tu coño y te quejas sumisamente.
- Por favor- tu suspiro agudo no pasa desapercibido para él, y de mala gana te da lo que quieres, ansioso por finalmente dar un poco de alivio a su dolorida polla.
