CAPÍTULO 13

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Dedicado a tiffanylmadrigal

Megan

He estado especialmente enojada con Matthew por todo el sucedo del sábado.

Sé que él no tiene la culpa de nada de lo que sucedió, en especial porque pude reconocer la actitud de su amiguita en querer hacer que nos enojemos, sin embargo, hay algo en mí que me hace sentir molesta porque siento como si estuviera viviendo lo mismo de nuevo solo que con una persona diferente con actitudes diferentes y una forma de pensar diferente.

El sábado cuando estuve hablando con Matthew venía de pasar por uno de los episodios de mi papá donde tiraba todo y quebraba todo cuanto tenía enfrente. Intentó levantarle la mano a mamá de nuevo, pero Emma y yo estábamos ahí y pudimos impedirlo, estaba agotada para seguir peleando.

Al principio no iba a salir, pero después de toda la situación con mi papá solo deseaba verlo y tener un poco de respiro. Ciertamente no tenía cabeza para pelear en ese momento, pero eso no significa que olvide todo lo que sucedió y lo que eso me hizo sentir.

Hoy debo ir a su oficina, lo que no me emocionada para nada porque quiero descansar, me siento muy agotada. Estamos en semana de exámenes y son mis ultimas semanas trabajando en la oficina lo que quiere decir que tendré nuevamente las tardes libres, pero también que Julio, Addison y sus víboras van a regresar lo que implica más trabajo para mí porque me van a molestar el doble.

—Hola— digo entrando a la oficina, en donde está con su secretaria leyendo algunos papeles y firmando otros.

—Megan, adelante— dice muy alegre.

Voy hasta mi mesa de trabajo donde hay una tarje sobre una invitación a una cena el próximo jueves y una carta escrita a mano. Esa ultima decido guardarla para leerla cuando esté a solas. También hay un ramo de gardenias blancas con un chocolate encima.

Sonrío al ver que recuerda lo del significado de las flores y que las margaritas como las gardenias son mis favoritas. Las huelo y les tomo una foto, me encanta verlas así tan esplendorosas, brillantes y vivas.

La secretaria sale cerrando la puerta y Matthew se viene a sentar a mi lado mientras enciendo la computadora para trabajar.

—Hola nena.

—Hola— le sonrío viéndolo a los ojos —gracias por todo esto, las flores están preciosas me encantaron.

—Me alegra que te hayan gustado. ¿Cómo te sientes hoy?

—Agotada, solo quiero dormir.

—Empiezas exámenes la próxima semana verdad.

—Sí, mi última semana viniendo aquí.

—Excelente, al menos podré tenerte dos semanas así.

—¿Así cómo?

—Cerquita— se acerca más a mí tomándome del cuello para besarme. —¿Sigues molesta?

—Sí, solo que ya no tanto.

—¿Terminarás de perdonarme en algún momento?

—Espero que sí. Creí que haber pasado por una infidelidad con una persona que no me importaba tanto no me iba a afectar, pero ahorita estoy viendo las consecuencias de eso.

—Yo no te voy a engañar, no podría hacerte eso.

—Lo mismo me prometió Julio y todo terminó mal.

—Esa es la diferencia entre él y yo.

—Lo lamento— digo agachando la cabeza —no quería que sonara como si los comparara.

Sobre nuestra pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora