🎄EXTRA 2/2🎄

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La navidad se podía sentir en cada rincón de la ciudad. Las luces decoraban las frías calles y el ánimo de las personas parecía dar una cálida sensación a cada esquina. Como todos los años, Minho se preparaba para dirigirse hacia su trabajo a encargarse del turno que la mayoría de empleados evitaba, pero que daba las mejores bonificaciones. Tratando de huir constantemente del trato que su familia le daba, Minho había normalizado pasar las fiestas lo más lejos, y ocupado, posible de su casa. Sabía que este año sería diferente y, sin embargo, se encontraba haciendo las mismas cosas para evitar sumergirse en los fantasmas de su pasado. Chan se había ido desde el día anterior a pasar su tiempo con la familia de Seungmin, por lo que Minho no había podido saludar a su mejor amigo esa mañana y, aunque se alegraba de que su mejor amigo hubiera encontrado con quien pasar estas fechas, en las que usualmente se quejaba por no tener a su familia cerca, le dolía no despertar con el característico aroma del desayuno navideño que Chan le preparaba cada año. Tratando de alejar la tristeza que amenazaba con envolver su corazón, se preparó algo ligero, dejó a sus gatos con el alimento suficiente y terminó de arreglarse para enfrentar su día.

Mientras se acercaba a la cafetería recibió un mensaje de su novio que, aunque odiaba admitirlo, había abierto un poco más aquella herida que intentaba ignorar.

Sunggie 🐿️ ♡

Amoor :(( debo ayudar a mi padre con ciertas cosas para la cena que piensa hacer hoy y no podré estar tan pendiente del celular, lo siento

Estaré esperándote en la noche por si te animas a venir, Te amo

Min 🐱♡

No pasa nada, cariño. Igual debo estar pendiente de todo el trabajo en la cafetería. Hoy no estarán los chicos, entonces debo esforzarme un poco más.

Llegaré a tu casa a eso de las 10 ¿Está bien?

Sunggie 🐿️ ♡

Si, perfecto. Te estaré esperando con tu taza de chocolate y una buena película <3

Ten cuidado con sobre exigirte mucho

Min 🐱♡

Estaré bien, saluda a tu padre de mi parte

Te amo

Mandó este mensaje con una sonrisa en el rostro. Aunque le dolía sentir que su día parecía tener la misma rutina de años anteriores, sabía que el estar con Jisung sería suficiente para olvidarse de aquel dolor. Por lo que guardó su celular y al llegar al lugar de su trabajo, se dispuso a dar lo mejor de sí mismo para brindarle a cada cliente una cálida bienvenida.

Si había algo que Minho realmente disfrutara de la navidad, es que podía ver un millón de distintas y maravillosas historias desde su lugar de trabajo. Cada persona que entraba en el local era un universo completamente diferente y cargaba consigo mismo una sorpresa. Los jóvenes ilusionados con la primera confesión y el deseo inocente de pasar navidad con la persona a la que amaban, los padre correteando con sus hijos, esperando brindarles una agradable comida antes de la llegada de santa. Otros, aquellos soñadores y amantes del destino, iban en búsqueda de historias y de promesas que jamás llegarían y algunos en su soledad buscaban la compañía perfecta de desconocidos en un cafetería cualquiera por el miedo a la soledad eterna de una navidad vacía. A todos, Minho los miraba con suprema delicadeza y cariño, quería entender sus corazones y ser parte de aquella fecha que, prometiendo ser perfecta, ocultaba tantas probabilidades.

Mientras limpiaba uno de lo ventanales y se sumergía en las sonrisas pasajera de las personas que transitaban fuera del local, pensaba en lo bello que podía ser un mismo lugar en diferentes momentos. Una cafetería podía transformarse en una biblioteca llena de historias por contar, una calle podía ser oscura o podía estar llena de personas sonriendo, con la esperanza de llegar a casa para poder compartir con las personas que más amaban. Sus ojos podían estar viendo el mismo escenario, que años atrás habían contemplado, con un nuevo calor instaurándose en su pecho. Lo que veía ya no dolía y, en cambio,  lo hacía anhelar llegar a los brazos de la persona que dominaba cada pensamiento en su mente cuando veía el mundo iluminado con ese calor y amor desbordante. Aun sabiendo que no recibiría respuesta, le escribió a su novio. Mandó una foto de lo que aquel ventanal enmarcaba y lo acompañó con un corto mensaje "Te extraño". Veía atentamente la pantalla de su celular cuando una voz femenina lo interrumpió —Debe ser muy afortunada— Volteando algo desconcertado por la pregunta, Minho conectó su mirada con una chica algo delgada de pelo castaño —¿Disculpa?— preguntó Minho, para confirmar que la chica le estuviera hablando a él. —La persona a la que le escribes. Debe ser muy afortunada— Contestó la castaña, mientras tomaba un sorbo del café que tenía enfrente. Sin comprender las intenciones de la chica y removiéndose algo incómodo, aclaró —Es un "él" y en realidad creo que quien es realmente afortunado, soy yo— La chica le brindó una sonrisa cálida al mayor y continuó — Te entiendo. Estoy esperando a mi novia, la chica más hermosa que puedas imaginar. Es nuestro cuarto año juntas y la sigo amando como el primer día que la vi — Minho suavizó inmediatamente su semblante y sonrió ante la confesión de su cliente —¿Puedes sentarte conmigo?— preguntó la chica, tomando por sorpresa a Minho, quien miró a su alrededor buscando alguna excusa para negar la propuesta y, cómo si pudiera leer sus pensamientos, la chica añadió —Realmente estoy muy nerviosa y no quiero esperar sola... Pienso pedirle que se case conmigo— decir eso parecía bastante liberador y Minho podía verlo, por lo que se sentó del otro lado de la mesa y sonriendo asintió a la petición de la chica. — ¿Cómo es ella?— preguntó Minho, tratando de calamar los nervios que parecían comer viva a aquella joven. —Es perfecta. Nos conocemos desde que somos pequeñas y siempre ha sido la persona con la que he querido estar. Con ella siento que vuelo, siento que puedo ser yo misma y no debo preocuparme por caer porque sé que siempre estará cuidándome. Somos diferentes, pero parecemos siempre entendernos. En ella encuentro lo que siempre soñé ¿me entiendes?— Dijo la chica en medio de una ensoñación que Minho conocía perfectamente, por lo que le dedicó una tímida sonrisa, antes de tomar la palabra brevemente — creo que lo hago perfectamente— Esta vez, fue el turno de la chica para entender aquellas sensaciones que recorrían el cuerpo del mayor. Sentados en una complicidad extrañamente cómoda, en medio de risas, compartieron algunas historias de las personas a las que sus corazones tanto anhelaban. Después de un tiempo, Minho tuvo que volver a trabajar, deseándole la mejor de las suertes a aquella chica y a su novia. Al cabo de unos minutos, pudo ser testigo de cómo una relación daba un nuevo inicio. Vio a la chica, con la que había charlado, sostener a la persona que amaba en sus brazos y con una enorme sonrisa gritar con emoción —¡Dijo que si!— las personas aplaudían y celebraban la unión y mientras Minho copiaba estas acciones entre risas, sentía la extraña necesidad de ir en búsqueda de Jisung. Su corazón empezaba a extrañarlo con más fuerza y la noche aunque parecía estar llena de magia, se sentía extrañamente vacía.

Just Say Yes  [MinSung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora