IX

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Jisung se levantó de la cama primero. No había logrado conciliar el sueño repasando en su mente lo que había ocurrido el día anterior con Minho. Cada vez que cerraba sus ojos revivía cada segundo. Podía sentir los brazos de Minho acorralándolo en su cama, podía sentir el calor que el mayor desprendía de su cuerpo, podía sentir la respiración del contrario acercándose a sus labios y podía ver los ojos que tanto le encantaban mirándolo con un cariño tintado de deseo que, para Jisung, era bastante intimidante. Las imágenes en su cabeza no querían desaparecer y se le hacía cada vez más difícil convencerse a sí mismo de que el cosquilleo y calor en su pecho no significaban nada. En un intento de pensar en algo más, fue a la cocina a hacerse un café. Luego, se arropó con una cobija y sentándose en el sillón de su sala se dedicó a ver algo en el televisor que lo distrajera de sus pensamientos. Se decidió por uno de esos documentales policiales que veía con Seungmin de vez en cuando, si su mente estaba concentrada en descifrar lo ocurrido o en analizar al asesino, no tendría que pensar en Minho ni en todo lo que sabía que estaba evitando sentir.

Unos minutos más tarde, Seungmin, quien había notado la ausencia de su amigo, se dirigió a la sala arrastrando sus pasos. Al llegar al lado del sillón donde estaba Jisung, se frotó los ojos con ambas manos intentando ahuyentar el cansancio que aún no había dejado su cuerpo — Son las siete de la mañana. ¿Te importaría explicarme qué haces despierto a esta hora un sábado? — dijo el castaño mientras se subía al sillón para recostar su cabeza en las piernas de su amigo. Jisung pausó la serie y llevó su atención a su mejor amigo que permanecía en silencio con los ojos cerrados, mientras Jisung consentía su brazo y dijo —No pude dormir bien y preferí solo venir acá a pasar el rato. Lamento despertarte Minnie— Seungmin negó con su cabeza y abrió los ojos para dirigirse nuevamente a Jisung — ¿Pasó algo?— preguntó manteniendo un semblante tranquilo mientras se acomodaba de tal manera que pudiese ver el rostro de su mejor amigo. Jisung tenía miedo y sabía que si hablaba del tema todo iba a empeorar, reconocería sus sentimientos y todo sería real.

El problema con la realidad es que era compleja. En los libros, en las películas y en la música todo parecía ser más fácil y es por eso que Jisung disfrutaba de estas actividades, en ellas podía vivir descomplicadamente, en ellas podía pensar de manera simple. Con ellas se dejaba llevar, se permitía sentir y su imaginación le daba un espacio seguro a su corazón. Vivir en la fantasía parecía mejor que la realidad, enamorarse de personajes ficticios era seguro. En la experiencia de Jisung, lo real dolía, las cosas salían mal, el final no era feliz y mucho menos eterno. Cuando las cosas vivían en la cabeza de Jisung , nadie tenía que salir lastimado, las cosas no tenían que doler y él no tendría que huir. No había miedo, no había inseguridad, tenía el control. El problema estaba en dejarlo salir de su cabeza, una vez afuera, perdía el control por completo, ponía en un plano real aquellas cosas que en su cabeza eran inofensivas y les daba el poder de destruirlo.

Sin embargo, su cabeza lo estaba matando, lo que había ocurrido el día anterior daba señales de que ya todo era mucho más real de lo que él quisiera que fuera. Necesitaba desesperadamente que alguien le dijera qué hacer o qué sentir por lo que decidió ser sincero con su mejor amigo — Ayer Minho intentó besarme — soltó después de unos minutos. Seungmin quien había esperado pacientemente la respuesta de Jisung, se sentó al instante con los ojos completamente abiertos y ningún rastro de sueño en su sistema —¿QUÉ?—dijo sorprendido. Jisung, quien acababa de soltar todo el peso de sus pensamientos, comenzó a llorar, llevando sus manos a su cara para cubrir su rostro. Seungmin al ver a su amigo llorar, se acercó y lo rodeó con sus brazos para brindarle apoyo y contención. Después de unos minutos, el llanto fue reemplazado por pequeños sollozos y Jisung volvió a hablar —No sé qué hacer Minnie. Tengo tanto miedo— dijo mientras trataba de controlar su respiración —¿A qué le tienes miedo, no querías besarlo?— preguntó Seungmin intentando entender a su amigo —No Minnie, ese es el problema. En lo único que puedo pensar es en lo mucho que quiero besarlo. No quiero arruinarlo, sabes cómo soy. Algo siempre tiene que salir mal conmigo. No quiero perderlo y se que es estúpido porque llevamos relativamente poco hablando, pero el de verdad me importa. Solo por eso desde un principio lo encasillé en ser mi amigo, me prohibí perderme de más en su mirada, me prohibí pensar en lo bien que me siento con él, lo cómodo que es estar en sus brazos, lo feliz que me hace verlo sonreír y lo mucho que anhelo sentirlo cerca. Me prohibí sentir de más porque sabía que si era egoísta, me iba a enamorar. No lo dejé vivir en otro lugar que no fuera mi cabeza e incluso ahí trataba de convencerme de que no había nada. ¿Por qué lo tenía que arruinar? Yo no soy la persona para él Minnie, él merece a alguien mejor. Yo estoy muy roto y solo se huir...— antes de que pudiera continuar, Seungmin tomó el rostro de Jisung en sus manos y mirándolo a los ojos, con un semblante serio dijo —Para... Por favor, para. No hay nada de malo contigo bebé— se acercó y besó la frente de su amigo. Conocía a Jisung y sabía que no había nada que pudiera decirle que lo convenciera de que aquellas cosas que habitaban en su cabeza no eran ciertas, por lo que se limitó a sostenerlo en sus brazos.

Just Say Yes  [MinSung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora