Como ese fin de semana era largo decidimos ir a pasarlo en Lecco, quería que Nicoletta viera el pueblo donde pasé los mejores años de mi vida y sobre todo viera el hermoso lago que lo rodeaba. Hace unos días atrás la había notado algo decaída de salud, aunque me dijo que solo era un resfriado que todavía no le había pasado, con un poco de suerte el clima del pueblo le ayudaría.
— ¡Este lugar es hermoso Stefano! — Me dijo luego de darme un beso—. Nunca había estado en un sitio tan lleno de paz y belleza natural.
— Es lo que más recuerdo de mi infancia, mis padres y yo vivíamos en la ciudad como tal y mis nonos prefirieron quedarse aquí a las afueras, decían que ellos no iban a dejar su paraíso por nada en el mundo.
— Tenían razón, esta casa y con esta vista es un pequeño trozo de paraíso.
— Por ese camino— le señalé el sendero que pegaba con la verja trasera de la casa—me iba yo hasta el lago a jugar con los barcos de papel que mi nono me hacía.
— ¿Una carrera hasta el lago? — Me preguntó traviesa.
— Tienes dos minutos de ventaja— respondí sonriente.
Nicoletta comenzó a correr entre risas mientras la veía tomar ventaja, en ese instante supe que quería pasar el resto de mi vida con ella.

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BARCO DE PAPEL
RomanceLos barcos de papel eran mi juguete preferido y cuando estaba en el lago sentía que era un capitán grandioso que comandaba una flota de guerra, cuando se hundía porque ya no soportaba estar más a flote, lloraba mucho, entonces regresaba corriendo...