Capítulo 7.
Este capítulo se dividió en dos partes conocerán la historia de la mamá de Rin y sus tías, espero les guste mucho ❤️.
Después de la pelea con su esposo, Miyuki estaba en su antigua habitación, aún no podía creer que su esposo le hubiese pedido el divorcio… tenía los ojos cerrados, cuando de repente…
—¡Sueltame Miyuki! — suplicó su hermana.
Cuando quiso reaccionar el barandal se rompió y lo último que escuchó fue el grito desgarrador de su hermana mayor.
Miyuki abrió los ojos asustada, su corazón latía rápido.
—Ella está muerta, ella está muerta — susurraba, tenía las manos sudadas.
Fue entonces cuando su mente retrocedió en el tiempo…
[…]
Japón, Tokio.
24 años atrás.
Una joven madre acomodaba por milésima vez la cuna de su futuro bebé, todavía faltaban dos meses para tener al pequeño en sus brazos, Naoto y ella decidieron no saber del sexo del bebé hasta que naciera.
Sorincha era una joven de cabello castaño, piel blanca y ojos marrones, ella era la mayor de 3 hermanas, seguida por Mizaki y la menor era Miyuki, los padres de ellas murieron en un accidente por lo que Sorincha decidió llevarse a sus hermanas con ella a la casa que su esposo compro para ella.
Mizaki era una joven hermosa y de buen corazón como su hermana mayor, pero Miyuki era una joven caprichosa y envidiosa, pero contaba con la suficiente inteligencia para pasar frente a todos como un “verdadero ángel”, solo Mizaki conoce el oscuro corazón de su hermana menor.
____Sorincha estaba perdida en sus pensamientos cuando por accidente tiró una fotografía enmarcada, con mucho cuidado se agachó para recoger los pedazos de vidrios cuando…
—Espera Sorincha — dio un pequeño brinco de susto provocando qué se cortará — Mi amor ya te cortaste— susurró su esposo con una voz dulce.
Ella bromeó diciéndole que eso no habría pasado si él no la hubiera espantado, Naoto la ayudo a levantarse para besarla, amaba tanto a esa mujer, ella y ahora su bebé eran el motivo para seguir adelante, se puso sobre su rodilla para quedar frente a su vientre.
—Te esperamos con mucho amor pequeño— susurro para darle un beso.
La pareja estaba encerrada en su burbuja de amor que no se dieron cuenta que estaban siendo vistos por la hermana menor de su esposa. Miyuki se alejó y fue a su habitación, cerró la puerta con seguro y de su cajón saco una pequeña caja con que contenía una foto de su cuñado y otras pertenencias de él.
Había amado a su cuñado desde las sombras, odiaba a su hermana y la vida que ella tenía y para el colmó su otra hermana se casaría al día siguiente y ya tenía un plan para hacerla sufrir. Decidió tomar un paseo y en la plaza se encontró a su hermana junto a su prometido besándose, la mirada que les dedicaba era de odio, aunque después de unos segundos sonrió malevolamente y decidió regresar a la casa a esperarla para molestarla.
Misaki llegó a la casa con una sonrisa boba pero su sonrisa se borro cuando paso por la habitación de su hermana.
—Hermanita que espectáculos das, qué vergüenza —
—¿Perdón? — cuestionó sería.
—¡Ay por favor! no te hagas que la virgen te habla, hace rato te vi besuqueandote con tu novio— dijo con desagrado.
Misaki estaba molesta.
—No tengo nada de que avergonzarme, él es mi prometido y mañana nos vamos a casar —.
No quería discutir con ella, así que decido seguir su camino, aunque Miyuki salió detrás de ella.
Le dijo que parece que esta desesperada por casarse con alguien que no conoce, Misaki se dio la vuelta y le contestó que lo único que tenia que saber era que la quería.Miyuki sonrió: —¡Ay! Pues deberías de tener miedo, por que nisiquiera conoces a alguien de su familia, un amigo de él, es más ni un perro o alguien que lo conozca —.
Misaki se molestó más y le puso un alto, diciéndole que le duele ver a las demás personas felices, ambas empezaron a pelear más fuerte.
—¡Ya callate Miyuki! — su rostro estaba rojo.
—¡No me voy a callar por que aún no terminó de decirte que tu prometido no vale la pena y te aseguro que no vas a ser feliz!
Misuki perdió la cordura y le dio una cachetada. En ese momento llego su hermana y su cuñado preguntando el por qué de su discusión; Miyuki no perdió el tiempo y se refugio en los brazos de su cuñado, mientras que Misaki se fue a su cuarto. Sorincha se toco el vientre, los enojos no le ayudaban mucho.
La pareja estaba en su habitación, Sorincha le pregunto por su hermana pequeña y Naoto le respondió que ya estaba en su habitación y ya estaba mucho más tranquila, Sorincha le dijo que se estresaba qué sus hermanas no se llevarán bien.
—No digo que sea la culpa de Miyuki, pero ella es algo inmadura e imprudente.
—Ten paciencia, entiende que a ella es a la que más falta le hicieron tus padres —.
Sorincha se acercó a su esposo y lo besó, le agradeció que apesar de todo aceptará qué viviera con ellos.
—Te amo— le susurro Naoto — vamos a descansar que lo necesitas mi amor.
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Al día siguiente.
Llegó el día de la boda, primero sería por el civil y después por la iglesia. Misaki estaba nerviosa desde que despertó tenía un mal presentimiento, su día no había empezado bien, pues como siempre discutió con Miyuki.
[…]
En su habitación Miyuki se puso una ropa común, tenía algo que hacer antes de ponerse hermosa. Cuando llegó a su destino toco la puerta de la habitación y salió su futuro cuñado, al parecer terminaba de bañarse, pues solamente tenía una toalla cubriendolo, se metió al departamento y cerró la puerta.
Él se sorprendió por su visita y le pregunto si pasaba algo, rápidamente penso en su novia, pero rápidamente Miyuki lo tranquilizó diciéndole que venia a darle su regalo de bodas, él no sabía de lo que estaba hablando cuando sintió los labios de ella sobre los de él, la intentó alejar pero ver el cuerpo de su cuñada hizo que perdiera la cordura y aceptó el beso.
—No te cases con Misaki, vámonos lejos — propuso.
Perdido en el cuerpo de ella aceptó no casarse con Misaki y Miyuki sonrió victoriosamente.
[…]
La boda estaba por comenzar, pero no había rastros del novio y Misaki pensaba que tal vez le paso algo, el juez ya estaba desesperado por dar inicio a la celebración, los invitados escucharon el timbre sonar y el corazón de Misaki se tranquilizó y sonrió, Miyuki dijo que ella abriría pero era un repartidor que le entrego un sobre para Misaki. Obviamente ella ya sabia de que se trataba y solo sonrió… cuando estuvo frente a su hermana puso su mejor rostro de tristeza.
Misaki abrió el sobre y leyó lo que estaba escrito.
"PERDONAME MISAKI, PERO NO ME PUEDO CASAR CONTIGO"…
Misaki lloró desconsoladamente y aventó la carta, Sorincha la abrazo mientras Naoto leía el contenido, estaba enojado y amablemente le pidió a los invitados que no abría boda y que se retiraran. Misaki alejó suavemente a su hermana y subió corriendo a su habitación.
Sorincha sintió un dolor en el vientre que rápidamente la llevaron a un sillón de la sala.