— No creo poder más con esto, me rindo — suspiró cansado y arrastró sus pies por el pasillo dejándose caer en el sillón, escuchando los grititos de las niñas desde el baño—. Sus hijas tienen demasiada energía, siento como si estuvieran absorbiendo la mía porque no puedo más.Cerró sus ojos dejando caer su cabeza en el respaldo, escuchando la risa de Dami a lo lejos.
— ¡Aguantas muy poco, Baek! Tienes que practicar para cuando te toque, bañar a un recién nacido es mucho más difícil — Jongdae dijo desde la cocina, y él abrió un ojo para observarlo—. Puede que Hyunjin sea un niño tranquilo, pero si resulta ser igual de activo a como es ahora en tu panza y además hereda todo de ti, que Dios te agarre confesado, ahí pagarás todas las que hiciste a tus padres.
— ¡Yah! Yo era un niño bien portado —se quiso defender, pero luego se quedó pensando en todas las travesuras que hizo, y ya no estuvo tan seguro de eso y Jongdae lo sabía y por eso rió más—. ¡Tú tampoco fuiste una blanca paloma de pequeño!
El pelinegro le miró desde la cocina en donde preparaba la cena y asintió sin dudar.
— Por supuesto, yo jamás lo negué —contestó simplemente y Baekhyun tuvo la tentación de aventarle un cojín, pero se reprimió por dos razones.
Una, porque su amigo preparaba la cena y dos, porque probablemente tendría que levantarse a recogerlo y no quería, tampoco sabía si podría ya que ese había sido un día muy difícil para él, pues Hyunjin estuvo muy inquieto al punto en que no se sintió bien y se la pasó con dolores en su espalda baja y su pierna izquierda al grado que casi todo su domingo se quedó recostado en el sofá de la sala de estar de Dami y Jongdae donde se había quedado los últimos días.
Su plan había sido quedarse sólo una noche cuando el incidente con Donghyung sucedió, pero al día siguiente le llamaron para hacer una nueva declaración por lo que Jongdae lo acompañó y luego lo fue a dejar a su trabajo para recogerlo y llevarlo un día más al apartamento donde actualmente se encontraba. Él lo agradeció, teniendo como plan original regresar ese día a su piso, pero los malestares le hicieron permanecer un día más y él sólo esperaba que ahora que su hijo parecía estar dormido, esos malestares disminuyeran y le hicieran sentir mejor.
Aunque, si era franco, tampoco tenía tanta prisa de regresar a su lugar por varias razones, pero, la más fuerte de todas es que seguía huyendo de su casera y más aún cuando esa mañana había visto que el apartamento que él quería ver ya se había rentado.
Eso aumentaba sus niveles de estrés hasta las nubes porque ya no tendría donde quedarse y de sólo pensar en que pudiera toparse a la casera tenía miedo y, aunque odiaba admitirlo, ya le había rogado muchas veces para que no lo sacara, incluso una vez se arrodilló ante la mujer, pero esta se negó rotundamente recordándole que una de las reglas y cláusulas del contrato de arrendamiento que él mismo firmó, era justamente que no se permitían bebés por la razón de que era una estancia estudiantil y, lo que menos querían, era un recién nacido llorando por las noches.
ESTÁS LEYENDO
Before The Flowers Bloom
FanfictionCuando Chanyeol regresó a Seúl, jamás imaginaría que dejaría sus maletas botadas en el aeropuerto para correr y encontrarse afuera de esa iglesia donde sería el testigo de la unión entre quien fuera el amor de su vida y su ahora ex mejor amigo; tamp...