MARRIAGE STORY

29.

Dos días antes.

El sueño simplemente ya no existía en el vocabulario de Jackson y llegó a un punto en el que ninguna de las pastillas para dormir seguía funcionando como debería. Apenas podía recordar la última vez que había podido descansar cómodamente, cayendo en un sueño profundo y pacífico sin ser bombardeado por pesadillas recurrentes que desencadenaron la mayoría, si no todas, de sus experiencias traumáticas de la infancia. Y dado que había una enorme disparidad entre los sueños y la realidad, Jackson creía que la razón por la que se estaba volviendo loco con el flashback de sus recuerdos era porque sabía, en lo más profundo de él, que quería que parte de eso siguiera siendo solo de su imaginación. No un recuerdo real de un pasado insoportable, sino un mero fantasma que no tuvo ningún efecto a largo plazo en sus relaciones actuales.

Según la teoría de Sigmund Freud sobre los mecanismos de defensa, una persona tiende a aferrarse inconscientemente a estrategias psicológicas para poder protegerse de tener pensamientos o sentimientos inaceptables. Después de una experiencia realmente traumatizante, nuestro instinto es levantar un muro y mantenernos aislados de la fuerza externa detrás de esa barrera, lo que nos permitirá enfrentar mejor la situación, incluso si eso significa distorsionar nuestras realidades para que se ajusten a lo que es satisfactorio para nosotros y la mente humana.

Para hacerlo simple: la defensa de Jackson a sus depresivos flashbacks fue disociarse del mundo endulzando la gravedad del asunto.

Al principio, cuando Jackson recordó la verdad melancólica sobre su vida durante los últimos tres años, casi pensó que podría volverse loco. Youngjae y Soohyun lo llevaron a casa ese día y requirieron la presencia de su madre para ayudar a calmarlo mientras estaba al borde de la autodestrucción. Tuvo un colapso mientras gritaba y llevaba sobre cómo le hicieron creer que su hijo había muerto, cómo se vió obligado a aceptar que su esposa nunca tuvo a su único hijo y cómo las razones antes mencionadas lo llevaron a sus múltiples intentos de suicidio. Fue cruel. Quería entender por qué Nari hizo eso. Quería correr a su casa y exigir una respuesta de por qué ella le mentiría de esa manera. Quería que se pusiera de rodillas y suplicara su perdón. Quería destruirla por privarlo de la oportunidad de estar allí para escuchar la primera palabra de su hijo o guiarlo en sus primeros pasos. Quería saber por qué ella le quitaría todo eso.

Y luego recordó quién era como persona antes de que Nari tomara todas esas decisiones "egoístas".

Si no fuera por su madre, Youngjae, e incluso Ryuna, que estuvieron con él toda la noche tratando de calmarlo de la angustia por la que estaba pasando, no estaba seguro de lo que habría dicho y hecho si la hubiera enfrentado a Nari esa noche. Todavía estaba apopléjico por el regreso de sus recuerdos más devastadores.

Verán, hay un tipo de mecanismo de defensa propuesto por Sandor Ferenczi que se denomina "identificación con el agresor" que, para decirlo de manera simple, es el acto de adoptar el comportamiento de la persona que abusó de ellos. Cuando Jackson finalmente se tranquilizó dos días después de su episodio explosivo como volcán, lo primero que hizo fue visitar a "el agresor" que inició todo éste caos en su vida. El mismo padre que yacía inmóvil en su cama, eternamente dormido, viviendo una existencia monótona y pasiva como si sólo esperara la muerte.

—¿Por qué sigues vivo, papá?

Saludar a su padre de esa manera después de no verlo durante tres años debería hablar mucho sobre el tipo de dinámica familiar que tenían. Pero Jackson estaba más tranquilo de lo que había estado durante las últimas 48 horas, por lo que el anciano todavía tenía suerte de no estar en el lado receptor de su ira sin filtrar.

—Debes estar felíz en éste momento, ¿eh? Tu hijo tiene una familia rota. Probablemente ni siquiera sabes que tienes un nieto.

Mientras estaba de pie junto a la cama de su padre, observó cómo las únicas cosas que sustentaban su vida eran un tanque de oxígeno y una sonda nasogástrica. Irónico, ¿no?