El día que nos casamos estaba el sol más maravilloso que pudo haber salido, mi prometida estaba hermosa con un traje sencillo de color blanco. Calabria era una zona costera encantadora, mi amada Nicoletta quería casarse a las orillas de la playa y así lo hicimos, el padre del pueblo auspicio la ceremonia y los testigos fueron su amiga, la enfermera y un capellán de la parroquia, no necesitábamos mas, yo no necesitaba más porque lo que más anhelaba estaba frente a mi sonriéndome.
Nos juramos amarnos lo que nos quedara de vida olvidándonos que existía algo que se interponía en ello. Ese día mí esposa disfrutó muchísimo, bailamos, reímos y agradecimos a Dios y al universo por habernos encontrado. Ya en nuestra habitación Nicoletta me besaba despacio pero muy intenso, de verdad la deseaba, sin embargo, no quería fatigarla.
— Nicoletta, no deberíamos...
— Debemos y lo deseamos— me cortó—, terminemos este día como lo hemos vivido, como un día normal, es nuestra noche de bodas y muero porque me hagas el amor.
La miré atento a cualquier cambio, pero solo podía ver amor y deseos en sus ojos. Esa noche la amé, malditamente la amé con todo mi ser.

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BARCO DE PAPEL
RomanceLos barcos de papel eran mi juguete preferido y cuando estaba en el lago sentía que era un capitán grandioso que comandaba una flota de guerra, cuando se hundía porque ya no soportaba estar más a flote, lloraba mucho, entonces regresaba corriendo...