Vodka

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El ruso se encontraba en el gimnasio golpeando un enorme saco de boxeo, su pantalones ancho de deporte se había empezado a pegar a sus piernas, su camisa hacia rato que estaba en el suelo dejando a descubierto el gran cuerpo del ruso, ancho y musculoso lleno de algunos tatuajes en algunas zonas, su cuerpo estaba un poco más grande debido al ejercicio y sus venas se marcaban en brazos, cuellos y un poco en la ingle,  su cabello corto y blanco caía pegándose en su frente el cual el ignoraba pues su vista no se separaba de del saco, sus ojos lila amatista no miraba otra cosa que el rojizo saco de boxeo.

Armada (R) : Señor - llamo seriamente a su country pero este parecía ignorarlo - Señor, la cena está lista, debería de descansar, el presidente le espera.

Rusia golpeo fuertemente el saco de boxeo tirándolo al suelo.

Rusia: No puedo, aún no estoy tranquilo- dijo sin mirar a la representación de su armada.

Armada (R): ¿ Es por el señor España?- pregunto curioso- Señor, ya hemos hablado de ello, el señor España no esta interesado en una relación, que lleve la camisa del capitalista no significa una relación. Solo lleva un regalo de un amigo.

Rusia colocó el saco de boxeo en su sitio solo para darle un puñetazo y mandarlo más lejos esta vez.

Rusia: No me nombres al idiota ese.- dijo molesto.- No quiero escuchar nada sobre él.

Armada (R): ¿Señor?

Rusia suspiro de manera cansada solo para dar media vuelta y caminar hasta la salida sin decir nada.

Armada (R): Señor... si a usted le interesa montar a ese alfa... ¿por qué no lo monta y ya? Usted es más grande y fuerte, no debía de haber problemas, así le demuestra al americano que usted es mejor.- dijo simplemente caminando al lado de su country... grave error.

Rusia de un rápido movimiento lo agarro del cuello y estrello contra la pared levantándolo del suelo. Su Armada no podía respirar y cuando vio a su country para pedirle que lo bajara un miedo se incrusto en su cuerpo, al ver la mirada asesina que este le daba.

Rusia: Qué seas mi Armada no te da derecho a opinar sobre mi vida, que seas mi amigo no te dará nunca el derecho a proponerme tal cosa- susurro apretando el agarre- Pedirme que tome a alguien de esa manera es hacer que mi orgullo, dignidad y poder como alfa sean ridiculizados.

Armada (R): Looo...Los... alfas...- intentaba hablar lo mejor que podía pero el agarre del ruso no le permitía hablar- Los alfas... violaban... a los... otros cuando... ganaban... ¿por...qué... se detiene...ahora?

Rusia soltó el agarre y se Armada cayó al suelo tosiendo fuertemente llevando su mano a al garganta.

Rusia: Una cosa es mostrar tú dominio en una guerra, la otra es violar por violar... y no siempre se daba. Había veces que solo era tú prisioneros y punto. Los únicos que no se libraban eran los omegas...- Rusia empezó a caminar de nuevo por el amplio pasillo- De alguna manera debían de compensar el tiempo perdido. 

 Rusia caminaba hacia el frente sin mirar hacia atrás, perdido en sus pensamientos y en aquello que su Armada le había propuesto, tomar al español antes de que otros lo hagan. No podía negar que era una idea algo llamativa, ver el español peleando y mirarlo con furia mientras él le explicaba de todas las posiciones posible que no podía hacerle nada, recordarle que siempre hay un pez más grande. Tomarlo mientras el español mostraba esa faceta que tanto le fascinaba, su orgullo y fuerza, su cabezonería de no darse por perdido, aquella cabezonería que mostro y que en parte tuvo la culpa de que su plan fracasara. ¿Quién podía imaginar que solo 5.000 soldados era suficiente para retenerlo? Aún recordaba como cantaba aquella canción, una canción que había creado a partir de una suya que sus soldados cantaban. Como él la cantaba con burla hacia él, como le decía que aunque estuviese atrapado nada le impediría tomar algo suyo. Cuando él era temido, cuando toda Europa puso un telón de acero para que él no pudiese salir. Ese idiota se atrevía a cantarle, a mirarle a los ojos con burla. Quería quitarle esa mirada, demostrarle que él era más fuerte, pero el español siempre escapaba. No podía olvidar esa frase que con tono coqueto y juguetón le dijo cuando el español se escapo por octava vez de su celda y acabó en su baño mientras él salía de la ducha.

" ¿ Cómo se puede tener un tanque tan grande y no haber conquista?" dijo con burla.

