ᯓ★ 𝐀𝐃𝐎𝐑𝐀𝐁𝐋𝐘 𝐆𝐑𝐎𝐒𝐒 ── 𝐗𝐢𝐚𝐨𝐚𝐞𝐭𝐡𝐞𝐫 (𝐀𝐔) ✿‧

XXIII

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𝐏𝐚𝐢𝐧𝐟𝐮𝐥 𝐀𝐧𝐬𝐰𝐞𝐫𝐬

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Xiao's pov

»•» ♡ «•« Mi cabeza daba vueltas. Podía sentir como mis mejillas ardían en sonrojo y mi respiración temblaba de forma leve.

Me odiaba internamente por haber dejado a Aether de aquella forma tan de repente, pero quería hacer las cosas bien, quería hacer que fuera un momento inolvidable para ambos y que no fuera de un momento a otro sin más.

Sabía que si me quedaba un poco más en aquella casa, sucumbiría a los deseos de mi propio cuerpo y caería; completamente.
Así que, la única salida que vi fue la de irme y pasar a recogerlo luego.

¿Estaba bien hacer algo como eso?, no lo creía, pero tampoco podía hacer mucho más al respecto.

Me monté en mi coche y conduje hacia mi casa, todavía quedaban unas cuántas horas antes de las ocho y había llamado a Venti para que me ayudara a escoger un buen outfit.

Me costó día y noche convencer a mi padre para que me devolviera el teléfono y el coche, pero lo conseguí gracias al idiota de su novio que no dejaba de llamarme niño y que todavía no había madurado lo suficiente; quise matarlo, pero tuve que aguantar las ganas porque al menos sirvió de algo.

Entrando a casa con la cabeza hecha un lío, pude escuchar la estruendosa risa de Venti desde el interior, ¿ya había llegado?, recordaba haberle dicho que viniera más tarde.

Dejé las llaves en la entrada y me dirigí a la cocina, allí estaban Childe, Zhongli, Venti y Hu tao charlando animadamente.

–Es lo que le dije, pero siempre es tan complicado..– las risas cesaron y toda la atención fue fijada en mi.–Oh Xiao, ¿qué tal ha ido..?–

Fruncí mis labios ante su pregunta, todavía nadie de mi familia sabía sobre lo de Aether, así que no quería que se descubriera tan pronto.

–Sin más.– respondí de cualquier manera intentando aparentar despreocupación. No quería que mi padre sospechara de algo.

–¿Qué tal ha ido el qué?– como no, el pelirrojo no podía mantener su gran boca cerrada, jodiéndome con cada palabra que decía.
Todos prestaron atención en mi a la espera de una respuesta y yo comencé a sentir mi corazón palpitar demasiado rápido, no quería decirles la verdad. No quería.

–No... es que... Xiao ha ido a comprar una camiseta que le gustó mucho y no se compró en su tiempo, ¿verdad?– Venti, salvándome el culo como de costumbre pero después de cagarla él mismo. Nada nuevo.

–¿Y la camiseta?– preguntó Hu tao, curioseando en mis manos para ver si veía algo que se pareciera a ello.–¿Dónde está?–

–Me la probé y no me gustó.– rasqué mi nuca un poco incómodo y dirigí mi vista hacia el de trenzas.–¿Vamos a mi habitación?–

Venti se levantó rápidamente y despidiéndose levemente comenzamos a caminar por el pasillo de mi casa en completo silencio, agradecía eso, ya que seguía con la cabeza hecha un lío y necesitaba pensar.

Necesitaba crear algún guión sobre cosas que decirle a Aether mientras cenamos.

Cuando llegamos a mi habitación y cerré la puerta, Venti me bombardeó a preguntas.

–¿Y bien? ¿Qué tal ha ido? ¿Le ha gustado? ¿Cómo ha reaccionado? ¿Habéis hecho algo..?

–Cállate, Venti. Haz las preguntas más despacio.– me quejé mientras me sentaba en la silla de mi escritorio y giraba sobre ella para mirarle.