Grandullón

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España se encontraba tumbado en el suelo con la respiración agitada tumbado en el suelo. El corpulento cuerpo del alfa lo tenía apresado pero eso no le importaba. Volver a sentirlo, olerlo,acariciarlo de esa manera... Le traía dulces y maravillosos recuerdos. De toda la pasión y deseo que siempre se tenían, cualquier lugar era bueno para sentir al ex imperio en todo su exprendor. El calor de ambos era puro fuego y ese fuego crecía y creía hasta volverse lava en sus venas. España levantó sus piernas y rodeo las caderas del mexicano sus miembros chocaron aún cubiertos por la ropa, pero con el solo hecho de sentirse juntos provocaron que un gemido del español y gruñido del mexicano salieron de sus bocas haciendo vibrar sus gargantas.

México: Puto omega... Vas a acabar conmigo...-susurro con voz ronca y vibrante.- ¿Por qué demonios no llevas nada debajo?

Susurro sobre el cuello del omega acariciando las desnudas y pálidas piernas que le rodeaban las caderas. México le acariciaba tan fuerte que el español podía sentir las uñas rasgar su piel.

España: Quería hacer truco...-susurro con una suave sonrisa cerrando los ojos al sentir los labios del mexicano en su cuello- Espero que te haya agradado...

México: Desde luego que me ha agradado, España- susurro lamiendo el cuello del español desde el hombro hasta la mandíbula- Yo también tengo un nuevo truco especial para ti- dijo con una sonrisa ladina- Pero primero...debo asegurarme de que tú lindo trasero me pertenece.

España se estremeció ante la lamida del mexicano, podía sentirlo, el retrogeno en la saliva del alfa. Su cuerpo automáticamente se volvió débil a la par que hiperactivo pero su mente empezó a gritar alto.

España: Mexi... ¡Aaahhh!

España se arqueo y chillo cuando el mexicano empezó a restregarse moviendo sus caderas haciendo que sus miembros se rocen, que juntado a la presión del alfa sobre su cuerpo hacia que el movimiento fuese más delicioso.

México mojaba su boca en toda la saliva posible, podía sentir como el retrogeno salía de sus colmillos y se unía a su saliva volviéndola un poco más caliente quería reunir toda la hormona posible antes de inyectarlo sobre la glándula del español y hacerlo adicto a él. Antes de volver a tomar su cuerpo.

México acerco su boca al cuello del español, sus dientes rozaron la piel y podía sentir esa glándula palpitar fuertemente. Solo un poco más y el español sería suyo, solo un poco más y volvería a llenarlo hasta reventar... Solo un poco más y...

La puerta se abrió fuertemente dándole un golpe en la cabeza al mexicano que se retiro sorprendido y adolorido.

Rusia: ¿Águila?- Preguntó sorprendido de ver a México en el suelo.

México: ¿General?

España: Rusia- casi grito sorprendido.

Rusia:¿España?- respondió confundió

China: China- dijo asomándose tras Rusia

España: ¿China?

China: ¿España?- preguntó al verlo en el suelo, al verlo casi desnudo se puso completamente rojo.

Rusia: México- dijo en tono enojado mirando al mexicano- ¿Que hacías?

México: Nada que te perjudique, tranquilo- dijo con una sonrisa

México se puso de pie y se pudo ver su dura erección contra los apretados pantalones. Rusia soltó un gruñido de garganta, sobre todo porque vio al español en el suelo completamente colorado y agitado.

Rusia miraba de manera penetrante al español y un silencio incomodo se instaló en el ambiente.

España: ¿Que haces aquí?- preguntó desconcertado mirando al ruso

Jodidos AlfasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora