Capitulo 36: the taste of dawn

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Casi como un sueño, pareceria despertarme profundamente para abrir los ojos y sabes que Julian a las tres de la mañana me estaba llamando.

Es una llamada de Julian, confirmo.

-¿Hola? - digo murmurando.

-Mery-esucucho otro murmuro del otro lado del telefono- Espero no haberte despertado.

-Un poco si. -me acerco bien a la orilla de la cama- Sinceramente no creí que me llamarias, pense que hablariamos otro dia en algun otro lugar.-le digo. 

-Lo sé, solo que.- se toma unos segundos.- necesitaba escucharte, sé que no hablamos mucho.

-Descuida y el día de hoy ambos estuvimos muy ocupados. -miro la luz del balcón- hace rato no hacemos esto sinceramente.-sonrio.

-Lo sé, pensaba lo mismo- se lo escucha un poco mas tranquilo- Extrañaba esto cuando estábamos lejos, y hoy también lo necesito. ¿Recuerdas cuando estaba en por Nevada y vos en Argentina y te pedía que salieras un rato al balcón de tu casa para que te pudiera ver ?

Rio al recordarlo. -Si lo recuerdo, me consolaba saber que podía verte a lo lejos aun asi si fuera un pervertido el que me saludaba. - risueña al recuerdo intento escucharlo.

Julian parecía divertido aunque hablaba en voz baja- Dilo por ti, yo tenía cerca a una abuelita que quería enterarse primero que nadie de los escándalos de Las Vegas. -rie Julian- Mery, se que es imposible tal vez esté equivocado. Pero nadie quiso pasarme el número de tu habitación. Ni siquiera Tommy. Pero necesito verte hablar contigo, sentirte. Me sirve de consuelo verte salir por el balcón del hotel, a lo mejor pueda verte, o a lo mejor no- hace un pequeño silencio- pero me serviría de consuelo y esperanza saber que te tengo cerca.

Escucho a Julian respirar cada vez más hondo. Una sensación de tristeza recorre por mi mente, soy dura y me muestro poco porque no quiero llegar muy lejos, pero algo me dice que no la está pasando bien y no podemos hacer algo que queremos prohibirnos. No estamos haciendo nada ilegal hasta ahora, pero tengo miedo de no ser la única que salga herida.

Miro el balcón y las cortinas flamear de un lado al otro, con las pantuflas del hotel puestas me dirijo al balcón, las luces blancas del jardín y la brisa de la altura solo libra este calor que sentía por dentro el querer encontrarlo en algunos de los balcones.

-Me ves?- me pregunta Julian.

Doy casi toda la vuelta, había pocas personas- no.

Al dar la vuelta por completo casi rendida lo veo.

-Te encontré. - Julian me dice por teléfono.

Una sensación de escalofríos siento recorrer en todo mi cuerpo, como advirtiendo lo que Julian provocaba en mí, casi anhelando verlo y él solo podía mirarme con su mirada tan penetrante, dulce y anhelante. Creo que ambos necesitábamos esto. Estábamos entendiendo que tal vez sería la última vez que nos veríamos.

-Ahí estás preciosa.- me dice casi desesperado.

Compartimos el mismo piso solo que estamos a 9 balcones de distancia. Pero estuvimos cerca.

-Hola- le digo casi gimoteando.

-¿Qué ocurre?-me pregunta preocupado.

-Julian sabes que no podemos estar juntos y creo que puede ser una de las razones por la que me llamas.

-Escucha mery, no quiero que nadie salga lastimado, pero te necesito y me va a ser difícil esto.

-Lo se Julian para mí también, pero ella no quiere separarse. Lo sé, no me lo dijo con exactitud pero me lo dejó muy en claro.

-¿Hablaron?- me pregunta.

-Si y lo entiendo. Y sabemos que no somos capaces de lastimar a alguien, menos por algo egoísta que sentimos. Y lo entiendo. Creeme que te entiendo. La manera en que la escuche...

-¿Que te dijo?- me pregunta.

-No importa eso, no sé si haya sido cierto o no, o si lo creo o no. Pero entendí que ella no quiere separarse de vos y va a hacer todo lo posible por que la quieras. Y yo no puedo competir con eso si no tuve la oportunidad. Por eso te entiendo también.

Julian se muerde los labios de impotencia.- odio lastimarte, me odio por esto. Por todas las malas elecciones que estoy tomando.

-Pero es lo correcto Julian, no pierdas lo que sos. No seas un idiota solo para que ella te deje, que te deje porque se da cuenta que no puedes estar con ella.

-Esta bien Mery. Solo déjame verte una vez más.-sus ojos más verdes que nunca buscaban los mio haciendo que me ruborice por completo, ocultando mis lágrimas trato de que la última noche no la recuerde así. Ninguno de los dos.

-Habitación 635. Dejaré la puerta abierta.

Tome aire lo más rápido que pude para que Julian no note mis nervios al decirlo. Julian solo asintió y colgó y salió del balcón, dejándome a mí en la oscuridad de la noche esperando, ansiosa. Nerviosa, con una serie de imágenes recorriendo mi cabeza de todo lo que estamos viviendo, y angustia al saber que esta iba a ser la última vez que lo iba a tener junto a mi.

Me dirijo hacia la puerta y la dejo abierta. Salgo de nuevo hacia el balcón a tomar la brisa que se convertía en un viento ligero. Cierro los ojos dejando caer la última lágrima que secaba el viento que parecía elevarse cada vez más, el ruido de las hojas de los árboles se escuchaban en armonía, al unísono siendo tocados uno por otros. Suelto mi pelo, me lo voy desarmando a medida que mis dedos recorren el largo peinándose y haciéndolo hacia donde va el viento. Hasta que siento unos brazos tomándome por la cintura y recorriendo todo su brazos hasta entrelazarlos a los míos.

Between love & hate (fanfic Julian Casablancas )- SEGUNDA TEMPORADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora