ᯓ★ 𝐀𝐃𝐎𝐑𝐀𝐁𝐋𝐘 𝐆𝐑𝐎𝐒𝐒 ── 𝐗𝐢𝐚𝐨𝐚𝐞𝐭𝐡𝐞𝐫 (𝐀𝐔) ✿‧

VIII

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𝐓𝐢𝐫𝐞𝐝 𝐨𝐟 𝐒𝐨𝐜𝐢𝐚𝐥𝐢𝐳𝐢𝐧𝐠

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»•» ♡ «•« Apreté el asa de la bolsa que sostenía de manera insistente a medida que me acercaba a la clase; Venti se había quedado hablando con algún que otro compañero y lo agradecí.
No quería que viese algo tan humillante como yo dándole algo a alguien que ni siquiera conozco de más de una semana.

Carraspeé antes de entrar a la clase, todavía no había llegado el profesor así que podía pasar perfectamente.
La gente dentro estaba cada uno a lo suyo, unos haciéndose fotos, otros hablando o discutiendo y luego estaba el rubio, el cual estaba realmente cerca de otro chico.

Me irrité, demasiado, podía ver como aquel chico también rubio jugaba con la trenza de Aether de manera coqueta, podía ver que hablaban de algo pero al estar tan lejos y con tanta bulla no lograba descifrar lo que se decían.

Aether tenía sus mejillas un poco rojas y se reía en demasía, ¿por qué mierda me molestaba que se sonrojara por otras personas?

Ni siquiera éramos amigos ni nada por el estilo, tampoco nada más; eso era algo imposible para mi.

Pero por alguna extraña razón si que me molestaba mucho ver como otros tíos le intentaban tocar de alguna forma.
Con decisión y cegado por la ira, me acerqué hacia su mesa a pasos fuertes y decididos. Una vez me paré al lado, levantó la mirada.

–¡Xiao!– saludó alegre prestándome toda la atención del mundo, yo miré de reojo al otro chico y le reconocí. Era Albedo, el corredor del equipo de fútbol del instituto.

Repulsivo.

–¿Por qué estás aquí? ¿Ha pasado algo?– analicé su vestimenta, llevaba una camiseta corta de color canela y encima una chaqueta negra, podía visualizar su pequeña cintura, tan delgada y pálida que daban ganas de apretarla. Hoy se había echado un bálsamo con algo de pigmentación ya que se le notaban los labios más rosas y brillosos.

–Te has salido.– dije llevando mi mano hacia su cara y quitando con mi pulgar un poco del brillo de labios que se había salido. Noté como tembló con mi tacto y se sonrojó en demasía.

–¡A-Ah! Gr-Gracias.– rió de forma tímida y yo me separé de él con una expresión neutra. Metí mi mano libre en el bolsillo de mi pantalón y le extendí la pequeña bolsa.

–Toma, es para agradecerte por las molestias del otro día. Aún que tampoco te vengas arriba, solo quiero devolverte el favor y ya.– apreté mis labios intentando no avergonzarme, aún sabiendo que Albedo no dejaba de mirarme muy atentamente.
Este tío me irritaba.

–¡Un batido!– dijo alegre al sacarlo de la bolsa.–Gracia Xiao, eres adorable.–

Mi mundo se vino abajo con solo esa frase, ¿yo? ¡¿Adorable?!

Sentí mi cara ponerse roja y me dio un tic en el ojo, definitivamente no había sido buena idea venir aquí.

De repente se abrazó a mi, aferrándose y posicionando su barbilla en mi hombro.