sesenta

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—¡Siiimmm Jaaakeeee!

El mayor rodó los ojos al escuchar la voz de Niki.

Había salido de una relajante ducha y apenas se había cambiado, no estaba de humor para que el chico comenzara a-

Frunció el ceño de golpe.

¿Qué hacía Niki en su casa?

Salió del cuarto apresuradamente, encontrándose al pelirubio en el pasillo.

—¿Qué haces aquí, Niki? ¿Quién te dejó entrar? ¡Largo de mi casa!— habló mientras lo empujaba, haciéndolo retroceder hacia la sala, sin dejar que el chico hablara.

Se detuvo cuando en la sala vio a Sunoo, quien hablaba de algo importante con Sunghoon, pues el moreno estaba escuchando atentamente sus palabras, totalmente serio.

—¿Hoon? ¿Tú los dejaste pasar?— preguntó. — Me voy a bañar por veinte minutos y ya dejas que-

—¡Escúchame!— lo interrumpió Niki, ya le estaba molestando todo ese trato. — Está bien que quieras tu casa sola y sin nosotros para follar con este tipo. — señaló a Sunghoon, quien abrió muy grande sus ojos con esta declaración. — Pero lo que pasó es en serio importante y te necesitamos.

Las mejillas de Jake estaban totalmente rojas por esas palabras.

Ese chico no tenía filtro.

Suspiró y controló el enojo que cargaba.

Ese día había arreglado específicamente para pasarlo con Sunghoon, y estaba realmente molesto porque lo interrumpieran, todavía no había empezado.

—Hace dos días, Heeseung me mandó un mensaje de que estaban en el hospital, con Jungwon. — comenzó. — Le pregunté qué había pasado pero no me contestó ninguna pregunta. Su último mensaje fue que no irían a la escuela durante unos días.

>> No contesta mis llamadas y tampoco las de Sunoo, ni siquiera lee los mensajes.

>> No sabemos si pasó algo malo o sólo están enojados con nosotros.

Jake frunció el ceño.

—¿Por qué estarían enojados con ustedes?— preguntó. — ¿Qué hicieron?

—¡Nada!— dijeron ambos jóvenes.

El mayor pasó la mirada de uno a otro.

—¿Probaron con ir a su casa?— preguntó.

Niki asintió.

—Ayer fuí yo mismo, pero el auto no estaba, no había nadie. — dijo.

El pelinegro comenzaba a preocuparse en serio.

—Déjame ver los mensajes. — pidió, extendiendo su mano, el pelirubio le entregó su celular, y el mayor se tomó un minuto para revisar la conversación.

—Pensamos que como no responde a nuestras llamadas, podría responderte a ti. — murmuró Sunoo, Jake le devolvió el celular a Niki, mientras sacaba el suyo con la mano opuesta.

—Creo que tampoco tendrán resultados. — murmuró Sunghoon, se ganó la atención de los otros tres. — Digo, creo que se lo ven venir, tampoco responderán.

Niki suspiró con fastidio.

—Par de idiotas. — murmuró.

—No insultes. — lo cayó Jake. — Fácil, llamaré a alguien que sé va a responder. — añadió, con una pequeña sonrisa victoriosa, mientras buscaba el contacto en su celular, al encontrarlo presionó la pantalla y esperó unos segundos hasta que contestara. — ¡Señora Yang! ¿Cómo está?— saludó amable, su sonrisa seguía allí. — No, no, no ocurrió nada, pero sólo queríamos preguntar por Heeseung y por Wonie.

La señora Yang habló por largos segundos, y lentamente la sonrisa de Jake se fue borrando.

—¿Qué?— casi susurró el mayor. — Sí, sí, por favor. — Jake separó el celular de su oído para hablarle a los presentes. — Me pasará con Jungwon. — anunció y volvió a acomodar el aparato junto a su rostro. — ¡Jungwonnie! Soy Jake, ¿Cómo-?... ¿Hola?

Escucharon un murmullo del celular, pero la llamada se cortó a los pocos segundos.

Jake miró extrañado el aparato.

—¿Qué pasó? ¿Qué dijo?

—La señora Yang dijo que tuvieron que viajar a Busan a último minuto. — dijo el pelinegro. — Y dijo que Jungwonnie estaba enfermo, pero que debía contarlo él... Pero no entendí muy bien el qué.

Los otros tres acallaron, tampoco estaban entendiendo mucho.

—¿Se fueron de viaje?— dijo Niki. — ¿De luna de miel? ¿Por... Cuarta vez? ¿No podían decirlo? No es difícil. — se quejaba, seguía enojado.

Sunoo negó.

—No creo que es sólo eso. — dijo. — Digo, hospitales, ir hasta Busan... Y que Wonie esté enfermo, no debe ser un resfriado o algo así.

—¿Qué te hace pensar eso?— preguntó Sunghoon.

—Jungwonnie ya estaba tomando medicamentos desde antes. — habló Sunoo. — No nos dijo qué era, pero no parecía enfermo... Del tipo resfriado, debían ser para algo más... Interno, ¿No?— intentó explicarse, miró a los otros, esperando que dijeran algo. — Cuando a mi tío le detectaron Cáncer, tomaba medicamentos diarios, y no parecía enfermo. — contó. — ¿No puede ser algo así?

La sala cayó en silencio, como si al decir cualquier cosa algo como aquello podría resultar real.

Jungwon con una enfermedad tan terrible como un cáncer no era algo de lo que querían opinar.

—Llamaremos dentro de un rato a la señora Yang de nuevo. — anunció Jake. — No hablaremos con ellos, para que nos dejen sin respuesta no vale la pena.

Los tres asintieron.

—Y... Si resulta que Jungwonnie está enfermo y no nos quiere decir. — aventuró Niki. — Digo, él es muy cerrado y... Quizás hasta a mí me costaría hablarlo con otros si tengo un cáncer, por poner un ejemplo. — aclaró.

—De ser así, yo mismo los llevaré a Incheon. — dijo Jake. — No puede estar solo, es cuando más necesita nuestro apoyo.

>> Por si acaso, preparen su equipaje.

Loud [Heewon] ²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora