Capítulo 8

89 15 20
                                    

Después de la discusión con Miyuki, Naoto salió de su casa y fue hacía el cementerio, las lágrimas decoraban sus mejillas mientras en su pecho se acumulaba un dolor.

Su andar fue detenido cuando estuvo frente a la tumba de su amada esposa.

Sorincha Itō
10/Octubre /1970-15/Junio/2001

Con la yema de sus dedos toco la parte donde estaba su nombre, después la fecha de su nacimiento y por último la fecha de su muerte.

-Perdón mi amor por no traer esta vez un ramo de flores - empezó - ¿Sabes? Yo quería que nuestra hija tuviera una familia para que no se sintiera tan sola. Creí que Miyuki iba hacer una madre para ella pero... -su voz de cortó -pero me equivoque, mi amor, te falle mi amor, te falle a ti y a nuestra hija - dijo con pesar.

Se sentó a la orilla de la tumba mientras se sobaba el pecho y jadeaba cansado. En lo que el dolor pasaba se perdió en sus recuerdos con ella.

-¿Cuanto me quieres? -preguntó con una sonrisa.

Ambos rieron.

-Sorincha, qué pregunta mi amor, sabes que eres el amor de mi vida y que jamás podría enamorarme de otra mujer que no seas tú - confesó con sinceridad.

Sorincha le hizo prometer qué le jurara qué siempre la iba a querer muchísimo y que se iba a quedar con ella toda la vida.

-Esta bien lo juro -levanto su mano en señal de promesa.

Sorincha lo miro divertida: -Nha-dijo mientras negaba con la cabeza - hincado -una bella risa salió de ella -.

Naoto se hinco ante ella:-Esta bien, lo juro ¿satisfecha? - preguntó.

Como respuesta ella se agachó un poco para besarlo, se separaron y beso su vientre de 7 meses.

Naoto regreso a la realidad y le prometió a Sorincha que la próxima vez que regresará lo haría con el ramo más hermoso.

Cuando llegó a su casa Miyuki ya lo estaba esperando.

-Naoto -Lo llamo desesperada - ¡Naoto! Me parece que tenemos que hablar -.

Naoto paso de largo y la ignoró, Miyuki lo siguió rogando que la escuchara, pero Naoto le cerró la puerta de su despacho en su cara, esa noche él dormiría ahí, el dolor en su pecho seguía presente.

Del otro lado de la puerta Miyuki se quedó llorando y con un ataque de nerviosismo.

[...]

Al día siguiente.

Rin.

Me siento dolida, imaginar que la persona que más amaba me fue infiel me rompía el corazón, pero lo que más me ardió es que no fue con cualquier mujer, sino que fue con mi hermana, ¡mi propia hermana! Esto no tenía perdón y aunque quisiera no podía odiarla.

Por otra parte, estaba agradecida de que Sesshomaru no me dejo sola en ningún momento y me brindará su apoyo, sin duda era un gran hombre y esperaba algún día corresponderle.

Mi tía Misaki regresaría hoy de su retiro espiritual y Sesshomaru me haría el favor de recogerla en el aeropuerto, no quiso asistir a la boda ya que todavía recordaba lo que a ella también le hicieron, nuestra historia se repitió pero la diferencia fue que a ella no la traicionó su propia hermana.

-Me voy cariño, de seguro tu tía no tardará en aterrizar -me aviso.

-Ve con cuidado- le sonreí mientras besaba su suave mejilla -.

Me tomo de la mano y salimos de nuestra casa, antes de ir al aeropuerto me dejaría en la casa de papá para recoger las últimas pertenencias que quedan allí.

-¿Estás segura de que no quieres que te espere? -preguntó intrigado.

-Si cariño, prometo no tardarme y regresar a casa para saludar a mi tía -acepto no muy convencido, antes de bajar le di un beso en la mejilla y salí del auto.

Cuando entre a casa fui recibida por Kaede, adoraba a esa señora cuando era pequeña y mi tía no estaba en casa ella me cuidaba. No negaré que mi tía Miyuki me brindó amor y cariño, pero cuando Rina nacío tuve que compartir el único cariño materno que conocía.

Tenía lista una maleta, pero me faltaba hacer otra más pequeña donde puse fotos de mamá cuando aún estaba embarazada de mi y uno que otro recuerdo de ella, también puse fotos de Sesshomaru y yo cuando éramos pequeños y por su puesto fotos de mi amado padre.

De repente vi a Rina entrar a mi habitación, se notaba triste, la ignore y seguí con lo mio. Se paro frente a mí.

-Rin-me llamó, deje lo que estaba haciendo para prestarle atención -me siento muy mal por todo lo que has estado pasando -calló por unos segundos -¿Es muy tarde para pedirte perdón?

Cerré mi maleta con fuerza.

-¿Perdón por qué, Rina? ¿Por qué me odias? ¿Por qué te aplastó y te quito el cariño de papá? ¿Por eso? -mis ojos se llenaron de lágrimas.

-N...no nada de lo que te dije fue en serio ¿ok? Lo dije por que estaba nerviosa y quería defenderme - se apartó su cabello de la cara -

-Dejame te digo que te defendíste muy bien Rina, como lo hacen los animales que se sienten acorralados.

Rina me pidió que no le dijera eso, me juro que estaba arrepentida, yo no creí en sus palabras y le pregunté que si su madre la había mandado.

-No yo vine aquí de corazón. ¿Tú crees que no estoy sufriendo también?

-No me digas - respondí indiferente.

-¡SI! Lo estoy pagando muy caro, mi papá quiere buscar a Kirinmaru y casarme con él - confesó.

Tome mi maleta lista para irmd :-Pues felicidades Rina, es una lástima que no voy a poder estar el día de tu boda -.

Nuestros ojos castaños se miraron fijamente, en mis ojos se reflejaban tristeza y decepción mientras que en los de Rina se encontraban con tristeza y desesperación. Salí de la habitación dejando sola a Rina.

Destinados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora