Cuando Chanyeol regresó a Seúl, jamás imaginaría que dejaría sus maletas botadas en el aeropuerto para correr y encontrarse afuera de esa iglesia donde sería el testigo de la unión entre quien fuera el amor de su vida y su ahora ex mejor amigo; tamp...
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— Lo siento, lo siento, con permiso, ¡bebé a bordo! — Baekhyun alzó la voz mientras trataba de esquivar a las personas en la calle—. Se me hace tarde, lo siento— se excusó con las personas que llegaba a chocar.
Y era un idiota.
Esa mañana era el día de la entrevista y él se encontraba casi corriendo al interior del edificio donde se encontraba la empresa. Era un día importante, algo que no podía arruinar, pero jamás contó con que no podría pegar el ojo por una sola persona: Park Chanyeol.
De recordar lo sucedido la noche anterior se sonrojaba hasta el cuello, y su corazón latía casi tan rápido a como lo estaba haciendo ahora mientras entraba por el lobby y se dirigía al elevador.
Su plan original de la noche anterior había sido escoger su ropa y terminar de preparar el portafolio de trabajos y su currículum para entregar en la entrevista. Pero las cosas no resultaron cómo creyó, y terminó comiendo pastel con el alto en su habitación mientras tenía que mantener su compostura al ver toda la hermosa ropa que Chanyeol le había comprado a su hijo. El detalle le hizo querer llorar, abrazarlo y no soltarlo nunca, pero, en su lugar, estuvieron a punto de besarse si no hubiera sido por la intromisión de Youngmi.
Francamente no sabía si estar agradecido o no, pero esa situación había sido más que suficiente para que se sintiera avergonzado alrededor de los Park, por lo que había rechazado el ofrecimiento de Chanyeol de pasar por él para llevarlo a la empresa y ahora estaba arrepentido de ello, sin embargo, ¿cómo aceptar? Ni siquiera pudo verlo a la cara después de lo que pasó y mucho menos aceptaría porque sabía que el viaje del pelinegro de su apartamento a la casa de su madre y de ahí a la empresa era casi de una hora, sino más.
No se le hizo correcto, y el hombre no insistió antes de decidir regresar temprano a su apartamento sin haber llegado a cenar con ellos. De alguna forma eso lo puso más nervioso por todo, pero agradecía que al menos la mamá de Chanyeol no comentó nada de lo que vio como si no hubiera ocurrido, mas Baekhyun no sabía si podría hacer lo mismo cuando se reencontraran. Suspiró hondo y entró al elevador presionando el número de piso que el alto le había dado, estaba un paso más cerca, pero ahora por su carrera se sentía cansado e incómodo y todo por su torpeza al haberse confundido de edificio cuando bajó del taxi.
Maldijo apoyándose en la pared del ascensor tratando de regular su respiración y arreglar sus ropas. Estaba nervioso, demasiado que no podía controlar su corazón y no tuvo más tiempo de descanso cuando después de haberse detenido unas tres veces en diferentes pisos, se dio cuenta que se estaba acercando al suyo por lo que esquivó gente y salió del elevador encontrándose con una muy amplia recepción que era iluminada por altos ventanales que rodeaban ese decimoquinto piso.
Inhaló más hondo al ya estar ahí, y presionó las correas de su mochila para caminar hacia allá notando de repente a Chanyeol llegar frente a él sorprendiéndolo, por lo que retrocedió un paso. Cuando salió del estupor inicial frotó su mejilla derecha con su mano fría tratando de que el calor en su rostro se disipara.
