Aquel día nada iba a salir mal.Incluso estaba bien pasar el día con Dudley y Piers si eso significaba no tener que estar en el colegio, en su alacena, o en el salón de la señora Figg, con su olor a repollo. Aunque a Alya le costará admitir que estaba disfrutando del día.
Mientras conducía, tío Vernon se quejaba a tía Petunia. Le gustaba quejarse de muchas cosas. Harry, el ayuntamiento, Alya, el banco, eran algunos de sus temas favoritos. Aquella mañana le tocó a los motoristas.
-... haciendo ruido como locos esos gamberros -dijo, mientras una moto los adelantaba.
-Tuve un sueño sobre una moto -dijo Harry, recordando de pronto-. Estaba volando.
Tío Vernon casi chocó con el coche que iba delante del suyo. Se dio la vuelta en el asiento y gritó a Harry:
-¡LAS MOTOS NO VUELAN!
Su rostro era como una gigantesca remolacha con bigotes. Dudley y Piers se rieron disimuladamente.
-Es obvio que la motos no vuelan -dijo Alya defendiendo a su hermano -. Fue sólo un sueño.
Si había algo que desagradaba a los Dursley aún más que las preguntas de los mellizos, era que hablara de cualquier cosa que se comportara de forma indebida, no importa que fuera un sueño o un dibujo animado. Parecían pensar que podía llegar a tener ideas peligrosas.
-¿Que tan alto volaba la moto? -le pregunto Alya ganándose una sonrisa de su hermano.
Era un sábado muy soleado y el zoológico estaba repleto de familias.
Los Dursley compraron a Dudley y a Piers unos grandes helados de chocolate en la entrada, y luego, como la sonriente señora del puesto preguntó a Harry y Alya qué querían antes de que pudieran alejarse, les compraron un polo de limón, que era más barato.
Aquello tampoco estaba mal, pensó Alya, chupándolo mientras observaban a un gorila que se rascaba la cabeza y se parecía notablemente a Dudley, salvo que no era rubio.
Los mellizos tuvieron que reprimir sus risas mientras seguían comparando a Dudley.
Fue la mejor mañana que los mellizos habían pasado en mucho tiempo.
Comieron en el restaurante del zoológico, y cuando Dudley tuvo una rabieta porque su bocadillo no era lo suficientemente grande, tío Vernon le compró otro y Harry y Alya tuvieron permiso para terminar el primero.
Era la primera vez que los mellizos tenían tanta comida para ellos solos, la mayor parte del tiempo tenían que compartir y no es que les molestará si no que no les alcanzaba la comida para llenarse.
Después de comer fueron a ver los reptiles. Estaba oscuro y hacía frío, y había vidrieras iluminadas a lo largo de las paredes.
Detrás de los vidrios, toda clase de serpientes y lagartos se arrastraban y se deslizaban por las piedras y los troncos.
ESTÁS LEYENDO
Septiterno
Fanfic"Dos mundos se alinean. La línea que los separa es delgada y frágil, pero está ahí. El poder, el amor, la lealtad... Todo es cuestión de elecciones, y a veces puede ser difícil decidir cuál es el camino correcto." ⚡Libro 1 - ✓ ⚡Libro 2 - (en proceso...