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Para Seungmin era difícil mantener el hilo de la conversación, la presión en su pecho aumentaba cada vez que una persona más se unía al grupo donde en un principio eran solo ocho. Poco a poco se arrepentía de haberle dicho a Felix y a Jeongin que no era necesario que lo acompañaran. Con Jisung un poco ebrio y demasiado entretenido, en lo que sea que Minho estuviera haciendo en ese estúpido juego con alcohol, no había nadie en quien Seungmin se pudiera resguardar. Cuando llegó su turno, sintió todas las miradas en él, algo que lo hizo sentir intimidado y pequeño por lo que siguió el juego y tuvo que tomar un shot por el resultado de los números en los dados con los que el grupo estaba jugando. Desafortunadamente la suma de los dados fue ocho y por el miedo a que lo juzgaran o le prestaran más atención de la que ya tenía, Seungmin los tomó. Al terminar su último shot, el juego continuó y aunque ya no era el centro de atención a Seungmin lo inundó el pánico, por lo que se paró rápidamente intentando no llamar la atención de nadie y se dirigió al interior de la casa, buscó un baño y al encontrarlo se encerró en el con llave. Su respiración era bastante agitada, sus ojos ardían y el mundo a su alrededor parecía difuso por el alcohol que había ingerido y por la falta de oxígeno que llegaba a sus pulmones producto del pánico que se expandía por su cuerpo. Todo se sentía como hace unos años, estaba perdiendo la sensación de su cuerpo, se sentía mareado y sabía que había cruzado el límite con el alcohol y pronto perdería algo de conciencia. En medio del pánico y en un intento de recuperar el control de sí mismo, se acercó al inodoro e insertó sus dedos en su boca para inducir el vómito.

Unos minutos después de haber evacuado de su sistema algo del alcohol ingerido, Seungmin se encontraba en el piso abrazando sus rodillas y llorando silenciosamente. Se sentía patético por seguir estancado en el mismo miedo de hace unos años, se sentía inútil por no poder controlar la ansiedad que lo llenaba cada vez que estaba en un entorno social desconocido y más si había alcohol de por medio. Lo que más odiaba era estar recordando a Jun Seung y todo lo que en aquella noche, hace tantos años, había ocurrido. Revivía cada golpe, cada roce, podía sentir las manos de Jun Seung recorrer su cintura y la humedad de su lengua recorrer su cuello. Se sentía usado y sucio. Dominado por aquel pensamiento, Seungmin se paró y se dirigió al lavamanos para poder llenar su cara y su cuello de agua, los restregaba fuertemente mientras el llanto salía con más fuerza y luego volvió a caer al piso. Era inútil, no importaba cuantas veces se intentara limpiar, las huellas de lo ocurrido y las imágenes que lo perseguían en sus momentos de menor consciencia lo atormentaban y eso lo llenaba de un dolor indescriptible.

Su mente no tenía intenciones de detenerse y cada vez podía sentir más fuertes las voces en su interior que le recordaban lo poco que valía y lo mucho que merecía las cosas que le habían sucedido. En medio de todo el ruido, algo logró llamar su atención, era la voz de Chan. Subió su mirada y escuchó la puerta del baño sonar —Seungmin... sé que estás ahí. Por favor contéstame. Llevas encerrado mucho tiempo y me estoy empezando a preocupar. Solo necesito que me respondas. No pretendo incomodarte, Por favor— dijo suplicando el mayor, quien pegaba su oreja a la puerta intentando escuchar el interior del baño mientras movía la perilla esperando a que esta mágicamente se abriera. Antes de que Chan pudiera volver a hablar, Seungmin abrió la puerta y agarrando la mano del mayor lo hizo entrar al baño cerrando la puerta detrás de él. Una vez dentro y sin dar mayor explicación Seungmin se resguardó en los brazos de Chan quien, aunque se sorprendió por el impacto del cuerpo del menor contra el suyo, no demoró en corresponder el abrazo. Se quedaron en esa posición un buen rato. Chan se dedicaba a pasar lentamente sus dedos por el cabello de Seungmin, mientras el menor se aferraba a su cuerpo intentando calmar aquel dolor que aún seguía instalado en su pecho. Cuando solo quedaban unos silenciosos sollozos, Chan volvió a tomar la palabra —¿Quieres hablar de lo que pasó?— dijo con un tono cálido y bajo cerca de la oreja de Seungmin quien negó mientras restregaba su frente en el pecho de Chan, cosa que conmovió profundamente al mayor e hizo que riera levemente antes de volver a apretar al menor en sus brazos.

Just Say Yes  [MinSung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora