Llegué a Reggio di Calabria nervioso por verla de nuevo, desde que había hablado con la amiga de Nicoletta un mal presentimiento se había apoderado de mi. El taxi me dejó en una casa a las afueras de la ciudad situada en lo alto de una colina, en la puerta me esperaba una mujer que daba la impresión de ser una enfermera y mi susto se incrementó, al entrar la amiga de mi amor me recibió con una cara que a leguas denotaba tristeza.
— Ella te está esperando allá arriba, es la habitación que esta al final del pasillo— me indicó.
— ¿Qué le pasa a Nicoletta?, ¿por qué ahora es que me busca?
— Todas tus preguntas te las va a responder, solo te pido que seas cuidadoso, su estado no es muy bueno.
Asentí y me fui directo a buscar las respuestas a muchas interrogantes que tenía desde que se había ido, toqué la puerta y escuché que me permitían pasar, cuando abrí la escena que veían mis ojos me partía el alma en miles de pedazos. Ahí estaba mi chica de cabellos color caramelo, mi Nicoletta, mi amor, acostada en una cama que parecía cinco veces más grande que ella, había perdido algo de peso, pero seguía hermosa, sus bellos ojos claros me miraban vidriosos y su sonrisa era triste.
— Viniste a pesar de dejarte solo— dijo en un tono de voz suave.
— Me dijeron que me necesitabas y aquí estoy— le dije acercándome a ella para tomar su delicada mano que en ese momento se veía más pequeña y besarla.
— Mereces una explicación de...
— Ahora no— la interrumpí—, hablaremos después. Es momento de que descanses.
— Creo que para mí no habrá un después Stefano—una lágrima rodó por su mejilla.

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BARCO DE PAPEL
Любовные романыLos barcos de papel eran mi juguete preferido y cuando estaba en el lago sentía que era un capitán grandioso que comandaba una flota de guerra, cuando se hundía porque ya no soportaba estar más a flote, lloraba mucho, entonces regresaba corriendo...