resumen: te obligan a ver a Zemo, así que comienzas un juego de beber.
Bucky y Sam habían ido a hablar con John Walker para evitar que enviara a Zemo de regreso a prisión mientras lo necesitabas.
Ambos estaban en la sala de estar, esperando que los chicos regresaran, aburridos.
Notaste botellas de vodka, whisky, ron y otros licores de marcas caras.
- Un juego de beber, ¿de acuerdo? Tú, yo y ese delicioso vodka que te debe haber costado tanto-
-Te gusta jugar a la princesa? Me encanta. ¿Cuales son las normas?-
Luego le explicas que tienes que anunciar una frase.
- Yo nunca he... pero si lo has hecho, bebes-
Él acepta y comienzas el juego.
- Nunca traté de destruir a los Vengadores- dices con una sonrisa, jura y toma un sorbo.
- Nunca quise acostarme con Bucky y Steve al mismo tiempo- dice.
Pones los ojos en blanco y tomas un sorbo. El sueño de todos, de verdad.
Se ríe, sorprendido, y continúa el juego. Llega un momento en que vuestras mentes no son las mismas y empezáis a divagar, creando un ambiente tenso entre vosotros.
- Nunca soñé con ser tomado por un barón súper sexy- dice.
Tomas tu vaso y tomas un largo sorbo, mirándolo a los ojos. Traga saliva y espera tu sentencia.
- Nunca pensé que me tiraría a un ex-asesino en este sofá-
-Ay cariño, no lo pensé solo en el sofá- dices antes de beberse todo el vaso.
Terminas el tuyo y te pones de pie, posando frente a él.
- Entonces, ¿qué estás esperando? ¿Qué habitación primero?-
- Primero te haré rogar en la cocina, luego te follaré en este sofá y en mi cama, terminando vaciándome en tu boca en la ducha- dice todavía con elegancia.
Te quitas la camisa a toda prisa y él te observa mientras lo haces, todavía sentado en el sofá, con las piernas cruzadas. No tienes nada debajo de la blusa y te encuentras medio desnuda frente a él.
Caminas hacia el mostrador y te sientas en él, abriendo las piernas. Se levanta y se une a ti, terminando otro trago. Se instala entre tus piernas y te besa con fuerza, con avidez, tus lenguas bailan una contra la otra en un intento de dominar. Su mano se adhiere a tu cuello, creando una ligera presión sobre él.
Te quita los pantalones lentamente, obligándote a levantarte para quitártelos por completo. Pasa sus dedos por tu último par de ropa interior, acariciando tus partes íntimas, haciéndote gemir.
Te aferras a sus hombros, tu cabeza da vueltas y completamente caliente por el calor.
- Maldita sea Zemo, no me dijiste que eras tan bueno- dices mientras empuja dos de sus dedos dentro de ti.
Gimes y acelera el movimiento de sus dedos.
- Por favor déjame follarte-
- Por favor....-
- ¿Quién?-
- Zemo...-
Gimes su nombre lentamente, exagerando para excitarlo. Puedes sentir contra tu muslo el bulto duro de sus pantalones caros.
Zemo te levanta y te lleva al sofá, sentándose en él mientras él se para, entiendes lo que quiere y vas a por ello. Le desabrochas los pantalones y los baja hasta los muslos al igual que los bóxers.
Tu mano viene a jugar con su miembro duro y tenso. Cierra los ojos y pasa una mano por tu cabello. Lames una parte de su miembro, tomando su punta en tu boca. Él gruñe y presiona tu cara contra su pene. Tragas un poco más de su tamaño haciéndolo gemir de placer.
Aparta tu cara y se desnuda por completo, acostándote en el sofá. Se posa encima de ti y te penetra después de pedirte permiso. Comienza a entrar y salir lentamente, haciéndote gemir fuerte y rascándole la espalda.
- Nunca me he follado a un criminal-
- ¡Ya lo tengo!- gimes en voz alta.
Zemo te sonríe y acelera sus movimientos.
- Déjame correrme!- medio gritas.
Zemo retrocede y tira de tu brazo, tirando de ti hacia el dormitorio y empujándote hacia la cama, boca abajo. Levantas las caderas, presionándolas contra su pelvis. Se agarra el pene y de repente te penetra.
Dejas escapar un gemido y te aferras a la sábana debajo de ti. Su piel choca contra la tuya, llenando la habitación con ruidos de bofetadas. Levanta la mano y la baja sobre tu nalga.
Sus brazadas de espalda se vuelven más poderosas y violentas. Sientes que un nudo se deshace dentro de ti y te aferras con más fuerza.
- ¡Me voy a correr!-
- ¡Ven por mí bebé!- ordena.
Y te corres, apretando alrededor de su polla.
Él sale y te lleva al baño. Él abre el agua y te deja caer debajo. Te arrodillas y abres la boca para tragar su miembro lubricado. Chupas largamente su miembro y juegas con el resto. Aprieta su agarre alrededor de tu cabello mojado y se mete en tu boca.
Lentamente tragas toda su semilla y limpias tus labios. Él te levanta y te besa en los labios.
Te ayuda a lavarte y te envuelve en una toalla. Acostándote en su suave cama. Quedarse dormido poco a poco sin escuchar regresar a los chicos.