— Por favor, no te molestes, ¿sí? Es lo que tengo que hacer.El pelinegro apretó sus labios mientras negaba.
— No tienes que hacer ya nada porque él está encerrado, no entiendo cuál es la necesidad de irlo a ver, mucho menos después de lo que te hizo hace días, Baekhyun —el castaño suspiró suavemente mientras que Chanyeol permanecía de pie frente a la puerta trasera del auto, dónde él estaba sentado junto a Hyunjin que dormía en su sillita del carro—. Para lo de la custodia de Hyunjin acordamos que lo haríamos por medio de un abogado, no necesitas ir a exponerte, no tienes la necesidad de ir a verlo para que vuelva a tratarte mal.
El pelinegro volvió a verlo mientras se colocaba casi en cuclillas, quedando entre sus piernas que ya miraban al exterior del auto y podía ver en sus ojos su completo desacuerdo y lo comprendía, una parte de él tampoco quería ir ahí, pero debía hacerlo, o sino jamás podría cerrar su ciclo con ese hombre.
— ¿Confías en mí? —preguntó y el pelinegro asintió sin dudar.
— Ciegamente —contestó, por lo que acarició las mejillas que estaban cubiertas de un fino vello de una barba de un par de días que Chanyeol no se había podido rasurar por estar cuidándolo a él y a Hyunjin.
Ambos tenían rostros demacrados, pero jamás habían sido más felices en sus vidas.
— Entonces confía en mí en esto, ¿sí? No voy a ir a verlo porque quiera mirar su cara, sino porque quiero cerrar este ciclo, quiero que por primera vez en meses hablemos de forma civilizada y estando él encerrado sé que no podrá lastimarme —Chanyeol iba a objetar, pero él sólo siguió acariciando sus mejillas mientras dejaba un beso en sus labios—. Tengo que hacerlo ahora, porque si me espero o ignoro esta situación él saldrá de nuevo un día y puede regresar por nosotros y no quiero, por eso tengo que hacer esto ahora.
Miró los ojos marrones de su pareja que estaba preocupado, molesto y en desacuerdo. Pero si algo habían construido los dos en esos meses, era confianza y comunicación, una que sabía cada día se fortalecía y hacía su relación más fuerte.
— Yo te prometo que esta vez sí estaré para protegerlos —Chanyeol siguió intentando convencerlo, él negó porque, aunque sabía que haría todo para cumplir su promesa, no podían depender sólo de eso—. No me gusta esto, Baekhyun, pero está bien, confío en ti y en tus decisiones —Chanyeol besó su mentón con suavidad, y rodeó su cintura con sus brazos y se sintió extraño, era extraño tener tan cerca el cuerpo de Chanyeol al ya no tener a Hyunjin en su vientre—. Pero al primer indicio de agresión o donde siquiera te quiera alzar la voz, saldrás de ahí, ¿me lo prometes? —asintió sin dudar mientras le sonreía sutilmente—. No quiero que te alteres, te acaban de dar el alta, necesitas guardar reposo y estar tranquilo, Baekhyun.
Asintió un par de veces acomodando la mata de cabellos oscuros de su pareja.
— Prometo que a la primera que me haga, me iré de ahí, pero quiero que estés tranquilo, no estaré solo, el fiscal me acompañará, ¿sí? De hecho, ya está esperando —miró al exterior notando que el hombre de edad mediana estaba ahí, de pie hablando con otro oficial mientras esperaba por él—. Me protegerán por cualquier cosa, además habrá un cristal entre los dos, no me hará daño.
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Before The Flowers Bloom
FanfictionCuando Chanyeol regresó a Seúl, jamás imaginaría que dejaría sus maletas botadas en el aeropuerto para correr y encontrarse afuera de esa iglesia donde sería el testigo de la unión entre quien fuera el amor de su vida y su ahora ex mejor amigo; tamp...