Rusia se enfadó tanto que siguió al español por toda la casa desnudo, mientras este corría y reía como un loco. Aún recuerda cuando por fin pudo atraparlo, como el español no perdió ni su sonrisa ni su burla hacia él, manteniendo su sonrisa y ojos divertidos.

"¿Acaso es porque no sabes apuntar?" pregunto con esa sonrisa, esa maldita sonrisa ignorando que otro alfa estaba enfadado y desnudo.

 Rusia, en ese momento llamado URRS, no podía olvidar el hecho que tenía a un alfa entre sus brazos, con ropa raída y una sucia blusa casi transparente del desgate , lo delgado que estaba, lo frágil que parecía, como una muñequita. Pudo haberlo tomado en ese momento, aunque sus hombres hubiesen entrado en la sala siguiendo a ambos country, aunque todo el mundo le hubiese visto tomar a otro alfa, Rusia sintió dentro de él que lo debía hacer, quería borrar por completo esa sonrisa. Aún no sabía al día de hoy como pudo contenerse, como pudo él mismo detener aquello. Solo sabía que algo muy malo hubiese pasado si lo hubiese hecho aquello, el aspecto juguetón y frágil del ibérico no era algo que tomarse a la ligera. Aunque no podía negar que tras aquello, el ruso había entrado en una espiral de deseo frustrado, al haberse contenido, su mente no lo dejaba en paz de la mil formas que pudo haberlo tomado, ver como luchaba en vano en contra de él, ver como borraba su sonrisa de su rostro, la formas tan diferente en que lo llamaría. España fue conocido como la mano derecha de Italia en tiempos de Roma, tener a uno de los hombres más fuertes, aquel que le siguió como emperador europeo, dos emperadores en una cama segados de estasis, exaltados por algo que estaba mal, peleando en placer y orgullo. Rusia no supo cuanto deseaba hacer realidad ese deseo hasta que vio al español llevando ropa del americano y hablarle felizmente, el ver como su enemigo se acercaba a él solo hacia que su deseo aumentase. Lo prohibido, el orgullo, placer, pelea, rugidos y gemidos, para alguien como al ruso que le gustaba los retos imposibles, vivir y gobernar en tierras donde nunca se supera los 0 grados. Sí, sin duda España era un enorme reto y para él una poderosa tentación. Le enfadaba tanto que él no pudiera acercarse tan fácilmente, pero después de todo él era como la nieve que caía sobre su tierra, era el general invierno, el rey de hielo y el español era el sol y la primavera, obviamente no podía acercarse, obviamente era muy distintos, obviamente el español era un alfa y dudaba que tan siquiera pudiera hacer algo mínimamente de lo que había deseado. Puede que Rusia pareciera un ser frío, sin corazón y sin alma, pues aunque a veces demostraba eso, él no quería hacerle ese tipo de daño al español. Como el sol que tímidamente salía en los días fríos de invierno, como esas flores que cambiaban el paisaje invernal en uno colorido, y como el sonido del canto de un pájaro lejano el ruso había aceptado su papel y era lejos de la primavera, el invierno no podía vivir con la primavera.

Ambos eran alfas, ambos eran polos opuestos, ambos eran demasiados incompatibles, su deseo hacia el otro alfa debía de caer de una maldita vez en el olvido, como la nieve derritiéndose ante las caricia del sol.

Rusia fue al baño y tras una fría ducha, se puso algo de ropa y fue a buscar el salón.

"Cómo el sol en invierno, me das la calidez que derrite mi interior, como las flores en primavera hace que el mundo se vea más brillante, como la manzana a Adam me acabaras condenando"

Rusia llegó al salón donde el presidente estaba reunido con varios ministros hablando de la guerra y cosas así, él no participaba, de todas maneras no le escucharía, la gente no solía escucharlo mucho incluso cuando era el imperio ruso, los emperadores ruso no lo escucharon porque querían gobernar ellos el pueblo, los comunistas no lo escucharon porque no protegió al pueblo, los presidentes no lo escuchan porque no pudo mantener unido al pueblo. Poca veces su opinión era escuchadas seriamente por ellos, para él estaba bien, solo se encargaba de la reuniones de ONU, algunas con country y algún que otro asunto. Que los humanos hagan lo que mejor creyeran, él no se iba a meter después de todo solo le traería problemas.

El ruso sacó el móvil de su bolsillo y busco alguna noticia o algo mínimamente interesante, hasta que le saltó una noticia de última hora. Vio la foto de un coche volcado y hecho trizas y un titular que ponía "Accidente automovilístico que por poco acaba en tragedia para el country España."


"Cómo el sol en invierno, el ruso lo sintió esconderse tras las nubes y el frío gobernar su interior



Siento si es raro, pero es que no sabía muy bien que escribir con él. Este era complicado la verdad.

Jodidos AlfasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora