constante y bello

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Dentro de una amplia oficina en tonos grises y un gran ventanal en la pared derecha que permite apreciar el cielo azul de agosto con sus nubes blancas y sus tonos grises, Hansol se encuentra frente a su escritorio redactando en su computadora un par de documentos importantes para la nueva colección de Naked C. Teclea y además por fuera hace algunas anotaciones y llamadas a los otros departamentos de la empresa.

Han pasado apenas dos días después de la boda de Wonwoo y de su encuentro con Seungkwan, y él se da cuenta de que necesita con urgencia, soltar sus pensamientos sobre este último o se convertirá en el hombre menos productivo del universo.

Con eventos importantes como desfiles y pasarelas de moda a la vuelta de la esquina, no puede permitirselo. Así que cada vez que encuentra un momento de inspiración se aferra a el hasta acabar agotado.

Lo logra con relativo éxito hasta que a las 12 del día, mientras discute con el subdirector de arte un par de detalles técnicos, su teléfono suena. Sonríe cuando la pantalla se enciende, atiende la llamada y deja que la voz del otro lado conteste.

"—¿hola? Mmm, disculpe, se encuentra el señor Chwe?"

—mmh... ¿me veo tan mayor para que me digas señor?

Un sonido de sorpresa se escucha y Hansol sonríe.

"—¡Dios! No hagas esto" —se escucha un quejido y luego continúa— "creí que era el número de tu asistente"

—¿Por qué te daría ese número?

"—¿Porque eres un hombre ocupado? ¡No lo sé!"

Y después de un par de carcajadas pequeñas, Hansol se aclara la garganta al ver que su compañero sigue ahí, observándolo. Se pone serio un momento y le hace una señal para que salga de su oficina.

"—como sea, mmh, llamaba para avisarte que mi agenda sigue sin espacio disponible..."

—Puedes sólo avisarme cuando te desocupes —dice mientras toma asiento en un sofá individual que da hacia la ventana—

"—Pense que... —hace una pausa— En realidad quería escuchar tu voz, y, me pareció una buena excusa"

Su sonrisa desaparece gradualmente por culpa de lo conmocionado que se siente de repente. No sabe si odia a Seungkwan por la sinceridad con la que admite sus afectos o es esa la razón principal por la que le gusta tanto.

"—Hoy, cuando desperté, hacía mucho calor en mi departamento, creí que hoy el día estaría frío y nublado, pero me alegra que el cielo esté despejado... Se ve lindo."

Sigue sin ser capaz de responder.

"—mmmh, buena suerte en el trabajo, me tengo que ir ya, adiós"

Se corta la llamada y Hansol se queda como petrificado por unos segundos más antes de dejar su móvil sobre la mesita frente a él y recargar su espalda contra el respaldo del sofá con una especie de pesadez producida por su frustración.

Se cubre los ojos con su antebrazo y maldice.

—Idiota, idiota, idiota... Eres el más idiota. —susurra repetidas veces hasta que se levanta y toma su teléfono con urgencia—

Busca su chat con Seungkwan y de inmediato escribe un mensaje corto, porque de todas formas nunca ha sido bueno para poner en palabras lo que siente.

"No tienes que buscar excusas, sólo llámame cuando quieras"

Después lanza su móvil de nuevo contra la mesa, se pone de pie, toma aire y camina hasta la salida de su oficina. Necesita, con urgencia, enfocarse en su trabajo, y esa pequeña interrupción lo mira a los ojos amenazándolo con no dejarlo pensar en nada más por lo que resta de su día.

La razón por la que se dan segundas oportunidades  (Hansol/seungkwan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora