Capítulo 7, Parte II

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Continuación del capítulo anterior.

En su habitación Misaki lloraba desconsoladamente, en su mano tenía una fotografía de su prometido.

-¿Por qué? ¿Por qué me hiciste esto? - susurraba

No lo soporto más y aventó la fotografía, cuando recordó la conversación con su hermana.

-¡Ay! Pues deberías de tener miedo, por que nisiquiera conoces a alguien de su familia, un amigo de él, es más ni un perro o alguien que lo conozca -. Recordó.

En ese momento entro Miyuki y ella la vio la con odio.

-Misaki, lo siento mucho- se acercó a ella -. Me duele verte así, por favor ya no llores - Fingió preocupación.

-¡ESTOY SEGURA QUE TÚ LO SABÍAS Y NO ME DIJISTE NADA, POR ESO TE BURLASTE DE MI AYER! ¡ME DIJISTE QUE ME IBA A CASAR CON UN DESCONOCIDO! - Reclamó mientras la jalaba.

Miyuki se quedaba del dolor que sentía mientras decía que ella no sabía nada, que lo dijo solo para molestarla. Misaki no creía en sus palabras.

-No quiero verte, ¡Largate! - le exigió.

Su hermana salió corriendo, Sorincha ya estaba mejor y le pidió a Miyuki que fuera a la iglesia para avisar que no abría boda y así lo hizo.

Sorincha y su esposo decidieron darle un momento a solas, pero cuando la noche llegó, Sorincha ayudaba a su hermana a quitarse su vestido.

-Yo puedo sola - dijo fastidiada.

-Perdón, pero de alguna manera quiero que sientas que estoy contigo. Misaki, ya sé que no sirve de nada pero, te quiero mucho, todos te queremos mucho y vamos a estar contigo apoyandote hasta que todo esto pase - dijo con un nudo en la garganta.

Misaki la abrazo y le dijo que se iba a bañar, el agua caía sobre su cuerpo y las lágrimas se confundían con el agua.

-Ya no quiero llorar, ya no quiero - susurraba.
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Sorincha entraba a su habitación y le pregunto a Naoto qué si había encontrado a ese infeliz y le dijo que no, que huyó.

-Soy un estúpido - se culpó - debí de investigarlo cuando empezó a salir con tu hermana.

Sorincha le dijo que no se hechara la culpa, pues nadie sabía de lo que haría, solo esperaban no verlo de nuevo en sus vidas.

[...]

Mientras su hermana sufría, Miyuki se revolcaba con su cuñado.

-¿Y cuándo nos vamos? -preguntó jadeante.

Miyuki se terminó de vestir.

-¿Irnos? ¡Ja! Ya obtuve lo que quería y ahora ya no te necesito - se burló en su cara - Ahora largate de Japón y nunca te vuelvas aparecer -.

Salió de la recámara dejando a un hombre sorprendido.

Cuando Miyuki llegó a la casa fue hacía la habitación de su sobrino y destrozó un pequeño peluche que estaba en la cuna del bebé y después salió como si nada.

[...]

Dos días después.

Sorincha estaba con una amiga enseñándole el cuarto del bebé alegremente, cuando su amiga encontró el peluche destrozado.

-¿Y esto? -preguntó -, parece que alguien lo arrancó al propósito.

Sorincha no sabía por qué, pero sospecho de su hermana menor y no supo que decir.

_____

En el hotel, Isamu tenía sus maletas listas para largarse, pero antes quería verla una vez más, así que tomo el teléfono y marco a la casa de su ex prometida.

Miyuki contesto al mismo tiempo que Misaki, pero esta no habló y solo escuchó la conversación.

-¿Diga? -contesto Miyuki mirándose las uñas-

-Si no vienes en 10 minutos, te juro que iré a tu casa y diré la verdad - amenazó

-¿Isamu eres tú? ¡Contéstame!-preguntó sorprendida.

Cuando los amantes escucharon su voz cortaron rápidamente la llamada, Miyuki trato de huir pero Misaki bajo corriendo exigiendo una explicación mientras la tomaba por el brazo .

-¿Por qué Isamu te marcó? - empezó - ¿Por qué dijo que te iba a venir a buscar y a decir la verdad? ¿Tú que tiene que ver en esto?

En ese momento Sorincha y su amiga salieron a ver que pasa, preguntado que qué pasaba.

-Isamu le hablo a Miyuki, diciendo que la iba a venir a buscar -

Miyuki volteo a ver a su hermana negando todo, diciendo que era su novio quien le había marcado por teléfono y que su hermana estaba loca. Misaki le dijo que no fuera una mentirosa y se le fue encima, la amiga de Sorincha fue quien las separo, y Sorincha le dijo a Misaki que fueran al jardín.

-Siento mucho que tengas que ver esto - se disculpó Miyuki con la amiga de su hermana.

En el jardín, Sorincha trataba de conversela que era una locura que Isamu le haya marcado a Miyuki. Misaki juraba que era él, que ella conocía su voz más que nadie. Sorincha la abrazo aunque había un bulto entre las dos que no permitía que se abrazaran con más fuerza, Misaki sonrió acariciando el vientre de su hermana.

-Me estoy volviendo loca - se lamento -. Estuve pensado que lo mejor sería irme un tiempo, fui a la iglesia y están haciendo retiros espirituales y me ofrecí a ir -

A Sorincha le sorprendieron los planes de su hermana, pero sonrió y le acarició la mejilla:- Si ya tomaste la decisión yo te apoyaré, pero eso sí, tienes que estar para el nacimiento de mi bebé -

Misaki lo prometió, y fue a su habitación para preparar sus maletas pues partirían en unas horas.

Sorincha por alguna razón sintió que sería la última vez que vería a su hermana, tenía un mal presentimiento.

La hora de la despedida llegó y por extraño qué pareciera, Sorincha estaba nerviosa.

-¿Y por qué no te vas otro día hermanita? -pidió nerviosa.

-Hermana ya me están esperando las madres - noto que algo no estaba bien -¿Qué te pasa?

-No sé, siento que es la última vez que veré -confesó - tal vez son solo mis nervios, no te preocupes, te deseo suerte, marcame cuando estés hospedada -pidió con lágrimas en los ojos.

Se abrazaron fuerte por última vez... por que si, sería la última vez que se verían.

[...]

En la habitación de Miyuki, la sirvienta estaba acomodando su ropa, cuando encontró una cajita, por curiosidad la abrió dándose cuenta que en ella estaban las cosas que se le habían perdido al señor de la casa. Sorincha entro a la habitación espantado a la sirviendo, quien inútilmente trato de esconder la caja.

-¿Qué tienes en las manos Mary? -Preguntó mientras se acariciaba el vientre.

Mary lo dudo por unos segundos, pero decidió darle la caja.

-Esta cajita estaba entre las pertenencias de la señorita Miyuki y en su interior estaban las cosas que se le han perdido al señor.

Sorincha no creía lo que escuchaba y le pidió a Mary que siguiera con sus labores, decido esperar a su hermana para confrontarla.

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