ᯓ★ 𝐀𝐃𝐎𝐑𝐀𝐁𝐋𝐘 𝐆𝐑𝐎𝐒𝐒 ── 𝐗𝐢𝐚𝐨𝐚𝐞𝐭𝐡𝐞𝐫 (𝐀𝐔) ✿‧

XVI

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𝐇𝐞 𝐫𝐞𝐚𝐥𝐥𝐲 𝐰𝐚𝐧𝐭𝐞𝐝

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»•» ♡ «•« Las clases del día terminaron finalmente, jamás pensé que llegaría a decir algo como esto pero, muy en el fondo quería que las clases se alargaran para no tener que afrontar al chico rubio que ahora parecía odiarme.

Venti tiró de mi mientras buscábamos a Aether por los pasillos. Fuimos a su clase pero al parecer él ya había salido.

–¿Estás segura de que no le has visto?– mi hermana pequeña se colgaba la mochila descuidadamente mientras negaba con la cabeza.

–¿Por qué le buscáis?– yo miré hacia otro lado disimulando, no quería ver la cara de mi hermana justo en este momento.–¿Xiao..

Ni siquiera dejé que terminara la frase porque saqué a rastras al de trenzas de aquella clase y comencé a caminar bastante furioso. Comenzaba a irritarme el hecho de estar peleado con todo el maldito mundo hoy.

¿Acaso había hecho algo realmente malo para merecer esto?

–Ey relájate, le encontraremos.– dijo Venti soltándose de mi agarre y colocándose mejor el jersey.–Seguramente esté afuera, vamos.–

Le seguí por detrás intentando aparentar falta de interés, si ahora el rubio decidía no decirme absolutamente nada, sería yo el que ahora se enfade pero de verdad.

Salimos por la puerta principal y bajamos algunos escalones, observé a mi alrededor, en busca de una larga cabellera rubia teniendo éxito en encontrarla entre bastante gente.

Bajé suspirando para mis adentros y me acerqué decidido, era ahora o nunca; confiaba mucho en mi mismo en ese instante.

–Aether.– mi voz salió sola, llamando la atención del nombrado el cual al verme se sorprendió. Su expresión no sabía si decía gratitud o cansancio hacia mi persona.

–¿Xiao, qué..?

–¿Podemos hablar un momento?– ni siquiera me importaba lo que estaba pasando a mi alrededor, solo quería escuchar de su propia boca que todo estaba bien y que había sido una tontería.

Pero no fue así.

–Bueno es que..

–Iba a llevar a Aether a su casa, tiene que llegar pronto ¿sabes?– una voz ajena me hizo desconcertarme, miré hacia un lado y pude ver a Albedo con una expresión neutra en su cara.

Genial, ahora el cabreo que tenía se había multiplicado por diez.

–Venga Aether, vamos al coche.– pasó su brazo por los hombros del rubio y lo atrajo hacia si mismo. Juré querer apretujar su cara entre mis manos hasta explotarsela, pero me resistí a tal tentación.

Sentí un tic en el ojo y como la sangre me hervía.
¿No podía simplemente apartarse de él y no tocarlo? ¿Era tan difícil para su mentalidad de simio?

–Es importante.– insistí lanzándole una mirada de muerte al más alto e imaginándome mil formas en mi cabeza en las cuales el de pelo claro era un saco de boxeo personalizado para mi.