de dónde nace la valentía

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No sabe cómo fue que hizo todo eso, pero Seungkwan siente como su cuerpo recibe los efectos post-derroche de adrenalina. Nota el sutil temblor de sus piernas.

Luego de su charla con Hansol no puede evitar seguir su camino hasta la barra del salón en busca de un trago (tal vez dos).

Si pudiera clonarse en ese momento está seguro de que buscaría pelea física consigo mismo.

"¿Qué estás haciendo?" La pregunta que se hace se repite como un mantra al rededor de su mente. No es capaz de reconocerse en la persona que antes estuvo tan campante, frente al hombre qué todavía le gustaba, conjurando palabras que sólo en la cabeza de un inocente sonarían casuales cuando evidentemente se había atrevido a coquetear, sin mucho afán, pero manifestando su imprudencia como un idiota hormonal.

Bueno, hormonal si está, después de la charla con la madre de Wonwoo al menos acepta que algo salvaje de su interior ruge como una pantera que tiene hambre. Hambre que aumente cuando sus ojos no hacen más que capturar a Hansol, a la forma galante y confianzuda con que pases su cuerpo que derrocha sensualidad.

Parece una fruta prohibida que está dispuesto a morder sin pensar en las consecuencias. Tiene que detener la mirada intensa que le dedica al susodicho porque Seokmin se acerca hasta donde él se encuentra bebiendo y lo abraza por el cuello.

Conversan divertidos sobre la fiesta, y el otro le cuenta como Mingyu le estaba coqueteando a una chica que tenía novia. Acostumbrados a las pequeñas tragedias de su amigo comparten su risa y luego brindan juntos.

—hablando de Mingyu... —comienza Seokmin con diversión— me contó de ese pajarito que anda buscando pararse en tus ramas.

—Mira que linda manera de nombrarlo. Deberías ser cuentacuentos —dice sarcástico y pinta en sus labios una sonrisa forzada—

—Pienso lo mismo pero sabes que no lo dije para alardear sobre mis talentos. —le responde con su usual rostro alegre— cuéntame que demonios está sucediendo.

—¿Sabes? Estaría encantado de decírtelo, si tan sólo supiera a qué carajo se refieren. Mingyu y tú están delirando. ¿por qué no lo llamas y me dicen de una vez a qué están jugando?

Seokmin lo abraza juguetón y se carcajea de su respuesta.

—No te enojes, no es mi intención ponerte de malas, es solo que... Siempre descartas la posibilidad de gustarle a otro ser humano, como si fuera un imposible.

—Es imposible.

—¡No lo es! —responde Seokmin con frustración— te apuesto lo que quieras a qué ese sujeto va a encontrar la forma de acercarse a tí en cualquier momento.

Seungkwan resopla con una mezcla de divertido desengaño. ¿por qué sus amigos de repente se habían obsesionado con el tema de su vida sentimental? ¿Porqué están en medio de una boda? ¿Porqué el amor se siente en el aire? ¿por qué?

—¡Hablamos una vez en una estúpida fiesta! Y por si no lo recuerdas, mi estimado, hice el ridículo frente a todo el mundo.

—Hay gente que tiene esa clase de gustos raros. Eres adorable, no dudo que se haya fijado en lo estúpido que te ves bailando canciones de Ariana Grande y haya pensado "diablos, necesito llevármelo a casa".

El fotógrafo estalla en carcajadas y tiene ganas de golpear a su mejor amigo. Bien, reconoce que hay algo de divertido y emocionante en toda esa situación.

Joshua Hong, a quien tuvo la oportunidad de saludar cuando la ceremonia de la boda terminó, había estado revoloteando a su alrededor como una sombra sin cuerpo que va de aquí para allá de forma casi anónima. Sería ridículo negar que muy dentro de sí, es capaz de darle la razón a sus amigos y aceptar que en efecto, son atenciones perspicaces que lo ponen en lugares mentales extraños. Ve una linea muy clara, pero muy delgada entre el interés y la simple casualidad.

La razón por la que se dan segundas oportunidades  (Hansol/seungkwan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora