ᯓ★ 𝐀𝐃𝐎𝐑𝐀𝐁𝐋𝐘 𝐆𝐑𝐎𝐒𝐒 ── 𝐗𝐢𝐚𝐨𝐚𝐞𝐭𝐡𝐞𝐫 (𝐀𝐔) ✿‧

X

╔═════*.·:·.☽✧ ✦ ✧☾.·:·.*═════╗

𝐑𝐞𝐭𝐮𝐫𝐧𝐢𝐧𝐠 𝐭𝐡𝐞 𝐝𝐞𝐭𝐚𝐢𝐥 𝐚𝐠𝐚𝐢𝐧

╚═════*.·:·.☽✧ ✦ ✧☾.·:·.*═════╝

»•» ♡ «•« Al volver a sentarme de nuevo y aparentar que nada había pasado pude ver como Aether se desconcertaba y se desanimaba un poco.

Si ya de por si yo no entendía mis propias acciones, las del rubio eran completas incógnitas para mi mente.
Primero, el hecho de que sea tan bueno y amable con alguien tan borde y arisco como yo, Segundo, el hecho de que cuando dije lo que pensaba sobre los padres de mente cerrada me miró con una expresión de felicidad que no había visto antes. Y tercero, el hecho de que se haya desanimado porque me haya separado de aquel momento incómodo intentando copiar su acción pasada.

¿Qué es lo que pasaba con el rubio? ¿Podía ser que él también estuviera sintiendo lo que yo siento cuando se acerca a mi?

Imposible, ni siquiera yo entiendo que es lo que siento y él parece tener las cosas claras consigo mismo.
Pero de todas formas sigue existiendo la posibilidad de que así sea, de que él también esté confundido por los latidos desenfrenados de su corazón.

Aún que siendo sinceros, era bastante improbable.

–Quiero besarte.– me asusté al escuchar esa voz cercana, giré mi rostro y divisé en una mesa a dos chicos un poco más mayores que nosotros mientras se tomaban las manos por encima de la madera.

–Pero estamos en público..– respondió el otro y giró su cabeza para mirar si alguien los veía, giré mi rostro rápidamente mirando hacia el frente y me sorprendí al ver al rubio sonrojado hasta las orejas.

Fruncí el ceño y la pregunta salió sola de mi boca:

–¿Estás bien?

Se asustó levemente al escucharme pero sonrió de nuevo al mirarme.

–¡No! estoy bien, solo que ellos son adorables ¿sabes?– señaló de manera sutil a los de aquella mesa que había visto anteriormente y no pude evitar sentir un calor repentino subir a mis mejillas.–Oye Xiao.–

El oxígeno comenzó a escasear en mis pulmones y tenía miedo de contestar.

–¿Qué quieres?

Comenzó a jugar con el borde de la mesa, acariciándolo y torció sus labios. Estaba nervioso.

–Tú.. ¿alguna vez alguien se te ha declarado?

Bien, esa pregunta había hecho eco en mi cabeza durante unos cuantos Segundos, ¿Alguien declarándose? ¿A mi? Eso era lo menos improbable que existía en el planeta tierra.

–¿Qué? No, ¿por qué preguntas algo como eso?– se rascó la nuca con incomodidad y yo no dejaba de verle de manera curiosa. Me jodía tener tanta curiosidad por él.

–Es que.. alguien se me ha declarado hoy.– la respiración se me cortó de repente y pude sentir mucha rabia contenida.–Y yo..–

–¿Aceptaste?

Se sorprendió por mi respuesta y negó rápidamente con la cabeza.