Someone who watches everything

196 22 1
                                    

Narra Jungkook

Escuché que tocaron la puerta y salí de mi habitación, dirigiéndome al primer piso y caminé unos cuantos pasos más, hasta llegar a la entrada y abrí la puerta viendo a Jin agachado con algo en la mano.

Hyung, ¿que hace?

Noté que dio un pequeño salto y se asustó al verme, pero luego se puso de pie sosteniendo una bolsa en la mano y sonrió.

Jin: Hola, pequeño. Fui a comprar algo y pasé por aquí.

JK: ¿Quien le dijo que vivía aquí?

Jin: Eh... Jimin, él me lo dijo.

JK: Oh bueno hyung y ¿qué tal todo?

Jin: Todo bien pequeño, espero verte mañana en el colegio y por favor, ten mucho cuidado y no salgas solo, ¿vale?

JK: Esta bien hyungcito, no lo haré.

Jin: Vendré otro día a visitarte.

El mayor acarició mi cabello y sonrió amable, para luego despedirse. Cerré la puerta y fui de nuevo a mi habitación para terminar de hacer la tarea de matemáticas. No obstante, mi mente sobre pensaba cosas y no entendía el porqué de la extraña visita del mayor y más que todo, porqué Jimin le daría mi dirección. Es cierto que ya no somos amigos, pero no tiene porque tomar desiciones que no le corresponden.

Bufé algo molesto al sacar el cuaderno del bolso y vi el peluche que Taehyung me regaló, así que lo tomé y con cuidado lo puse sobre la cama.

awww que bonito es, me encanta.

Sonreí una vez más al verlo y lo dejé en su lugar, retomando de nuevo mis deberes mientras cantaba una canción que tanto me gustaba "We don't talk anymore".

En cuanto terminé, me puse de pie, estirándome un poco y comencé a quitar cada una de mis prendas quedando solo en bóxer y busqué en el armario algo cómodo para ponerme.

Dios tanta ropa y siento que necesito nueva.

Hice pucheros y decidí por ponerme unos shorts con una camisa sin mangas.

Narra Taehyung

Mi celular comenzó a vibrar y al revisarlo pude ver la notificación de la aplicación que había instalado en la mañana y si, se trataba de una cámara secreta oculta en el oso de peluche. De suerte que, la abrí justo en el momento indicado, pues al ver al pequeño sin ropa, me quedé bastante entretenido observando cada parte de su cuerpo, en especial ese lindo trasero que tiene y escuchando de fondo la queja del cliente.

X: Me va atender o va a seguir viendo ese maldito celular.

Espere un momento...

Pronuncié bajo sin importarme si seguía ahí aquel imbécil y seguí mirando el celular, hasta que el pequeño se puso un short corto que le quedaba exquisito y no pude evitar morder mis labios, los cuales se pusieron rojos y dolían de la fuerza que ejercía sobre ellos, pues trataba de no tener una fuerte erección, por lo que me aseguré de configurar bien la aplicación para grabar todo y guardé el celular para seguir atendiendo a los estúpidos clientes.

Mas tarde...

Al fin había terminado mi jornada laboral con quejas de los clientes y necesitaba despejar mi mente con urgencia, tenía estrés y en parte el menor fue culpable por distraerme, no podía dejar de pensar en su hermoso cuerpo y me costaba mucho dejar de estar excitado, estaba caliente y por más que pensara en otras cosas, es casi imposible no estarlo, mi miembro dolía y se me dificultaba hasta caminar.

El albañil de Oshio - TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora