Capítulo 12

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Sesshomaru llevo a su pequeña a un restaurante cerca del hospital para que comiera algo, no dejaría que esta situación le afecte más.

—Come cariño — pidio cuando su orden llego.

—Si, gracias cariño — respondió aún afligida.

—¿Qué le dijiste a tu papá? —preguntó.

—Le dije que todavía no era momento de que me deje sola y que yo lo necesitaba — un nudo se formó en su garganta.

—Estoy seguro de que te escuchó amor—, le toco son suavidad su mano.

Rin sonrió, terminaron de comer y regresaron al hospital, ella se dio cuenta de que una enfermera se le quedaba viendo a Sesshomaru y decidió marcar territorio, lo tomó de su brazo e hizo un puchero.

—¿Qué pasa? —preguntó sorprendido.

—Besame — pidió.

Sesshomaru sonrió y se puso a su altura para darle un beso tierno. Cuando se separaron Rin miro de reojo a la enfermera se dio cuenta que tenia una mueca de asco y sonrió complacida.

—¡Me lo estoy tirando yo, maldita! —. Penso con orgullo.

[...]

Miyuki estaba en la habitación de su hija; su pequeña seguía inconsciente, no soportaba ver sus muñecas vendadas. Su mano se posó en su pequeño vientre, seguía sorprendía ya que el bebé se estaba aferrando a la vida.

Miyuki miraba las facciones de Rina, sin duda era una copia suya, exceptuando que ella tenía el cabello lacio y Rina lo tenía rizado; pestañas largas, piel blanca con las mejillas sonrosajadas, ojos color castaños, su hermosa melena negra. Sonrió, amaba tanto a su hija, ella era lo único que tenia en el mundo.

Escuchó la puerta de la habitación abrirse, era una joven enfermera.

—¿Pasa algo? —

—No señora Enzan, lo único que me venia a informale era que ya podía pasar a ver a su esposo —. Hizo una reverencia y se fue.

Suspiro. Sin duda estos días serían difíciles, le dio un beso a su hija para ir a ver a su... "esposo".

Le hicieron ponerse el uniforme quirúrgico como a Rin. Cuando ella ya estaba a su lado recordó cuando él la "acepto".

Miyuki

Estaba terminando de arropar a Rin, la niña ya tenía 1 año 4 meses, apesar de ser tan pequeña me puedo dar cuenta que se parece mucho a ella, terminé y salí de la habitación.

Cuando cerré la puerta vi la silueta de Naoto en el balcón, me sentía mal por hacer sufrir al hombre que amo, me he dado cuenta que todas las noches llora.

Naoto en el pasado era un hombre que lo tenía todo, pero nunca sospecho que mi oscura obsesión amenazaba a su familia, víctima del engaño le quite lo que más quería.

Dejame cuidar de ti y de tu hija — pedí..

Y hundido en su dolor cayó ante mi.

[...]

—Naoto, tú no sabes todo lo que hice para estar contigo, eres el amor de mi vida y ahora me quieres dejar como si no fuera nada — lloraba —. Tú no me  puedes, ¿Me escuchaste? Por que si lo haces te mató, te juro que te mató.

No sé dio cuenta que Rin estaba detrás de ella escuchando todo, cuando le dijo lo último el monitor de signos vitales empezó a sonar y Rin se acercó a ella, Miyuki se alejo un poco sorprendida.

—¡¿Qué hiciste tia!?, ¡¿Qué le hiciste a mi papá?! — preguntó Rin asustada.

—Yo no le hice nada — se defendió—¡Naoto, por favor!

—¿Qué le hiciste? — volvió a preguntar Rin.

—Ya te dije que no le hice nada — volvió a defenderse—. Naoto por favor.

Las lágrimas bajaban por su blanca piel.

La doctora que atendía a su padre, les pidkoque salieran y regaño a la enfermera ya que Noato todavía no podía tener visitas.

Ni Rin ni Miyuki querían salir, pero la enfermera logro sacarlas.

[…]

Sesshomaru estaba con Misaki, cuando vio salir a Rin y a Miyuki llorando.

—¿Qué pasó? —preguntó acercándose a ella.

—Papá agravó— Lo abrazo con fuerza.

—¡¿Cómo qué se agravó!? — preguntó Misaki sin comprender —. Se supone que todo iba muy bienn.

—No sé, no sabemos que fue lo que pasó, entro en crisis y nos sacaron de terapia intensiva —contesto Miyuki.

Rin lloraba desconsolada en los brazos de Sesshomaru.

Miyuki, Misaki y Rin lloraban en la sala de espera, mientras Sesshomaru abrazaba a Rin. Ella no quería dejar el hospital así que paso la noche ahí.


Spoiler de un próximo capítulo no muy lejano.

—Ese niño que llevas dentro se va ahogar en tu veneno— dijo sin compasión Kirinmaru.

Rina lo miro de reojo y le dio una cachetada.

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