ᯓ★ 𝐀𝐃𝐎𝐑𝐀𝐁𝐋𝐘 𝐆𝐑𝐎𝐒𝐒 ── 𝐗𝐢𝐚𝐨𝐚𝐞𝐭𝐡𝐞𝐫 (𝐀𝐔) ✿‧

VII

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𝐒𝐥𝐨𝐰𝐥𝐲 𝐫𝐞𝐚𝐥𝐢𝐳𝐢𝐧𝐠

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»•» ♡ «•« De nuevo era lunes, lo cual significaba que debía asistir a ese infierno lleno de gente hipócrita y repugnante.

Si. El instituto.

Me encontraba en mi baño cepillándome los dientes, mis ojos se cerraban y cabeceaba de vez en cuando. Eso de quedarme hasta las cuatro de la madrugada dibujando no fue una buena idea.
Mucho menos si tenía clase al día siguiente.

La puerta fue abierta de par en par asustándome.

–¡Muévete, que me voy a mear encima!– Hu tao, (aún con su pijama de reno) ni siquiera estábamos todavía en navidad y ya se había puesto aquel ridículo pijama que le compró mi padre hace como 3 años.

–¿Hah? ¿Qué mierda te crees que haces?– pregunté mirándola con asco mientras usaba mi baño sin vergüenza alguna.–¡Tienes el otro baño!–

–¡Ganyu se está duchando! Lleva como dos horas ahí metida, ¡no se qué hace!– tiró de la cadena y me dio un empujón suave con la cadera.–¿Hoy no te pintarás la raya roja?–

Me sorprendí ante su pregunta. Todas las mañanas sin falta me dibujaba una raya roja en los ojos la cual era bastante disimulada pero se veía.

Hoy se me había olvidado por completo.

–Ugh lárgate.

–Qué gruñón estás hoy, se nota que te hace falta salir de casa.

–¡Qué te largues!

Se fue corriendo de inmediato y bufé.
No me veía preparado mentalmente para asistir a clase hoy.

Terminé con lo que tuve que hacer en el baño y ya listo salí de mi habitación cerrando la puerta detrás de mi, caminé por el pasillo y llegué al comedor.

–¡Me pido el sitio de la esquina hoy!– Como si fuera una bala, la castaña me empujó y se sentó en MI sitio de siempre.

Yo la mato.

–Hu tao, fuera de ahí.– gruñí, ¿por qué siempre tenía que joderme a mi?

–No seas egoísta, Xiao, siempre te sientas aquí y yo también quiero.– soltó una risa burlona y miré a mi padre el cual llevaba sus gafas de ver puestas mientras tecleaba algo en su teléfono.

–Papá dile que levante su maldito culo de mi silla.– me dirigió una leve mirada y luego a mi hermana y soltó una risa nasal.

–No seáis infantiles, ya tenéis una edad.– siguió con su teléfono sin hacerme ni caso.–Maldita sea, Childe, ¿cómo diablos entiendes estas cosas tecnológicas?–

–Xiangsheng, tampoco eres tan antiguo como para no saber lo básico de los teléfonos.– respondió el pelirrojo riéndose, caminó hacia la mesa y colocó un plato con tostadas.