Tensiones nocturnas

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Cuando le abre, lo ve vistiendo una bata de dormir de lo que parece ser seda, tiene el pelo ligeramente desordenado y se ve... Molesto.

Seungkwan se muerde el labio. Sin saber que debe hacer a continuación.

—Todos se han ido ya... —dice Hansol— Deberías hacerlo tú también.

Y le metería una bofetada si no fuera porque lo quiere tanto y porque en serio necesita hablar con él. A solas.

Hansol por su lado, aun cuando dice eso, se encuentra alejándose de la puerta para que pueda entrar por fin. Seungkwan la cierra detrás suyo y sigue al otro hasta quedar en el pasillo que dirige a la sala.

—Lo haría si pudiera...

—Ah, estás, seriamente sugiriendo que es mi culpa ¿En algún sentido? —pregunta Hansol con la cara seria, mirándolo directamente. Sus brazos cruzados—

—No dije eso, mira... Esto no fue intencional, tenía algo que hacer en el trabajo y fue una jodida casualidad. Lamento si te hirió en algún sentido, yo-

—No se trata de tu trabajo Seungkwan, no nos hemos visto en días después de lo que sucedió en tu apartamento y realmente no sé que estamos haciendo de nuevo, solos, hablando como si fuéramos enemigos o algo así.

—¡Lo sé Hansol! ¿Pero crees que te llame y te di explicaciones qué por supuesto que no me pediste, y luego corrí un maratón al otro extremo de la ciudad sólo para que no suceda nada? Estoy aquí, porque lo que te dije por mensaje es cierto. Necesito hablar contigo.

—¿De qué? Si me has dejado claro que aún no estás listo para responderme.

—Lo estoy.

Hay una tensión inundando todo el lugar. Ni siquiera los ruidos de la ciudad pasan a través de ellos.

Hansol hace una mueca parecida a una sonrisa irónica y sus brazos caen a sus costados. Deja de mirarlo por un instante antes de clavar sus ojos como dos cuchillos al otro.

—Bien. Entonces dime.

Seungkwan toma aire y baja la cabeza.

—Lo que me dijiste esa noche en mi casa fue muy doloroso pero no hizo más que obligarme a enfrentar lo que mi corazón quiere y lo que puede tener. Tienes razón. El pasado ya no significa nada cuando te tengo frente a mí... Pero no he aprendido a ahuyentar el miedo que me arrastra cuando estoy contigo.

—Seungkwan.

—No sé... Qué te hace pensar que yo soy bueno para ti, y si soy honesto contigo, me encontré pensando si tú también lo eras para mí. Pero luego yo... Me di cuente de que no quiero que seas conveniente para mí, quiero que simple y sencillamente seas tú, con tu cúmulo de supuestos defectos y tus silencios raros...

Hansol se acerca un paso. Y luego otro.

—Mírame Seungkwan. —pide—

Él levanta su rostro con suavidad. Sus ojos parecen tristes.

—¿por qué estás aquí, diciéndome todas estas cosas? Necesito que seas claro conmigo.

Seungkwan traga saliva y desvía los ojos.

—Me pediste que te detuviera de ir a Italia para que te quedaras a mi lado. Mi respuesta sigue siendo un "No". Siento que me ves como si yo fuera un estúpido aferrado e inseguro qué no se atreve a arriesgar su vida por un amor. No es así... No quiero amarte en los términos convencionales, no quiero que renuncies a lo que amas hacer por mí, por que yo- —se detiene un momento antes de volver a mirarlo a los ojos— Me hace feliz saber que tú eres feliz... No soporto imaginar que para estar a tu lado tengo que arrebate quien eres... Porque te quiero.

La razón por la que se dan segundas oportunidades  (Hansol/seungkwan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora