Capítulo 38

31 8 5
                                    

Ava Jalali

Después de mi reunión con Rial, volví a mi casa no muy emocionada, nuevamente sentí las paredes frías, las últimas veces que estuve allí, fue con mis amigos...me sentía bien, protegida y acompañada, pese a todo el desastre que nos acechaba, ahora el desastre sigue aquí, pero estoy sola, vuelvo a sentir la frialdad del interior de esta vivienda, me recuerda a cuando vivía sola, después de que mis padres se fugaran.

Miro atrás y aún no comprendo como todo ese futuro se derrumbó, años y años planificando mi vida perfecta, para que ahora todo esté hecho trizas. No sé que hice mal, aún no comprendo como de soñar con ser una exitosa profesional, con una familia feliz, vivo ahora esta pesadilla. Aún intento hallar el suceso que provocó este punto de inflexión, pero hasta ahora, no tuve éxito.

En ese instante, escucho oír la puerta, estoy sorprendida, tal vez es Caitlin, o Dylan quiere disculparse.
Pero no, es Zach, trae algo en sus manos, creí que le había dejado claro que lo nuestro terminaría para siempre.

-Hola, en mi casa quedaron algunas de tus cosas, vine a traerte personalmente, y a despedirme.

-¿Te vas?-pregunto sorprendida abriendo los ojos.

-Aún no, pero estoy viendo si puedo adelantar mi viaje.

-Espera...tengo aquí algo para ti, nunca te lo di, pero tenía que hacerlo...ahora quiero que lo conserves, porque aunque lo nuestro no pudo ser, yo no me olvidaré de ti y de nuestros buenos momentos, espero tú tampoco lo hagas-respondo mientras voy a mi cuarto a buscar el obsequio que le tenía preparado.
Es un adorno metálico en forma de claqueta, que lo compré para su cumpleaños, pensé que ese objeto le recordaría a él todo lo que luchó en su vida para llegar hasta donde lo hizo, porque tengo fe en él, y sé que hará grandiosas cosas en el futuro, y no solamente porque se esfuerza muchísimo, sino porque se lo merece.

-Esto es para ti, a pesar de todo, te deseo el mayor de los éxitos Zach, gracias por haber sido esa luz en el final del túnel que necesitaba en mi vida.

-Te agradezco-responde él con mucha seriedad, sin hacer contacto visual conmigo.

Cuando se da la vuelta para irse, se detiene observando algo, pero no logro ver que es.

-¿Recibiste una carta de la sociedad carmesí?-pregunta con rostro de confusión al ver el sobre cerca del estante.

-Sí, hace tiempo ¿cómo sabes tú de esa sociedad?

-A mí también me llegó una carta. Ten cuidado-expresa con firmeza.

-¿Por qué lo dices? Ahora me asustas.

-Yo recibí una carta hace varios meses, la abrí entusiasmado porque creí que era la antigua sociedad de estudiantes de la BHU, pensé que me invitarían a su club. Pero la nota hablaba de una cierta venganza.

-¿Venganza? Por favor Zach, dime todo lo que sabes, y si tienes la carta necesito que me la des por favor.

-No lo sé, porque para saber más tenía que haber asistido ese día al lugar de reunión. Como sabía que nada de eso sería bueno, no lo hice, y nunca más recibí otro anónimo. Como el sobre contenía mi nombre lo incendié y deseché sus restos, lo siento...es mejor que te mantengas alejada de todo eso, parece ser peligroso-sugiere él.

En ese instante, mi celular suena nuevamente, es un mensaje de Caitlin, que pese a todo lo que nos ocurrió, otra desgracia sucedió; Dylan está en el hospital.

Los PerfeccionistasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora