15 ✨ Common room

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Albus Dumbledore se había puesto de pie

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Albus Dumbledore se había puesto de pie. Miraba con expresión radiante a los alumnos, con los brazos muy abiertos, como si nada pudiera gustarle más que verlos allí.

—¡Bienvenidos! —dijo—. ¡Bienvenidos a un año nuevo en Hogwarts! Antes de comenzar nuestro banquete, quiero deciros unas pocas palabras. Y aquí están, ¡Papanatas! ¡Llorones! ¡Baratijas! ¡Pellizco!… ¡Muchas gracias!

Se volvió a sentar. Todos aplaudieron y vitorearon. Alya no sabía si reír o no.

—Creo que está un poco loco ¿No? —preguntó a Cygnus.

—El es un gran mago, pero debo admitir que si está un poco loco.

Alya se quedó con la boca abierta. Los platos que había frente a él de pronto estuvieron llenos de comida. Nunca había visto tantas cosas que le gustara comer sobre una mesa: carne asada, pollo asado, chuletas de cerdo y de ternera, salchichas, tocino y filetes, patatas cocidas, asadas y fritas, pudín, guisantes, zanahorias, salsa de carne, salsa de tomate y, por alguna extraña razón, bombones de menta.

Los Dursley nunca habían matado de hambre a Alya, pero tampoco le habían permitido comer todo lo que quería. Era por eso que se veía más pequeña de lo que realmente era, se veía flacucha y más baja que el resto de las chicas de su edad.

Se sirvió un poco de carne asada y patatas fritas. Su parte favorita fueron los bombones de menta a ella le fascinaba la menta.

—Creo que tu hermano no está muy feliz —le dijo Cygnus.

Harry estaba mirando la mesa de Slytherin buscando a su hermana con la mirada, por su expresión se notaba notablemente confundido. Estando en la casa o en la escuela siempre estaban juntos no había momento en el que se separaran.

—Creo que es porque siempre  estamos juntos.

—Es raro que Harry esté en Gryffindor y tú en Slytherin —comento un chico castaño sentado frente a ellos —. Theodore Nott un placer.

—Son mellizos pero ambos tienen personalidades diferentes —dijo Cygnus.

—Alya Potter —se presentó estrechando su mano con la de Theodore.

—Blaise Zabini —se presentó el chico moreno que estaba aún lado de Theodore.

Cuando hubieron comido todo lo que quisieron, los restos de comida desaparecieron de los platos, dejándolos tan limpios como antes. Un momento más tarde aparecieron los postres. Trozos de helados de todos los gustos que uno se pudiera imaginar, pasteles de manzana, tartas de melaza, relámpagos de chocolate, rosquillas de mermelada, bizcochos borrachos, fresas, jalea, arroz con leche…

Alya tomo un poco de pastel de manzana. Continuó hablando con Cygnus, Theodore y Blaise durante el resto de la cena.

Por último, también desaparecieron los postres, y el profesor Dumbledore se puso nuevamente de pie. Todo el salón permaneció en silencio.

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