ᯓ★ 𝐀𝐃𝐎𝐑𝐀𝐁𝐋𝐘 𝐆𝐑𝐎𝐒𝐒 ── 𝐗𝐢𝐚𝐨𝐚𝐞𝐭𝐡𝐞𝐫 (𝐀𝐔) ✿‧

XVIII

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𝐘𝐨𝐮 𝐝𝐢𝐬𝐚𝐩𝐩𝐨𝐢𝐧𝐭 𝐦𝐞

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»•» ♡ «•« La mañana fue bastante compleja para mi.

A petición del rubio, dormimos un poco más para poder reponer fuerzas y que luego no me doliera aún más la cabeza debido a la resaca. Unas horas después fuimos a comer algo a su cocina, mientras él preparaba algo, yo le ayudaba con lo que podía; aún que no se me daba nada bien.

Comimos en silencio mientras veíamos una serie en la tele de su salón, estaba nervioso, no podía evitarlo.
Esta era la primera vez que hacía algo así con alguien, era la primera vez en mi vida que yo sentía algo así de fuerte por alguien.

Por eso mismo me daba vergüenza hasta respirar y me odiaba a mi mismo por eso.

–¿Vas a irte?– su pregunta vino de repente haciendo que levantara mi vista por un segundo. Estaba colocándome las botas mientras él daba vueltas en la cama como un niño pequeño.

–Ya son las cuatro de la tarde, tendré que aparecer por casa en algún momento.– me resigné a decir mientras miraba los infinitos mensajes y llamadas de toda mi familia durante la noche anterior. Sabía que, a parte del gran enfado que mi padre tenía, ahora vendría uno peor.

Pero me daba igual, ahora podía decir oficialmente que tenía a alguien a mi lado que me quería, ¿no?

Negando con la cabeza me coloqué mi chaqueta negra y comencé a pensar, ¿se suponía que debía despedirme?

Si Xiao, tienes que despedirte.

Vi como Aether me miraba con atención, tragándome mi orgullo y mi ego, caminé hacia la cama y metí mis manos en los bolsillos de mi pantalón. Para mi propia salud mental debía hacer entender que estaba completamente despreocupado.

–¿No vas a despedirte?– preguntó gateando hacia mi y yo tragué saliva. Hay veces que pienso que hace estas cosas aposta.

–Para eso me he acercado, idiota.– respondí en un tono neutro, se puso de rodillas frente a mi aún subido en la cama y frunció sus labios.

–Pues despídete.

Dejando atrás los pensamientos extraños, acerqué mis labios a su frente y planté un casto beso seguido de un movimiento con mi mano sobre su cabeza, despeinándolo un poco.

–Gracias por dejarme dormir aquí.– sin más que decir me di la vuelta y salí de allí. Si seguía así acabaría muriendo por tan adorable presencia que portaba el rubio.

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Entré en casa de cualquier manera, sabía que me lloverían cientos de preguntas y de regaños por parte de mis hermanas y miradas desaprobatorias por parte de mi padre. Siempre era lo mismo así que no me sorprendía en absoluto.

Fruncí el ceño al no escuchar absolutamente nada en casa, no se escuchaba ruido en la cocina donde Childe pasaba la mayoría del tiempo cocinando "nuevas recetas", tampoco se escuchaba aquella mala telenovela que solía ver mi padre en la televisión ni la música de Hu tao a máximo volumen proveniente de su habitación.

¿Dónde estaban todos?

–¿Hola..?

Caminé hacia la cocina y fruncí mis labios, realmente no había nadie.