Un martes por la mañana, Seungkwan, que ha pedido permiso para faltar al trabajo, ahora se encuentra dentro del café a dónde siempre lleva a SeokMin para conversar.
Sólo que no está con él sino con alguien más.
—Entonces ¿Qué sucedió entre ustedes?
No sabe por qué parte debería comenzar, así que le da un sorbo a su chocolate como si ese breve instante fuera suficiente para entender sus pensamientos. Enfrenta los rostros de Momo y Jihyo, las recientes amigas que hizo en la despedida de soltero de Wonwoo.
—Necesitábamos romper, él se iba de Corea y yo no podía esperarlo.
—¿Por qué no?
—Pensé que dejarlo en libertad era mi último acto de amor. No quería que se perdiera de nuevas experiencias por cuidar esa parte de su corazón que planeaba dejar aquí conmigo.
Frente a él, la pareja de chicas escuchan atentas y piensan detenidamente las palabras de su amigo.
—¿Y él no dijo nada? —pregunta Jihyo—
—Primero sugirió salir a distancia pero me negué por la misma razón, después sólo me pidió terminar, supongo que el que yo no le insistiera le ahorró problemas incluso con su familia. No intentó persuadirme. Recuerdo que los primeros meses después de que se fuera, me llamó desde el extranjero, pero nunca me dijo nada, sólo se quedaba callado y cortaba cuando yo empezaba a hablar.
Momo lo observa con curiosidad mientras bebe de su taza de porcelana. No lo señala pero es capaz de reconocer la poca información que su amigo les brinda, sin detalles, especifica... El esqueleto de la historia. Como alguien que necesita sacar algo de su sistema pero es incapaz de dejar la prudencia de lado para hablar honestamente.
Entonces le pregunta:
—Tal vez te perdiste de algo, el silencio tiene fama de no decir nada, pero no vemos que puede ser incluso más ruidoso que un grito de ayuda. ¿Y si lo arruinaste a propósito?
—Eso que pensabas que era lo mejor para él, tal vez era lo mejor para ti. Tú te querías salvar de algo, y no te importó abandonarlo porque tu miedo fue más grande. —Continua su novia—
Ambas respuestas lo ponen incomodo, porque siente que sus amigas se acaban de acercar a él para arrebatarle trozos de la prenda que ha estado cubriendo sus heridas. Sus palabras son dolorosamente precisas, y como dedos que pasan horas desenredando un nudo en una bola de estambre, Seugkwan siente que deshacen y estiran sus mentiras, y sus recuerdos.
—¿Qué significa eso? —les pregunta— Yo no fui quien sugirió que rompiéramos.
—Pero no aceptaste intentarlo a distancia...
—Debió ser una persona muy especial para ti, tal vez era muy guapo, o muy generoso, o muy honesto —dice Jihyo— quizá te sentías insuficiente para él, como si te eclipsará en algún sentido.
—Y cuando rompieron encontraste la oportunidad perfecta para arrancarte esos pensamientos errados y esas carencias que sólo eran visibles cuando estabas a su lado —Continua Momo— escondiste tus sentimientos verdaderos y ahora no recuerdas donde los dejaste, pero te atormentan porque son como las últimas piezas que le faltan al rompecabezas de tu historia con él.
—¿Lo hice a propósito?
—Si no fue así ¿Cómo explicarías ese peso en tu corazón ahora que se reencuentran? ¿Cómo explicarías incluso esas llamadas silenciosas que te hizo? ¿Dónde escondiste esas explicaciones?
—Las perdí.
—Ser consciente de que están extraviadas es un buen comienzo para averiguar donde las dejaste.
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La razón por la que se dan segundas oportunidades (Hansol/seungkwan)
FanfictionSeungkwan y Hansol rompieron hace años y ambos están seguros de que separarse fue la mejor opción, sin embargo un reencuentro y la boda de un amigo en común revive los retazos de una historia que en un principio creían conocer y de la que ya no está...