Visita sorpresa

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El coche llego a casa del ibérico. Alemania no había apartado los ojos del español, aún le costaba hacerse a la idea del que el hombre que tenía a su lado fuese un omega. Aún lo recordaba gruñendo y e imponiendo su autoridad. Aún recordaba sus pasos firmes por los pasillos del palacio, rodeado de concejeros y asesores con diez mil papeles a su alrededor. Su rostro serio y firme, actualmente no solía poner esa expresión. España se mostraba más relajado y tranquilo.

España vio como el alemán no apartaba sus ojos de él y eso hizo que lo mirase extraño.

España: ¿Pasa algo, Alemania?- pregunto con una leve sonrisa.

Alemania salió de su mente bastante confundido.

Alemania: No... no estoy bien- dijo con una leve sonrisa- Solo recordaba tiempos pasados... cuando imponías respeto.- dijo simplemente.

España lo miro confundido.

España: ¿Perdón?- pregunto ofendido- ¿A que te refieres cuando dices, cuando yo imponía respeto?- pregunto enfadado.

Alemania lo vio algo nervioso, la había cagado.

Alemania: Bu... bueno... yo...- dijo nervioso desviando la mirada. España lo miró más duramente- Me... me refería a cuando ibas siempre... con todos esos humanos alrededor tuya dando ordenes... ya sabes...- dijo con una risa nerviosa- Cuando gobernábamos más nuestros territorios ...

España lo miro de arriba a abajo con mirada penetrante.

España: Ya...- dijo de manera escueta- Por que ahora no soy nada, ¿verdad? No soy digno de respeto.

Alemania palideció levemente.

Alemania: No, no me refería a eso- dijo rápidamente- Solo decía que antes eras un rey que imponía respeto, a pesar de que eras omega. Conseguiste hacer grandes cosas... so... solo admiraba tu talante e ingenio en épocas pasadas. Donde conseguiste ser uno de los países más poderosos de Europa, solo eso.

España no dijo nada, solo bajo del coche en silencio. Alemania chasqueo la lengua nerviosos y salió tras él.

Alemania: España... por favor...- dijo suavemente corriendo tras él.

España: a pesar de ser omega...- refunfuñaba entre dientes- ¿Es enserio Alemania?- pregunto mirándolo molesto

Alemania se detuvo en seco tras él.

Alemania: Sabes que no me refiero a eso.- dijo poniéndose a la defensiva- Solo decía que antes las cosas eran muy diferentes, España. Solo decía que me parecía increíble lo que llegaste a ser. Los tenías todo en contra y aún así fuiste tu propio soberano y rey, tenías un sequito de ministros detrás de ti y fuiste el concejero de muchos de tus reyes a lo que guiaste de manera sabia...- dijo más frustrado al no poder expresarse como quería- Eso es todo. Por favor, España. Sabes que no quiero ofenderte pero se me da muy mal hablar de mis cosas si no tengo algún motivo detrás.

España lo miro fijamente por unos momentos antes de suspirar cansadamente.

España: Eso es cierto... No entiendo como puedes ser un líder carismático y tener pésima oratoria  cuando se trata de hablar con una amigo...- dijo en un suave suspiro.

Alemania se relajo un poco y sonrió levemente.

Alemania: Todos... tenemos nuestras peculiaridades.... supongo- dijo con una suave sonrisa- La mía es no saber hablar de corazón... puedo sonar firme y seguro con cualquier otro tema. Pero o cuando se trata de corazón...

España lo miro y sonrió suavemente.

España: Sí, la verdad es que siempre has sido un asco con ese tema...- España río suavemente- ¿Recuerdas cuando fui con Juana a tu territorio? ¿Cuándo aún eras SIRG? Solo te pregunte si me quedaba bien la ropa, no estaba al tanto de la moda alemana y quería ir presentable .- España empezó a reír  suavemente.

Jodidos AlfasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora