setenta y uno

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Heeseung estaba por cambiar de trapo por otro más frío cuando su celular empezó a sonar, miró el contacto en la pantalla.

—Adivina. — dijo Heeseung, antes de contestar. — Hola, Heejin... Deja de decirme calvo... Sí, sí está conmigo... Bien, aguarda.

Heeseung separó su teléfono de su oído y lo puso en altavoz.

—Anda, te escuchamos.

¡Hola Jungwonnie!

Jungwon sonrió, por más que la chica no lo viera.

Hola, Hee-Jin. — murmuró.

Me encantaría ir a verte, pero en el trabajo no me dan días libres para viajar hasta allá, cariño. Pero nos veremos pronto, ¿sí?

Jisung le dedicó un sonido afirmativo.

Todo saldrá bien, Jungwon, lo sé. Jay también te manda saludos. — continuó la chica. — Pero les vengo a dar una noticia muy, muy importante que los pondrá muy, muy contentos.

Los dos se miraron con el ceño fruncido, ninguno quería aventurar nada.

—¿Qué?— preguntó Heeseung, con algo de miedo por el silencio de su hermana.

¡Serán tíoooooooooos!

Escucharon a Heejin reír del otro lado, Jungwon fue el primero en sonreír, para luego comenzar a reír también.

Heeseung tardó más en reaccionar, intentando acostumbrarse a la idea de que aquello estaba pasando.

—¿E-Estás embarazada?

No, idiota. Jay está embarazado. — dijo. — Yo lo embaracé. — añadió con voz exageradamente grave.

Jungwon rió con más ganas por el humor de su cuñada.

Claro que soy yo la embarazada, Heeseung, ¿qué crees?

—Y Jay entonces... ¿es el padre?

Creo que sí.

—¡Heejin!

¡Sólo bromeo idiota!— gritó. — Sí, si es el padre.

—P-Pero no llevan sólo como tres meses de novios y ya-

—Lee, podrán ser sólo tres meses de novios, pero vengo en algo con Jay desde que dejaste tu cama libre. Si me entiendes.

—¡Heejin!

No grites. Y además, ¿qué importa si fueron tres meses o un año o diez años?— preguntó retóricamente. — De todos modos no lo abortaré.

—Sí, sí... ¡Pero es muy pronto! ¡Apenas tienes veinte años!

¡Que no grites!— dijo. — A ver, Heeseung, ¿yo te pregunto desde hace cuánto tiempo llevas follando con Jungwon? ¿O a qué edad empezaste?

—¿Qué? ¡No!

¿Y te pregunto de si Jungwon te embarazó o no?

—Pero Jungwon no me la-

¡¿Lo hago, Lee Heeseung?!

Heeseung suspiró.

—No, no lo haces. — respondió, en tono cansado, notó a Jungwon completamente divertido con esa estúpida discusión de hermanos.

Entonces no me preguntes eso a mí, calvo. — finalizó la chica, y ambos casi pudieron ver el gesto de acomodarse el cabello hacia atrás, característico de Heejin. — Ahora bien, esa era la noticia.

Es lindo. — murmuró Jungwon.

Awww, tú eres más lindo, Jungwon. — dijo la chica, encantada con la adorable forma de hablar del castaño. — Si estuviera allí, te apretaría las mejillas.

Jungwon rió un poco.

Debo ir a una guardia en quince minutos, los dejo. Cuídense. — dijo la pelinegra. — Protección y eso, ya saben. Y mejórate pronto, Jungwon.

Gracias. — dijo el castaño.

Besitosssss. — añadió, antes de cortar.

Los dos se miraron, con una sonrisa boba en sus rostros.

—Así que ya seremos tíos. — murmuró Heeseung, rió bajo. — Creo que Heejin logró tener hijos antes que yo... Es tu culpa, Yang.

Jungwon lo golpeó, frunciendo el ceño.

—No lo intentamos lo suficiente, bebé. — añadió el pelirrojo, con una sonrisa divertida, se inclinó hacia el. — Pero todavía podemos empatarles.

Besó a Jungwon con profundidad, el otro no se negó, siguiendo el húmedo y caliente beso por varios segundos, hasta que Heeseung separó el baile de lenguas para mirarlo con cierta lujuria.

Jungwon negó.

No hoy. — dijo, y señaló su cabeza, recordando que se sentía mal, sólo eran los trapos que habían dormido su dolor, pero esa paz no dudaría ni siquiera un rapidito.

Heeseung suspiró.

—Bien, bebé. Pero tenía que intentarlo.

Loud [Heewon] ²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora