La profesora la pintó tal y como vino al mundo, en una pose bastante atrevida y sensual, que deja ver de más, y lo censurable a la imaginación. Es un cuadro realmente incitador. Entonces recordé sus preguntas sobre si alguien compraría el cuadro solo para masturbarse, y creo que se la respuesta: Sí.
―¿Qué tal les parece? Atrevido, ¿no?
Quien nos habla es Cand, la protagonista de semejante escandalo llamado: Mi adorada Venus, y no me extraña que haya sido sugerencia de ella el título.
―Diría que demasiado ―arguye Olivia y es imposible no notar las miradas retadoras entre ellas.
Cand exhibiéndose orgullosa como la viva inspiración del cuadro y Olivia, contrastándola. Gavin no parece reponerse de lo que ve, pero creo que soy yo quien nota su incomodidad, hasta que me descubre mirándole y se recompone.
―¿Hay más de estos? ―él pregunta.
―No, este es el único, hay más en exhibición, pero deseo que él mío sea el primero en venderse. ―Cand dice eso con mucho orgullo, y yo solo espero que quien lo compre no haga lo que ella piensa.
―¿Por qué no miramos el resto?, es a lo que vinimos, a disfrutar de una exhibición completa ―Olivia levanta la voz y es suficiente para que Gav vaya con ella.
―Gracias por venir, profesor, espero no quede espantado como mi amigo ―le dice con bastante sarcasmo y yo me quedo atenta a que responderá.
―Es una muestra de arte, y el arte hay que disfrutarlo y yo suelo hacerlo sin importar el tipo de expresión ―responde y Cand entreabre su boca sintiéndose complacida con sus palabras.
Bledel no se da cuenta cuando ella me guiña el ojo, porque ha vuelto su mirada al cuadro el suficiente tiempo para que ella haga el gesto.
―Entonces disfrútenlo ―nos dice colocando sus manos en el hombro de Bledel y el mío.
Después se marcha ante el llamado de McEntire que seguro va a presumirla con sus invitados. Miro al profesor y él a mí.
―Candice es bastante efusiva.
―Ya lo creo, pero sabe apropiarse de lo que le gusta. ―Hace la observación mirando hacia ella que ríe de algún chiste que dice uno de los colegas―, ¿hacemos el recorrido? ―pregunta y asiento con una sonrisa.
Hace una seña con la mano para que comencemos a caminar y empezamos a movernos entre los pabellones; no obstante, cada que avanzamos, creo que solo a mí y a Gav nos afecta igual. Si el cuadro de Cand es escandaloso, lo que vemos a continuación, no se queda atrás. Para cuando terminamos siento que termino con la entrepierna húmeda. Sin embargo, eso se mezcla con los recuerdos de la noche anterior. La mano de Leroux, rozándome, tocándome y seduciéndome con su voz.
Eso no es bueno, y ahora me encuentro peor que Gav. Y mucho peor cuando me quedo mirando a Bledel quien observa con mucha concentración el cuadro de una chica en una posición distinta a la de Cand, pero igual de sugerente. Sin embargo, el parece delinear los trazos con su mirada.
―¿Has visto a Gavin? ―quien pregunta es Olivia, sacándome de mi estupor. Desvío mi mirada de Bledel y me vuelvo hacia ella interrogante―, me dijo que iba al baño, pero no sé a cuál fue.
―Seguro el de aquí estaba lleno y se dirigió al del pasillo ―digo y ella se muestra intranquila, hasta que lo ve venir.
―¿Dónde andabas?
―Dije que iba al baño ―él contesta algo aprensivo y debe ser porque se siente incómodo, a pesar de lo mucho que le toma apoyarnos. Espero que los cuadros que pinte Leroux no sean desnudos o no ir a verlos el pobre, pienso desanimada―, creo que ya vimos suficiente, es hora de irnos ―añade y eso parece alegrar a Olivia, que, si bien no se mostró odiosa, sí que hizo un esfuerzo por compaginar lo más posible con todo.
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Quiéreme por favor
General FictionElia es una chica joven que estudia artes y trabaja como modelo artística para pagar sus gastos. Está enamorada de Adam; y sabe que es un amor no correspondido, algo que él le ha dejado claro; sin embargo, hay algo que los mantiene juntos y a ella l...