Capítulo Once

2.3K 253 170
                                    

— ¿Podrías dejar de dar tanta vuelta? Dejarás un hoyo en el piso de mi oficina

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¿Podrías dejar de dar tanta vuelta? Dejarás un hoyo en el piso de mi oficina.

Chanyeol arrugó su nariz y rascó su nuca soltando luego un suspiro, mirando el tiempo en su reloj notando que faltaban veinte minutos para la hora de comida.

— Lo siento, no lo puedo evitar, estoy nervioso —sacudió un poco su cuerpo deteniéndose en un lugar y exhaló profundo—. Hoy fue la firma de contrato de Baekhyun y directamente se iba a ir a trabajar con Kyungsoo y tú sabes lo que es trabajar para él, ¿verdad? —alzó sus cejas, y Junmyeon le miró sobre sus gafas un momento antes de reír.

— Lo dices como si el fuera el peor jefe del mundo — su amigo hizo sus papeles a un lado, pareciendo un poco pensativo—. Bueno, sí, ambos sabemos que es algo estricto.

Asintió señalándole.

— ¿Ves? Por eso estoy preocupado, espero que Kyungsoo no pierda su sensibilidad y que recuerde que Baekhyun es un poco frágil, está esperando a su bebé y no se puede estresar mucho y tampoco puede andar mucho de aquí para allá por sus dolores de espalda y ciática, y también tiene que darle sus horas de comida como son, no puede absorber todo su tiempo o eso puede provocar que sus niveles de azúcar se descontrolen y pueda tener una diabetes gestacional o incluso empeorar su anemia que apenas se está controlando, ¡y vaya que fue difícil! Porque a veces Baekhyun es algo descuidado, ¿sabes? Trabaja tanto que a veces se olvida de sí mismo y eso es algo que su amigo Jongdae ya le había comentado, por eso tengo que cuidarlo, por eso tengo que estar ahí, verificando que se esté cuidando y...

— Chanyeol — Junmyeon le habló fuerte y se calló de repente, topándose de pronto la risa que ese hombre soltó—. Respira, hombre, Baekhyun está bien y también tendrá un buen día, no te estreses.

Su amigo se burló y eso le hizo arrugar su ceño, pero se dio cuenta lo paranoico que estaba siendo así que suspiró de nuevo y se sentó frente al escritorio de su amigo, no pudiendo evitar recordar lo que sucedió anoche, la manera en que se refugió en él al confesarle como se sentía respecto a su cumpleaños para, después, ambos besarse hasta que cayeron rendidos por el cansancio.

Recordarlo lo hacía sonrojarse hasta las orejas, pero no podía negar que sentía la emoción y adrenalina aun recorrer sus venas porque, al parecer, todo parecía indicar que los dos se sentían de la misma manera.

Sin embargo, ninguno había dicho nada, sólo se habían besado hasta dormirse y, cuando despertaron esa misma mañana se dieron cuenta que ya iban tarde para el trabajo por lo que tuvieron que correr y apurarse para llegar a la agencia.

Afortunadamente, Baekhyun había sido citado a una hora más tarde a la que solían entrar.

— Así de mucho te gusta, ¿cierto? —Junmyeon habló, y él mordió su labio inferior sintiéndose de repente atrapado—. Sí. Baekhyun te gusta.

Su corazón se aceleró de inmediato, por lo que no vio el chiste en negarlo.

— No sé en qué momento ocurrió. Al principio creí que lo que sentía era por empatía hacia él, por su situación y porque me sentía identificado con Hyunjin, pero estas últimas semanas me di cuenta de que no, Junmyeon— confesó sintiéndose nervioso porque, aunque ese hombre era su mejor amigo, también era su excuñado—. Sabes que no me gustan los niños. Ayer que salí con Baekhyun hubo ciertas situaciones donde estuvimos rodeados de niños tan molestos que me dio un fuerte dolor de cabeza y sólo quería huir de ahí, pero aguanté porque Baekhyun estaba feliz viendo ropa para Hyunjin. Aun así, confirmé que no me gustan los niños. Pero su hijo, el hijo de Baekhyun es otro mundo al igual que él, es como si, como si fueran la excepción de todo, absolutamente todo y lo único que puedo pensar es querer estar ahí con él, a su lado, ayudarle en lo que necesite, incluyendo el aminorar sus molestias en el embarazo, o cómo que siempre quiero acariciar y besar su barriga— frotó su rostro, sintiendo que el sonrojo alcanzaba sus orejas al notar la sonrisa chulesca en su amigo—. Jamás quise ser padre, lo sabes, pero con Baekhyun y Hyunjin, las cosas han cambiado...— hizo una pausa, en la que trató de ordenar sus pensamientos.

Before The Flowers BloomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora