MARRIAGE STORY

21.

Inicialmente, todo se sintió como un sueño. Nari estaba atrapada en un aturdimiento, con los ojos bien abiertos cuando se encontraba con los ojos solitarios de su ex marido. Todas las demás personas en esa habitación tenían una expresión de asombro, pero ninguna de ellas le importó al hombre en la cama del hospital cuya atención estaba en la mujer a la que erróneamente llamó su esposa. ¿Estaba el universo jugando a éste enfermizo momento con ella de nuevo? ¿O tal vez, el mismo Jackson estaba tratando de aliviar la situación con una broma enfermiza? A los demás los confundió ver por qué no había ningún indicio de burla en su rostro, lo que sugiere que todavía la veía como su legítima esposa.

Una oleada de preguntas incontestables inundó los pensamientos de Nari y sobre todo yo me pregunto si ésta situación estaba a punto de entrar en una de las tramas famosas y más utilizadas en las tragedias románticas: la amnesia.

¿Cómo Nari no se dió cuenta antes? Con la cantidad de vendajes que cubrían la cabeza de Jackson, la lesión cerebral traumática era susceptible a la enfermedad antes mencionada que podría cambiar el curso de la situación actual y nunca debía subestimar lo cruel que podría ser el destino. Ya había aprendido la lección hace tres años. Pero a pesar de todo eso, no estaba segura si debería estar feliz con el hecho de que él la recordara o si debía estar devastado por la próxima angustia que lo consumiría tan pronto como se diera cuenta de la realidad de que fracasó su matrimonio.

Si hubiera sabido la verdad en ese mismo momento, ¿cómo reaccionaría exactamente?

—¡Jackson!—Jinyoung y Hanna soltaron un grito ahogado al unísono, saliendo del sofá para pararse junto a su mejor amigo.

Ni siquiera pasó otro segundo hasta que le lanzaron un sinfín de preguntas de cómo se sentía o si estaba bien o si había algo que necesitaba. Sin embargo, ninguna de esas preguntas recibieron respuesta porque el pobre hombre todavía estaba ajustando su visión con las luces ambientales de la habitación. Estaba pasando de estar en coma a estar completamente consciente, por lo que era comprensible que apenas pudiera pronunciar una oración completa. Nari podía ver la desorientación en los ojos de su ex marido y estaba a punto de dar otro paso para tocar su mejilla, pero se detuvo antes de que pudiera disminuir la distancia visible entre los dos.

—¡H-Hijo mío!—fue la madre de Jackson quien empujó a Nari, acercándose más a Jackson y abrazando su frágil cuerpo en sus brazos—. Estás despierto... Oh, Dios. ¡Alabado sea el Señor! Pensé que te tomaría mucho tiempo despertarte.

Jackson frunció el ceño, apartando las manos de su madre de él y extendiendo la mano hacia las manos de Nari.

—Nari.

Nari se había convertido en piedra sin que una sola fibra de su cuerpo se moviera para reaccionar de inmediato al ver a su ex marido tirando de ella con tanto cariño. Esto demostró además que llamarla "esposa" no fue un error y es posible que realmente se haya olvidado de los últimos tres agonizantes años de su vida. Simplemente no podía imaginar la situación que se desarrollaba ante ella. Todo lo que podía hacer era reprimir sus lágrimas mientras se mantenía a una distancia segura de él por respeto a su madre protectora.

—Jackson...—pronunció su nombre con voz temblorosa—. Me alegro de que estés despierto.

Aunque hizo una mueca por el dolor punzante en su cabeza, instó tanto a su madre como a Hanna a que lo guiaran para que se sentara erguido en la cama. Lo primero que Jackson notó de Nari fue su estómago y cómo parecía que faltaba algo.

—¿Cuántos... Meses... Tiene nuestro bebé ahora?

No era necesario mirarlos para saber que Jinyoung y Hanna estaban intercambiando miradas de confusión. Estaban tan perplejos como Nari, y el minuto de silencio que llenó la habitación se debió a la cantidad de conmoción que los dejó a todos con un signo de interrogación en la cara. En cuanto a la madre de Jackson, su mano voló a su boca mientras cerraba los ojos con desesperación porque esa única pregunta que salió de la boca de su hijo era una clara indicación de que había perdido dolorosamente una gran parte de la memoria para complicar aún más las cosas a su alrededor.