Just Say Yes [MinSung]

XVI

Llegaba el final del mes y con este, la última cita que Minho había planeado para compartir junto a Jisung. Habían quedado en encontrarse en la terminal de buses a la salida de la ciudad. Para esta cita, Minho había tenido que ser un poco más específico con las cosas que necesitaba que Jisung llevara por lo que a diferencia de las otras citas, Jisung estaba un poco más preparado. Sabía que debía llevar ropa cálida y cómoda, aunque esta última petición no le pareció para nada extraña. Lo que le había sorprendido era el hecho de que Minho había dejado claro que no volverían hasta el día siguiente ya que pasarían la noche en el lugar al que Minho lo llevaría. Jisung se sentía nervioso y a la vez emocionado. Desde la primera cita que tuvieron, Jisung no podía dejar de pensar en pasar la noche con el mayor y poder despertar con él cerca, en vez de la ausencia y el vacío que lo recibía en las mañanas. Sin embargo, Jisung usualmente no lograba conciliar el sueño la primera noche en un lugar desconocido, usualmente le costaba dormir profundamente y no se sentía seguro para hacerlo. Sabía que lo más probable era que esa noche no dormiría lo suficiente y se intentó preparar mentalmente para no incomodar a Minho si su vigilia se extendía por mucho tiempo. Empacó sus audífonos y un libro para distraerse de noche mientras el mayor durmiera, así no estaría inquieto, podría cuidar del descanso de Minho y podría sentir la emoción de verlo despertar en la mañana.

Al llegar a la terminal, pudo ver a Minho quien llevaba una maleta mediana en su espalda y hablaba animadamente con quien parecía ser el conductor del bus en el que irían. Al ver a Jisung, una sonrisa apareció en su cara y corrió al encuentro con el menor, abrazándolo y alzándolo mientras daba vueltas con él en sus brazos. Jisung se permitía reír apenado por la escena que probablemente estaba llamando la atención de las otras personas del lugar. —¿Listo? —preguntó animadamente Minho. Jisung suspiró nervioso, pero se permitió sonreír y asentir emocionado —Ven, quiero que conozcas a alguien— Dijo Minho mientras tomaba la mano del menor para guiarlo en dirección al hombre con él que estaba hablando previamente —El es Heo Joon, uno de los mejores amigos de mi abuelo. Él nos llevará al lugar que tengo pensado para nuestra cita— dijo sonriente el mayor mientras presentaba a los dos hombres. Heo Joon sonrió ampliamente mientras ofrecía su mano a Jisung quien la recibió con una tímida sonrisa —Es un placer conocer por fin al chico que hace que este gruñón sonría un poco más. Me convenció de llevarlos en el trayecto del medio día que estaba completamente lleno, lo vieras rogando para conseguir un vehículo más grande con tal de que pudieran viajar hoy. definitivamente lo traes loco. Nunca lo había visto insistir por algo antes. — Minho quien no esperaba ser delatado se sonrojó mientras le reclamaba al mayor haberlo avergonzado —El placer es todo mío y lamento las incomodidades que este cabeza hueca le pudiera causar— contestó Jisung quien reía mientras su propia vergüenza lo delataba pintando con un tono carmesí la punta de sus orejas. — Ustedes dos ya se llevan bien a expensa de mi sufrimiento— se quejó Minho mientras hacía un pequeño berrinche que causó gracia en los dos hombres frente a él. Llegó la hora de partir, por lo que Heo Joon se retiró para entregar los datos de los pasajeros y algunos otros permisos necesarios a sus supervisores. Mientras tanto, Minho y Jisung subieron al bus y se acomodaron en sus respectivas sillas. El viaje duraría aproximadamente tres horas por lo que Minho sacó sus audífonos y, compartiéndolos con Jisung, propuso descansar la duración del trayecto. Jisung quien se sentía aun nervioso aceptó para tratar de controlar las emociones que albergaban en su pecho.

Jisung despertó con suaves caricias en su rostro indicando que habían llegado. Al abrir sus ojos y levantarse del hombro del mayor se estiró mientras sonreía —Es aquí— Dijo Minho. Jisung se volteó para ver el escenario que tenía frente a él y se encontró con un paisaje que lo dejó sin aliento. Había un lago inmenso rodeado por árboles altos, teñidos de varios colores gracias a la llegada del otoño. Las hojas caían delicadamente en el agua y producían un efecto cálido al reflejar la luz que caía en ellas. Del otro lado del lago había montañas altas, llenas de vitalidad en sus tonos más fríos. Jisung no lograba terminar de entender la belleza que rodeaba el lugar y emocionado se bajó del bus para poder apreciar un poco más de cerca las cosas. Al bajarse inhaló profundamente y se dejó llenar por el aire frío que entraba en sus pulmones, el entorno le producía una sensación indescriptible de paz. Se Volteó y se encontró con la mirada amorosa con la que Minho lo observaba, acercándose a él comenzó a hablar —Este lugar es precioso, nunca había visto algo igual— Dijo con fascinación —Me alegra que te guste. Aun nos queda más por recorrer para llegar al lugar donde podemos instalarnos así que debemos empezar a movernos— contestó Minho animadamente mientras recibía en sus brazos al menor, quien inconscientemente buscaba un lugar en ellos. Después de tener todo listo, se despidieron de Heo Joon y se dirigieron al muelle. En este, Minho habló animadamente con dos hombres que le entregaron un equipo de seguridad y ayudaron a ambos jóvenes a subir en un bote de pedales. Era la primera vez que Jisung se subía en uno de esos por lo que perdió rápidamente el equilibrio cayendo dentro del bote de manera poco agraciada, provocando que el mayor no pudiera contener su risa y se burlara de él, haciendo que Jisung se sonrojara mientras mostraba un adorable puchero en señal de reclamo. —Vamos amor, eso fue adorable— Dijo Minho secándose las lágrimas que habían escapado de sus ojos producto de la risa. Una vez estables dentro del bote, empezaron a pedalear. El paisaje era bellísimo por lo que se tomaban su tiempo disfrutando de cada segundo en el agua. Jisung tomaba fotografías, tratando de capturar el sentimiento que todo le producía en ese momento. Algunos patos paseaban cerca del bote, mostrando los bellos patrones en sus plumas, sin importarles la presencia de los visitantes en su lago. La convivencia de todos estos elementos llenaba el pecho de Jisung con un sentimiento de tranquilidad y admiración. Mientras Jisung se dejaba sorprender por cada pequeño detalle del lugar, señalando con emoción e inocencia lo que llamaba su atención, Minho se sumergía en el ritmo que marcaba su corazón estando cerca del menor. Ver aquella emoción infantil, aquel asombro y aquella inexperiencia en Jisung lo hacía sentir completo, ser quien pudiera entregarle esa experiencia a la persona que quería, lo enorgullecía.