solo un resentido piensa que no lo es

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Si en este momento Jeonhan le pusiera su palma extendida frente a sus ojos y le pidiera que le respondiera: "¿Cuantos dedos ves?" Seungkwan está bastante seguro de que respondería con muecas extrañas y risas sin sentido.

Está muy ebrio, ya pierde fácilmente el equilibrio y no es muy consciente de lo que dice y hace.

Seokmin se acerca un par de veces a pedirle que deje de beber y que se vayan a casa pero él no lo acepta, ni siquiera está molestando a nadie, de hecho acaba de hacerse amigo de una pareja de chicas que lo sacaron a bailar.

Puede ver a Mingyu conversando con Hansol, y a los demás chicos bailando con otras personas. Aunque siente que los ojos de SeokMin lo vigilan a cada paso que da. 

Canta con Wonwoo y le da de beber shot tras shot porque está decidido a embriagarlo hasta que se le olvide su propio nombre, y lo consigue, no sabe bien como sucede pero de repente ya se está burlando porque su amigo acaba de perder el equilibrio y cae pateticamente frente a los demás. Es Seungcheol el que llega a levantarlo y lo aparta de él hasta llevarlo a la mesa donde estaban los demás.

No sabe qué hora es, pero asume que ya pasan de las doce de la madrugada. Él sigue bebiendo y bailando con Momo y Jihyo, las únicas dos personas que son capaces de seguirle el ritmo. El tiempo parece ir en círculos, no siente que pase rápido, sin embargo para los demás ha sido suficiente.

Ahora es Jeonghan quien se acerca y le pide que se vayan. No es que el alcohol lo vuelva violento, pero si es un poco más idiota con sus palabras y su comportamiento, por eso lo empuja con uno de sus brazos y se queja.

—Vayanse ustedes, yo quiero seguir aquí

Su amigo suspira y le responde jalando suavemente uno de sus brazos.

—Deja la tontería, Hansol se tiene que ir y Wonwoo está muy ebrio ya, igual que tú.

—¿No era ese el punto de esta fiesta? Además a mí ¿qué me importa que Hansol se tenga que ir? de todas formas toda la noche ha estado ahí sentado como estúpido, no es mi culpa que ya se haya aburrido.

Se aleja del mayor y recarga sus brazos en los hombros de sus compañeras de baile, ignorando totalmente los regaños de sus amigos.

Cuando ya solo falta él en la mesa, los demás no saben muy bien como convencerlo de que se vayan. De hecho Wonwoo no puede ni ponerse de pie, los demás están ligeramente borrachos y los únicos sobrios son Jeonghan, Seokmin y Hansol.

—¿Qué te dijo? —preguntan a Jeonghan—

Él los mira fastidiado, pues obviamente todos fueron testigos de como Seungkwan no conforme con mandarlo al demonio, lo dejó en medio de la pista hablando solo como imbécil.

—Mi primera cana nacerá por su culpa.

Seokmin siente que debe avisarles a todos que es mejor dejar de tocar los botones de paciencia de su mejor amigo, pues sabe bien que es una batalla perdida. Intentar razonar con Seungkwan borracho era como pedirle a un perro que hablara. No valía la pena en absoluto, por eso mejor se acerca hasta él en son de paz y lo sujeta bien para que le preste aunque sea la última pizca de atención que le queda.

—Sabes cómo llegar a tu casa, y confío en que tu moral sigue siendo intachable ¿Verdad?

El otro lo recibe con una sonrisa y lo abraza, apesta a alcohol y su ropa se siente húmeda. Seokmin quiere largarse de una vez.

—No sé si mi moral siga así de limpia, pero al menos sé cómo llegar ahí, ya vayanse, no quiero ser una carga para ustedes —responde y se aleja de él—

La razón por la que se dan segundas oportunidades  (Hansol/seungkwan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora