18 ✨ Halloween

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Harry y Ron le contaron al día siguiente lo que pasó la noche pasada

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Harry y Ron le contaron al día siguiente lo que pasó la noche pasada. El duelo no era más que una trampa de Draco. Pero lo interesante no fue eso, Harry y Ron acompañados por Hermione y Neville (más a fuerza que de ganas) subieron al tercer piso, aquel que estaba prohibido para los estudiantes.

—¡Hay un cerbero aquí en la escuela!

—¿Te gustaría verlo? —pregunto Cygnus.

Alya negó inmediatamente.

—Seria interesante y peligroso a la vez. Imagínate que algo sale mal y ese perro me arranca la cabeza. Mi tumba diría algo así: "Aquí yace Alya Potter, una chica hermosa e inteligente que fue brutalmente asesinada por un cerbero". Y al finalizar "La curiosidad mató al gato".

Cygnus rio.

—Ahora veo porque no estás en Gryffindor. No haces cosas estúpidas con ellos.

—El sombrero pensó en ponerme en Ravenclaw.

—Tiene sentido.

(⁠◍⁠•⁠ᴗ⁠•⁠◍⁠)⁠✧⁠*⁠。


Las cosas en Hogwarts iban de maravilla. Alya era, en bocas de los mismos profesores, la mejor estudiante que habían tenido.

La profesora McGonagall se atrevía incluso a comparar su inteligencia con la de su madre. La pelinegra era buena en casi todas sus materias, excelente en pociones y transformaciones, y pésima en vuelo. Cuando Harry le contó que su padre había sido jugador de Quidditch, ella misma sintió que lo decepcionaba.

Alya pasaba la mayor parte del tiempo metida en la biblioteca, decía que al ser criada por muggles, necesitaba estudiar más que los que se criaron rodeados de magia. Y aunque no tenía del todo la razón, era por eso que obtenía las mejores  notas en cada una de sus tareas.

Paseó por los pasillos de la biblioteca buscando una próxima lectura, Blaise se ofreció a acompañarla, Cygnus estaba con Draco quien se encontraba en un drama por la simple razón de que Harry había conseguido una nueva escoba. Tomo un libro que le llamo la atención, era negro con detalles en dorado y se veía muy antiguo.

Regreso a la mesa donde Blaise la estaba esperando. Le hecho una mirada al libro.

—¿Desde cuándo estudias artes oscuras, Jane?

Alya abrió el libro. Efectivamente era un libro de artes oscuras, con hechizos, maleficios e incluso pociones que ningún profesor se atrevería a enseñar.

—Que nadie te vea con ese libro o pensarán que estás en malos pasos.

—Asi que ¿En realidad no te importa que tú amiga esté leyendo sobre magia prohibida?

—Siempre es bueno tener ese tipo de conocimiento, nunca sabes si algún día los vas a necesitar. Mi madre tiene una biblioteca repleta de ese tipo de libros.

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