¿ERES UN PUTO OMEGA?

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España estaba recuperando levemente su consciencia, podía ver de manera borrosa las luces de un pasillo, unas personas de blanco corriendo a su lado y un lejano de murmullo.

¿?: No te duermas, ya llegamos con OMS.

Pero España no pudo más y volvió a caer en un sueño.



Mientras tanto en el edificio de ONU.

Italia: Sabía que algo se te olvidaba- murmuraba apretando fuertemente la camisa que el ibérico había dejado olvidada contra su rostro- Siempre se te olvida algo.

Italia había entrado a la habitación del español para asegurarse de que en verdad todo hubiese sido recogido, conocía muy bien al cabeza loca que era su amigo, algo siempre se le olvidaba, y no se equivocó, encontró una camisa negra de tirantes entre la ducha y fregadero. En cuanto la abrió vio que era la camisa con la que fueron juntos a correr por el parque, esa que hizo que le mirara de reojo todo el recorrido pues se le pegaba mucho a su cuerpo, haciendo que se le notara sus curvas y débilmente el relieve de sus músculos. Sin duda sería su camisa favorita si no hubiese visto también el enorme logo una estrella  blanca rodeada de un circulo azul, otro rojo y un par de alas blanca saliendo a los costados y abajo  en letras azul, blanca y roja el nombre de USA.  Recordaba como el americano se la había regalado al español haciendo que se la probara enfrente suya, España podía ser muy inocente a veces, aunque claro, siendo un alfa no hubiera imaginado que el motivo por el cual el americano sonreía de medio lado y se mordió levemente el labio inferior no iba más allá de un simple gesto, pero Italia no era tonto, sabía como lo miraba en verdad el americano, sabía que el español llamaba la atención, tanto de omegas como de alfas, después de todo no había dejado trozo de tierra en el mundo sin una tumba y una huella de su pie. Todo el mundo lo había visto una vez en su vida y pocos no se habían girado para verlo un poco más después de todo era uno de los alfas mas guapos, alto, de ojos grandes, pelo llamativo, labios carnosos y mirada serena, muchos omegas pelearon por su atención, ninguno lo consiguió, eso hizo que después muchos alfas lo miraran con suma curiosidad, ni Francia que fue uno de los omegas más hermoso consiguió que el español lo mirase. Eso provocó una loca teoría de que el español era en verdad un omega o que  él fuese un alfa que le gustase de otro alfas, después de todo una vez el español gritó a los cuatros vientos que nunca existiría un omega que él pudiese desear. Esto creo un cierto revuelo y al final algunos alfas se alejaron por miedo a ser presa del español y otros, en cambio, como el americano y unos pocos más hicieron lo contrario, se acercaron lo más que podían, después de todo la pregunta vario de manera exponencial, paso de "¿ Cómo le puede gustar otro alfa? a ¿Cómo se sentirá hacerlo con otro alfa?". Varios alfas pusieron los ojos en español buscando respuesta, la pregunta se transformo en curiosidad y la curiosidad en un morboso fetiche de tener al español metido en la cama gimiendo el nombre del contrario. España claramente no sabía nada de esto pero el italiano sí, había tenido que soportar diversas preguntas de otros alfas sobre los gustos sexuales del español, muchas veces contuvo su lengua para no decir que fue él mismo que probablemente le diera ese gusto por follarse a otros alfas, pero la mejor opción siempre fue callar.

Italia respiraba fuertemente el olor del español intentando sacar de su cabeza el recuerdo de esos malditos alfas que habían convertido a su amigo en un objeto sexual que solo serviría para complacerlo e inflarse el ego de haberse tirado no tan solo a un alfa, sino al quien fue el cuarto imperio más grande del mundo. Sin duda el ego de quien lo lograse subiría hasta las nubes.

"Tampoco seas un hipócrita, Italia, no puedes enfadarte con otro alfa solo porque quiera tirarse a tú mejor amigo... después de todo, te estas masturbando con su camisa ahora mismo"

Italia cerro los ojos soltando un fuerte gruñido cuando apretó más su mano sobre el miembro y aceleró el movimiento  de la mano, su mente invocaba la imagen del español minutos atrás sin su camisa, su cuerpo suave al tacto llenos de algunas cicatrices de guerra pero ni una marca de pertenencia a otro country. Italia odiaba pensarlo, pero le encantaba la idea de poner la suya en la piel de su amigo, odiaba pensar que unos de los mejores polvos de su vida fue en una tienda de campaña en el norte de Europa y el español saltando sobre él completamente rojo y soltando lindos gemidos y chillidos bajos . Puede que su orgullo de alfa fuese pisado en ese trato, pero era un trato que extrañamente le hacía querer volverlo a hacer, después de todo la condición puesta fue simple, "no te corras dentro de mí" le dijo serio el español, una condición sencilla hasta que dentro de su interior el deseo de llenarlo por completo de él le obligo a detenerse y parar el trato. Temía herir ya demasiado el orgullo del español y que este le dejará de hablar. Aunque  por suerte el italiano siempre se caracterizo por tener una mente bastante creativa, por lo que no le costaba imaginar a su querido amigo completamente rojo, perlado en sudor, respiración irregular, ojos cerrados, piernas tambaleantes y de su pequeño agujero una generosa cantidad de semen saliendo de ahí por su culpa.

Jodidos AlfasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora