CAPÍTULO 17

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Megan

He tenido muchas noches increíbles con Matthew, pero creo que esta es la mejor sin duda alguna.

Pasar mi noche, mis desánimos y mis felicidades con él en una sola noche ha sido una explosión de emociones.

Abrí mis ojos cuando la luz del día me pegó en la cara. Me encuentro sobre su pecho, nuestras piernas enredadas y él durmiendo plácidamente con una de sus manos tomando la mía y la otra en mi cintura.

Le doy un beso en el pecho y me presiona contra él aun con los ojos cerrados.

—Buenos días bebé— le doy otro beso y logra entreabrir los ojos.

—Buenos días nena— me da un beso en la frente —¿cómo te sientes?

—En las nubes— siento en su pecho la vibración de su risa y me alegra la mañana —podría acostumbrarme a esto.

—No me des ideas, que ganas no me faltan.

—¿No te faltan ganas?— levanto mi cabeza para verlo mejor con una sonrisa en mis labios.

—Eso también, pero sabes que me refiero a despertar así todos los días—Reparto besos por toda su cara y su pecho cuando suena el timbre —nena, debo ir a ver quién es.

—No, en algún momento se va a cansar y se irá— vuelven a tocar el timbre y la puerta.

—No tardaré mucho y regreso aquí contigo.

—Está bien.

Se levanta poniéndose unos shorts deportivos para salir sin antes advertirme de salir completamente vestida. Aprovecho estar sola para llamar a Ginna.

Son las 9 de la mañana, espero que haya un buen motivo para levantarme— dice recién tomando la llamada.

—Lo hay.

—¿Cómo estuvo el sexy desconocido?

—Más que bueno.

—¡AH! Esas sí que son buenas razones para despertar. Cuéntame todo.

—Solo te diré que fue maravilloso, en un punto fue un poco como vainilla, pero ya después del segundo round fue más salvaje.

—¡Madre mía! ¿Cuántas veces lo hicieron?

—¿Sueno muy vulgar si digo que perdí la cuenta?

—Suenas exactamente vulgar.

—Ginna, hablo enserio.

—Meg, eso es increíble no te fijes en si se ve o se escucha vulgar ¡lo disfrutaste! Y es lo que importa.

—Sí, creo que sí.

—Ahora ve a pasar tú día con tu hombre y aprovecha todo lo que puedas.

—Nos hablamos luego.

—¡Claro que vamos a hablar luego! Bye loquita.

Me corta la llamada sin decir más y decido que es hora de un baño. Rápidamente me baño, es mi primera vez aquí y no quiero abusarme del tiempo que puedo pasar dentro de la ducha.

Al salir del baño ya vestida, Matthew está revisando unas cosas en su celular.

—Nena, tenemos algunas visitas.

—¿Visitas? ¿Quién?

—Es Matthia, le pedí que se fuera, pero cuando se dio cuenta que estás aquí insistió en conocerte.

—Bien, creo... creo que puedo soportarlo.

—No lo hablamos antes, así que no quiero presionarte.

—No, está bien. Quiero conocer a tus amigos también, no vamos a andar toda la vida escondiéndonos.

Sobre nuestra pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora