CAPÍTULO 9

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Megan

Entre más pasan los días más me siento confundida.

Matthew tiene una esencia que es atrayente, no solo su físico impone a tal punto que uno desee querer conocer más, sino que su forma de ser tiene algo que es interesante, aunque aun no he descubierto lo que es.

Ciertamente no he tenido la oportunidad para conocer mejor a Matthew, quizás así pueda descubrir qué es lo que me atrae de él que hasta celos me hace sentir, porque sí sentí celos de su secretaria y de lo descarada que es al intentar coquetearlo sin que él le tome mucha importancia.

Desde el momento en que Matthew me dio una mínima señal de querer besarme nuevamente como lo hizo ayer he sentido algún tipo de liberad para sentirme celosa y querer que él solo me vea a mí y a nadie más.

Yo mejor que nadie sé que entre Matt y yo no puede existir ningún tipo de relación, es el jefe de mi mamá y desde ahí las cosas ya van mal, además que es el director de mi colegio y eso hace las cosas aún peores.

Acepté la cena de hoy porque siempre llego famélica a mi casa y el estar cenando tan tarde en la noche me ha estado afectando en mi estomago y en mi sueño, a veces no como nada al llegar para asegurarme tener una noche tranquila y sin malestares estomacales.

A las 5, la secretaria de Matthew se va y él tiene una reunión. Es raro ver a mi mamá en esta reunión, pero es más de lo de siempre. Puedo escuchar muchas de las cosas que hablan y uno realmente se podría quedar sorprendido del tipo de estudiantes que hay en los colegios.

—¿Te quedas?— dice mi mamá al terminar la reunión y ver que Matthew seguirá trabajando.

—Sí, debo terminar algunas cosas.

—Debo llevarme el carro, si necesitas que te venga a recoger solo me avisas.

—Bien, gracias, mamá— me da un beso en la cabeza y sale de la oficina dejándonos solos nuevamente.

—Yo puedo llevarte si es necesario— dice aun viendo su computadora —después de todo salimos tarde de aquí por mi culpa.

—Gracias, pero no son necesarias tantas molestias.

—Si fueran molestias no te las ofrecería— me quedo en silencio mientras lo veo sacar su celular —¿Te gusta la comida china?

Asiento y sigo con mi trabajo mientras él llama para hacer la orden. Cuando llegan guardamos todo y nos sentamos juntos en mi mesa donde trabajo para cenar.

—Huele delicioso— me sonríe mientras abrimos los recipientes donde viene nuestra comida.

—Cuéntame cómo te está yendo en clases— me pregunta como si fuera lo más casual mientras empezamos a comer.

—Relativamente bien, deseando graduarme, pero todo bien.

—Después de que salgas vas a querer regresar, lo digo por experiencia.

—Muchos me han dicho eso, pero pienso que es dependiendo de las personas y de cómo perciban la vida adulta.

—No es tan fácil como suena, créeme. ¿Sabes en dónde harás tus prácticas profesionales?

Y con esa pregunta nos sumergimos en una conversación sobre el colegio, el trabajo, las prácticas y qué quiero estudiar una vez que salga del colegio. Siempre me ha gustado la arquitectura y me especialidad es diseño gráfico, por lo que espero poder estudiar algo relacionado con el diseño.

Una vez que terminamos de cenar, decidimos que es tiempo de irnos. He pasado una bonita velada con él, creí que sería más aburrida y ha sido todo lo contrario, no he dejado de reír con todas sus anécdotas de su primer año en la universidad.

Sobre nuestra pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora