Ir al desfile anual del Pride se había convertido en una tradición desde que Minho se había mudado con Chan tres años atrás. El mayor de los dos siempre había dicho que este era un evento en el cual podían olvidar sus preocupaciones y juntarse con otras personas que compartieran historias similares a las suyas, unas quizás más trágicas que otras. Minho ya se había acostumbrado a arreglarse un poco más colorido de lo usual, a los gritos de los grupos que protestaban en contra, al calor y a la exageradamente larga caminata. Nunca fue una actividad que disfrutara del todo, pues para él entre menos energía exigiera algo solía disfrutarlo más. Sin embargo, su mejor amigo siempre planeaba con antelación el día para hacerlo sentir más alegre, ya que alrededor de estas fechas Minho tenía que pensar mucho en su familia, algo que lograba alejar cualquier sonrisa de su rostro. Agradecía el esfuerzo que hacía el mayor por mantenerlo ocupado, aunque tratara de no mostrarlo, para Minho, Chan era su familia y quizás la persona a quien más admiraba y amaba en el mundo. Con el tiempo Chan se había vuelto su lugar seguro y un hermano mayor en el cual podía confiar. Después de todo, Chan lo había visto en sus peores momentos y jamás lo juzgó. Siempre secaba sus lágrimas y le hacía su comida favorita para hacerle entender que todo estaría bien y que nunca estaría solo, aunque en un principio fue difícil de creer, terminó confiando plenamente en aquella calidez que le brindaba su amigo.
Habían decidido coordinar su maquillaje y su ropa de tal manera que ambos estaban usando pantalones de jean, una camiseta blanca y una camisa de manga corta encima de varios colores y para el maquillaje decidieron dibujarse en el cuello algunas de las banderas de la comunidad. Además de esto, Chan se colocó una bandana en el pelo y Minho una gorra blanca para protegerse del sol. Estando listos, salieron de su apartamento y fueron a buscar algo de comer mientras la marcha aparecía por su calle. Sabían lo caótico que podía ser empezar a caminar desde el punto principal de encuentro y prefirieron ahorrarse ese incómodo comienzo para poder tener una tarde tranquila y divertida cuando ya todo estuviera más organizado calles abajo.
Para su sorpresa, empezó a llover de manera intensa y junto con la lluvia, llegó el desfile. Al sentir la lluvia, tanto Chan como Minho se miraron con cierta complicidad esperando que alguno tuviera la iniciativa de desistir y volver a casa. El primero en hablar fue Chan— ¿Prefieres quedarnos acá y unirnos una vez pase la lluvia o vamos a casa y nos perdemos el de este año?— Minho pudo ver en los ojos del mayor la decepción de tener que volver a casa pero, sabía que la lluvia seguiría por un buen rato. Cuando estuvo a punto de contestar, el desfile se hizo presente y, contrario a lo que esperaban, en vez de emocionarse se sintieron intranquilos. Diferente a los años anteriores, no se oía la esperada celebración o los típicos cantos creados para llamar la atención de los transeúntes, no se oía la música y tampoco la alegría. Lo único que pudieron escuchar fue el pánico. Los gritos desgarradores mezclados con la tormenta lograron hacer que Minho se encogiera en su silla y empezara a sentir como le faltaba el aire. Chan al darse cuenta de esto, decidió que lo mejor sería volver a casa, tomó la mano de Minho, pagó la cuenta y salieron rumbo a su apartamento.
En el camino, Minho jaló del brazo de Chan llamando su atención. Al verlo notó que algo andaba mal. Siguió la mirada del menor y pudo ver que en la esquina debajo del puente, al lado de un carro había un chico, claramente asustado, abrazando sus rodillas —Es Jisung— fue lo único que le entendió a Minho antes de que este empezara a correr en dirección al muchacho. Asustado, Chan lo siguió y una vez al lado de Jisung intentó darles espacio, asegurándose de que nadie pudiera acercarse. Minho no sabía que fuerza lo había llevado tan rápido al lado de Jisung, ni cómo lo había logrado reconocer en medio de tantas personas, pero se sintió aliviado de haberlo hecho, viendo el estado en el que el chico se encontraba. Al llegar a su lado, se agachó e intentó llamar la atención del chico, pero todo fue inútil, este parecía fuera de sí y solo temblaba de manera descontrolada mientras su respiración se agitaba cada vez más.—Chan tenemos que sacarlo de aquí— Dijo mirando al mayor quien, al ver el terror en sus ojos, empezó a abrir paso entre la multitud para llevarlos a un lugar separado y abierto. Una vez allí, Chan se fue en búsqueda de agua para Jisung. Minho sintió el agarre en su brazo hacerse más fuerte y el terror asomarse nuevamente en la cara del rubio, quien estaba entrando nuevamente en un estado de pánico. Ver a su compañero de esta manera logró romper un poco el corazón de Minho, quien se volteó para tomar la otra mano de Jisung esperando ayudarlo a sentirse más seguro. — Hey, necesito que te quedes conmigo. ¿Puedes hacer eso? Voy a necesitar imites mi respiración — Recordando las palabras que su mejor amigo utilizaba cuando calmaba sus ataques de ansiedad, trató de guiar a Jisung para poder hacer que este se calmara y no perdiera la poca estabilidad que le quedaba. Una vez conectaron sus miradas, guió la mano del contrario, que se aferraba a su camiseta, de su brazo a su pecho. Una vez ahí y sin desviar su mirada le pidió que copiara las acciones que realizaba para llevar una buena cantidad de oxigeno a sus pulmones. Contaba hasta cuatro mientras inhalaba, sostenía por siete y exhalaba por ocho.
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Just Say Yes [MinSung]
FanficJisung, un chico amigable y en apariencia feliz, se refugia en la promesa de no enamorarse de nuevo, intentando huir de su pasado. Conoce a Minho, quien esta dispuesto a hacerle entender que puede soltar sus miedos para amar libremente. o donde...