08 ✨ Leave

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—Ly, despierta

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—Ly, despierta.

—¡Por Dios Harry! —protesto Alya aún adormilada.

—No fue un sueño.

Alya se incorporo mirándolo con confusión.

—Hogwarts. La magia.

TOC TOC

Se escucharon golpes en la ventana.

Harry fue directamente a la ventana y la abrió. La lechuza bajó en picado y dejó el periódico sobre Hagrid, que no se despertó. Entonces la lechuza se posó en el suelo y comenzó a atacar el abrigo de Hagrid.

—No hagas eso.

Harry trató de apartar a la lechuza, pero ésta cerró el pico amenazadoramente y
continuó atacando el abrigo.

—¡Hagrid! —dijo Harry en voz alta—. Aquí hay una lechuza…

—Págala —gruñó Hagrid desde el sofá.

—¿Qué?

—Quiere que le pagues por traer el periódico. Busca en los bolsillos.

El abrigo de Hagrid parecía hecho de bolsillos, con contenidos de todo tipo:
manojos de llaves, proyectiles de metal, bombones de menta, saquitos de té…

Finalmente Harry sacó un puñado de monedas de aspecto extraño.

—Dale cinco knuts —dijo soñoliento Hagrid.

—¿Knuts?

—Esas pequeñas de bronce.

Harry contó las cinco monedas y la lechuza extendió la pata, para que Harry pudiera meter las monedas en una bolsita de cuero que llevaba atada. Y salió volando por la ventana abierta.

Hagrid bostezó con fuerza, se sentó y se desperezó.

—Es mejor que nos demos prisa, Harry, Alya. Tenemos muchas cosas que hacer hoy. Debemos ir a Londres a comprar todas las cosas del colegio.

—Mm… ¿Hagrid?

—¿Sí? —dijo Hagrid, que se estaba calzando sus colosales botas.

—Nosotros no tenemos dinero y ya oíste a tío Vernon anoche, no va a pagar para que vayamos a aprender magia.

—No se preocupen por eso —dijo Hagrid, poniéndose de pie y golpeándose la cabeza—. ¿No creerán que sus padres no les dejaron nada?

—Pero si su casa fue destruida...

—¡Ellos no guardaban el oro en la casa, muchacho! No, la primera parada para nosotros es Gringotts. El banco de los magos. Come una salchicha, frías no están mal, y no me negaré a un pedacito de tu pastel de cumpleaños.

—¡Oh ustedes son geniales!

—¿Los magos tienen bancos?

—Sólo uno. Gringotts. Lo dirigen los duendes.

SeptiternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora