Advertencias: obscenidad, frotamiento, oral (recepción), no se mencionan cosas específicas de género para el lector.
Tú y Gareth han tenido algunas citas y su relación aún era bastante nueva, pero ya estabas en el punto en el que tenías que ser creativa, por lo que sugeriste una película. Gareth eligió la película, una de terror aleatoria de la que todo el mundo estaba hablando.
- Gare... tengo miedo- te quejaste después de un jumpscare.
- ¿En serio? El CGI de ese monstruo es terrible- trató de razonar, viendo como te mordías el interior de los labios con nerviosismo- Ven aquí. Te haré sentir segura- abrió los brazos y te acurrucaste cerca de él.
Sentiste la forma en que su cuerpo se presionaba contra el tuyo, lo bien que olía y solo pasaron unos minutos cuando decidiste volver tu atención a su cuello, depositando suaves besos donde pudieras alcanzar.
- ¿Qué estás haciendo allí?- preguntó riendo un poco y depositando un suave beso en la parte superior de su cabeza.
No respondiste, solo seguiste haciéndolo. Te sostuvo cerca de tus caderas pero aun así vio la película, demasiado concentrado en ella para tu gusto. Querías que se concentrara en ti. Tu mano viajó a su entrepierna, descansando allí sobre sus jeans cuando suspiró.
- Cariño... Sabes que hay otras personas aquí, ¿verdad?- su advertencia no es más que un susurro detrás de ti.
- No me importa- te encogiste de hombros, palmeándolo y él respiró hondo, sujetando tu muñeca con fuerza para alejarte.
- Oh, ¿no? Eso es interesante- su otra mano se movió de tus caderas hacia tu coño y el gemido que dejaste escapar en el momento en que te tocó probablemente se pudo escuchar fuera del autocine, ya que estaba en silencio para que todos pudieran escuchar la película.
- Shh bebé, tienes que callarte. ¿Crees que puedes hacer eso por mí?- te tapó la boca con una mano y asentiste, sabiendo muy bien que no podías.
Pero podrías intentarlo, si eso significara que él seguiría tocándote. Y así lo hizo, tan despacio que sentiste que se te formaban lágrimas en el rabillo del ojo. No fue suficiente.
- Por favor…- gemiste contra su mano y él de alguna manera entendió.
- ¿Por favor, qué, cariño? Ya te estoy tocando- susurró, colocando su mano en tu cuello para escuchar tus súplicas.
- Quiero tu polla- respondiste simplemente.
- ¿Sí? Aw, es una pena que no podamos. Podrían vernos- aún así, movió su mano más rápido y dejaste escapar un sollozo.
- Por favor, te quiero tanto-
- Está bien, ya que lo pediste tan amablemente- te soltó, abriendo sus jeans y tus ojos se iluminaron, pensando que finalmente sucedería.
- Sin embargo, a mi manera- movió el asiento hacia atrás- Siéntate aquí- señaló el espacio frente a él y te ayudó mientras te arrodillabas en el piso del auto- Abre la boca y mantén la cabeza quieta, ¿de acuerdo?-
Asentiste y obedeciste de nuevo. Puso la punta de su polla en tu lengua y se movió suavemente hacia adelante, haciendo que te lo tragaras entero.
- Tal vez eso te mantenga callado- siguió, entrando y saliendo de tu boca y gemías a su alrededor mientras sentías que rozaba la parte posterior de tu garganta, con los ojos en blanco.
- ¿Cómo te las arreglas para seguir siendo ruidosa incluso con la boca llena de mí? Dios, estás tan desesperada, ¿eh?- intentas asentir pero no hace falta, tu cara lo dice todo- ¿Sí? Joder, eres tan buena conmigo bebé- él toma un puñado de tu cabello y te presiona hacia abajo, maldiciendo mientras se corre.
Lo sacaste de tu boca, sentándote de nuevo en el asiento del pasajero.
- Vamos, ponte el cinturón, vámonos- se arregló, encendiendo el auto y ya poniendo reversa.
- ¿La película aún no ha terminado...?- medio preguntaste, con la voz ronca después de haber sido utilizada.
- ¿Crees que me importa esta película en este momento? Primero, es mala. Y segundo, quiero ir a casa y follarte como te mereces, eso es lo que quiero hacer- re sonrió y tú le devolviste la sonrisa, apretando el cinturón y sabiendo que cuando se emociona así, será una larga noche para ti.
